lunes, 28 de mayo de 2007

La ficción televisiva (2): La estrella es el guionista




En el anterior post hablábamos de un nuevo tipo de series americanas bastante diferente de las que se hacían con anterioridad. Una de las características de esta nueva hornada de series es que eran mucho más adultas que las anteriores y mucho más trabajadas. Esto es debido a que ahora, la estrella de una serie es el guionista o, al menos, el inventor de la serie. Es decir, las series modernas están hoy en día más cerca del cine que las anteriores. De hecho, ya hay series de autor, como los filmes.
Hay algunos expertos que incluso van más allá y dicen que en los USA, hoy en día, hay más calidad en la televisión que en las salas oscuras. Razón no les falta. La calidad general del cine americano ha descendido mucho, ya sea “made in Hollywood” como independiente. Es curioso que para muchísimos críticos, el primer gran clásico venido de USA este nuevo milenio sea “Zodiac”…estrenada en el 2007. Yo no diría tanto. Creo que “La pasión de Cristo”, “Matrix”(es del 2000) o “Munich”, por poner unos ejemplos que se me ocurren así de golpe, sin pensar mucho, ya son clásicos, aunque no sé si “grandes clásicos”. El caso es que tengo que reconocer que es en la pequeña pantalla donde, generalizando un poco, se están emitiendo las producciones más interesantes y arriesgadas.
La clave de esto está en que las series cuentan con tiempo, algo de lo que no se tiene en el cine (a pesar de que, tal como he protestado últimamente, cada vez las películas son más largas y cada vez cuentan menos), permitiendo desarrollar bien las tramas y los personajes. Además, en la tele (sobre todo, como ya hemos dicho en las satélite y cable) se goza de más libertad, al no contar con la espada de Damocles de la calificación por edades del recientemente fallecido Jack Valenti (si existe Dios, deberá estar purgando por el daño que le ha hecho al cine). Aunque en las cadenas generalistas, este incremento de libertad es poco. Acordaros del incidente del pezón de la Jackson y el Timberlake.
En el año 2004 o así, me llamó la atención que en los periódicos serios, a raíz del éxito de “The Sex and the City”, la más entrevistada fuera, después de Sarah Jessica Parker, Catherine Bushnell, la escritora de la columna periodística y, a la sazón, de la serie. Lo consideré una novedad, una extrañeza debido a lo atrevido de la serie. Pero es que es un fenómeno que se ha repetido. Tras el éxito de “Mujeres desesperadas”, se entrevistaba a Marc Cherry casi tanto como a Eva Longoria. Se contaban su obra, vida y milagros. Y eso que ya es su segundo petardazo: fue el creador de “Las chicas de Oro”. También se habla mucho de Shonda Rhimes (Anatomía de Grey), Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca) o Alan Ball ( A 2 metros bajo tierra).¿Cuantas veces hemos visto en Cuatro a Raquel Sánchez Silva entrevistando a David Shore en el set de “House”. Estas series se anuncian como “Una serie de…” y el nombre del guionista. Esto no pasaba desde Steve Bochco (Canción Triste de Hill Street). Y era el único. Creo que podemos decir que el guionista o ideólogo es ahora la estrella.
Y no solo eso: en ocasiones el guionista es incluso Dios.
¿Qué comparten las siguientes series por citar algunas, además de coincidencia en el tiempo en que se emiten?: “Anatomía de Grey”, “Mujeres desesperadas”, “Tan muertos como yo” o ”Sexo en Nueva York”. Pues una voz en off.
Efectivamente, en todas estas series, una voz en off, normalmente del personaje protagonista, nos abre cada uno de los capítulos diciéndonos qué es lo que vamos a ver, cual es el tema del capítulo de hoy (Las mentiras, los milagros…)al principio del mismo. Todo lo que acontezca en ese capítulo, tendrá que ver con el tema en cuestión. Al final del capítulo, la misma voz nos dirá cual es la conclusión que debemos extraer de lo que hemos visto en el capítulo de hoy.
Pongamos un ejemplo: “Anatomía de Grey”. Al principio de cada capítulo, la buena de Meredith se dirige a nosotros para revelarnos, con su voz suave, una verdad universal, aunque ella esté en coma, como en un capítulo reciente, el más visto en los USA y el mejor (según dicen los que la siguen). En ese capítulo, regresa desde el mundo de los muertos para decirnos:”Las veces los milagros suceden”. Entonces ya sabes de que va a ir el capítulo: vas a ver cosas extraordinarias: Grey sale del coma después de tener una parada cardiorrespiratoria de más de dos horas. Y sin secuelas aparentes. Pero no solo eso: su madre, una bruja que la ha estado jodiendo no sé cuantos capítulos ve la luz y se vuelve buena. El Dr. Macizo se da cuenta de cuanto quiere a Grey y la Dra. Shepperd le da una sorprendente nueva oportunidad a su antiguo amante…Los milagros existen. Al final, dormida con su Derek, fuera ya de todo peligro, mientras la cámara se aleja con un suave e idílico barrido, Meredith nos reitera que las veces, los milagros suceden y nos dan una segunda oportunidad.
En “Mujeres Desesperadas” es una muerta la que nos habla. Me recuerda a “Sunset Boulevard”, solo que aquí la calle es Wisteria Lane. Y también nos suele venir con aquella coletilla de “las veces…”. Tal vez esto sea para no sentar cátedra con sus afirmaciones, a pesar de que la que habla es un ¿Fantasma?…tal como pasaba en “Tan muertos como yo”. Parece que podrían tener un conocimiento de otro mundo…no sé.
El caso es que muchas veces no puedo evitar sentir que es el guionista el que nos está hablando a nosotros a través de esos monólogos Que actúa como un demiurgo o dios Griego: mira como juego con MIS personajes, como en el ajedrez: Soy “la Voz de su Amo”. En ocasiones es una sensación algo enojosa, la verdad. Me da la sensación de que me está intentando adoctrinar. Creo que hay que encontrar un término medio.
En CSI son Grissom u Horatio y en House el Dr. Del título, Cuddy o Wilson los que hacen esta función.”Todo el mundo miente” dice Gregg House. Y son los acontecimientos y las conversaciones las que demuestran si eso es o no es cierto. Es el espectador, juzgando lo que se le ofrece, el que debe de decidir si la teoría que el personaje de turno había enunciado en su momento es cierta o no. A mí me parece mejor.
En “Sexo en Nueva York”, primera de las series donde se utilizó este recurso, es Carrie la que nos hablaba al principio y al final. Pero en este caso lo veo justificado, ya que se supone que nos lee el artículo que está escribiendo mientras rememora qué es lo que le ha llevado a esas conclusiones, que es lo que nos muestra en el capítulo.
Lo que me jode, es que también empieza a pasar en el cine: Ejemplo: Las tres partes de Spider-man.
En la siguiente entrega: “La vida de una serie”

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