domingo, 31 de octubre de 2010

"La red social": Cuando la fidelidad y la amistad no valen nada.


Cuando hace un par de años oí que David Fincher y Aaron Sorkin estaban involucrados en la realización de una película sobre el Facebook, no pude más que sentirme algo confundido. “¿Una película sobre el Facebook?”, me pregunté algo anonadado. Pues sí. El director de Seven, Zodiac o la algo infravalorada Alien3 iba a hacer una película sobre la conocida red social con guión del autor de “Algunos hombres buenos” o “El ala oeste de la Casa Blanca”. Este proyecto se sumaba al grupo de aquellos que, en principio, sonaban algo disparatados, como la película de “Hundir la flota” o la de Monopoly. Sí. Habéis leído bien. El caso es que los nombres que estaban detrás de la misma eran una especie de garantía de que le producto iba a ser, cuando menos, interesante.
El hoy archifamoso Mark Zuckerberg (Jesse Eisemberg) era, en diciembre de 2003, un estudiante de primero en Harvard. Una noche, Erika Albright, la chica con la que estaba saliendo, lo deja porque es un capullo integral. Él, resentido, entra en las páginas web de las residencias universitarias, roba las fotos de las chicas y organiza, con ayuda de sus amigos Eduardo Saverin (Andrew Garfield) y Dustin Moscovitz (Joseph Mazzello) una página web donde los estudiantes de la universidad pueden votar y comparar las fotos que había robado. Esto lo hizo borracho de cerveza y mientras, a la vez, lanzaba pestes de Erika en su blog. Estos hechos tuvieron varias consecuencias. La primera, reventaron el servidor de la universidad. Dos, Zuckerberg perdió para siempre a Erika y tres, se ganó la admiración de la comunidad internetera.
El incidente llama la atención de los hermanos Winklevoss y de su amigo Divya Narendra, que estaban buscando un programador para sacar su red social. Zuckerberg utiliza la idea primigenia de los hermanos para desarrollar un proyecto muchísimo más grande y ambicioso, The Facebook. Por supuesto, sin contar con ellos. El resto, es historia.
La película se estructura en torno a las vistas previas a los dos juicios simultáneos a los que Zuckerberg tuvo que hacer frente. Por una parte, los hermanos Wicklevoss lo denunciaron por el robo de la idea inicial y por otra, Eduardo Saverin por apropiación indebida de la página de la que era cofundador.
Ante todo, se debe de decir que la película no juzga a sus personajes. Son ellos mismos los que se definen por sus actos. Efectivamente, Zuckerberg no sale muy bien parado. Pero es que tampoco sale en la realidad. Aun hoy en día, en su tarjeta de visita sigue poniendo “Mark Zuckerberg. ¡Y soy el presidente, zorra!”. Se ve como un tipo sin empatía, más preocupado en su proyecto que en la amistad o, es verdad, el dinero. Saverin se ve como un hombre cándido, un pardillo, aunque un buen tipo. Y los gemelos como hombres honorables. En el fondo, todos pececillos en un mar de tiburones. La gran suerte de Zuckerberg, por lo que se ve en la película, fue la irrupción en su vida de Sean Parker (Justin Timberlake), que colaboró en el éxito de la empresa.
Y quiero reiterar que siempre es “Según la película”, ya que sobre los hechos verdaderos pesan complejos contratos de confidencialidad.
El gran acierto de la película es hacer interesantes a unos tipos tan anodinos y, en muchos casos, superficiales como los que la protagonizan. También es destacable como logran hacer el desarrollo de una página web en algo potencialmente interesante para una película. Esto es merito de Sorkin, con un guión larguísimo, lleno de diálogos y donde la información, que pudiera ser muy liosa, en especial para profanos, se transmite muy bien. Fincher, otra vez, demuestra que se sabe plegar excelentemente a lo que la película necesita. Su dirección es sobria, objetiva y cercana. Logra que esos seres patéticos, pero exitosos, sean cercanos. No es fácil.
Las actuaciones son sobresalientes, en especial la del próximo Spiderman, Andrew Garfield. Realmente, logra que sientas empatía por Eduardo, en principio, uno de los grandes perdedores de la historia, al ser traicionado por su amigo Zuckerberg, el creador de la mayor red social, donde, paradógicamente, se clasifica a la gente como amigo o no. Ojo a la paradoja. Sabemos que a Saverin le ha ido francamente bien, a pesar de todo, aunque no se puede “cuantificar” cuan bien le ha ido.
También me ha gustado Jesse Eisemberg. Ya me había gustado en “Bienvenidos a Zombieland” y en “Adventureland”. Destacaría también a Rooney Mara. Sus dos grandes escenas son vitales para la película y su presencia en el comienzo de la película es impepinable. Hay que darse cuenta de que su monólogo en la cafetería es el desencadenante de la película. Lo hace bien. Habrá que seguir su evolución. En principio, ya está interpretando a Lisbeth Salander en el remake, también de Fincher, de “Millennium I: Los hombres que no amaban a las mujeres”. Tiene complicado hacer que nos olvidemos de Noomi Rapace.
Resumiendo, cine del bueno, aunque no del popular. Es una película para adultos y gente que piensa, no para esos que van al cine a comer palomitas y meterle mano a la parienta mientras en la pantalla proyectan…algo muy ruidoso. Que tiene que haber de todo, pero cada vez hay menos cine inteligente, como este, que cuente historias.
Recomendable y ¿oscarizable? Veremos.

sábado, 30 de octubre de 2010

Crónica de un viaje


Os adjunto la crónica que me ha mandado un amigo de un viaje relámpago a la Capital del Reyno de España (La Y en ReYno está puesta a propósito, que os conozco):

Madrid, un viaje de ida y vuelta:


Muy buenas tardes

Si pensais que este correo es por mi estancia en Madrid de hace años, pues no, estais equivocados. Este correo es para explicaros mis experiencias en el viaje super-relámpago a Madrid realizado el jueves.

Esta historia comienza el martes, mi jefe me propone ir a Madrid a la feria que se organiza en el Ifema de energías renovables. Me dice "casi podriamos ir a Genera el jueves, salimos el miercoles por la tarde, así, a ultima hora (?) de la tarde, dormimos por el camino, vemos la feria y, a ultima hora de la tarde, ya estamos aqui de vuelta".

Claro, si lo pensais un poco (un par de décimas de segundo), podeis llegar a la conclusión de que el plan era una mierda pinchada en un palo, ya que, entre otras cosas, me jodia el partido de copa. Además de eso, la "ultima hora de la tarde" es un concepto demasiado amplio como para tener una idea clara.

Asimismo, sumamos que el miercoles queria el tio salir a las nueve y media de la noche pasada (si si, 21:30 horas en España, no me he equivocado), pues rematamos la jugada.

En ese momento, no sin poca sorna me suelta "Que, ¿arrancamos?", a lo cual le dije que no, que era un poco mejor el salir el jueves tempranito, 7 de la mañana, ver la feria, comer alli mismo, aprovechar el día, más o menos. Salimos de alla a eso de las 6-7 de la tarde y llegamos acá sobre las 12. Un plan que no es el mejor del mundo, pero que creo que es bastante adecuado.

La cosa queda así y me pongo el despertador a las 5:40 de la mañana. Me despierto, enciendo el movil y, sorpresa sorpresa, me llega un mensaje de este pajarraco en el que me dice "no te levantes temprano a no ser que te llame". Y me lo manda a las 00:20 de la madrugada. A ver como se come: nos tenemos que levantar con el gallo, poco más o menos, y se espera que esté viendo la tele esperando por su llamada.

Evidentemente no me llamo y , con la caraja que te produce el que "te corten la meada", me levanto y me preparo para ir al curro a la hora de siempre. La cosa va yendo como casi siempre, hasta que a las 11 recibimos una llamada del jefe: "tenemos que ir los tres (jarrrl) a Madrid. Arrancamos ahora" Los tres. Con la perra de su hija.

Y así transcurre la mañana, entre prisas y radares quemados (gracias a Dios, no por mi culpa, que yo no conducía) hasta que llegamos a Madrid. A las 17:30 de la tarde. Lo mejor ocurre en una estación de servicio a la entrada de Madrid, más concretamente, la de Cepsa de Collado Villalba. Repostamos y, sorpresa, los muy cucos se habian cogido ropa de repuesto (a mi no me dicen nada de eso, los muy cabrones) y, claro, el jefe se va al baño a cambiarse de ropa. La ordinaria de la hija, que iba con una falda tubo vaquera tan ceñida que las gomas de las bragas seguro le estaban gangrenando las piernas, se puso a ponerse los pantalones allí mismo, al lado del surtido prepago numero 3. La hostia.

Nos vamos al IFEMA y allí, logro despegarme de sus ilustrisimas y me paso la tarde paseando entre los stands y oteando a las chicas que allí pululaban (menudas ciervas, oye).

Lo gracioso es que, después de un par de horas paseando y haciendo el chorras, deciden irse. A las 20:30 de la tarde. Nos subimos al coche y de repente, el jefe suelta: "hoooostiiaaasss, no tengo las gafas". El muy mono se las dejó en la estación donde se cambiaron de ropa. Más concretamente, al lado del lavabo. Ya nos veis corriendo a la estación de servicio a por las putas gafas. Menos mal que tiene otra en el otro lado de la autopista y paramos alli. Ya la hija salió rauda y veloz a por las gafas de su queridismo padre. (no cruzó por el medio de la A6, hay un pasadizo inferior. MECACHIS!!!).

Al fnal, casi media hora perdida haciendo el gili por la A6 adelante. Y aún el jefe, a la altura de Adanero (23:30 de la noche), ¡¡¡queria cenar cochinillo!!!, que lo iban a tener preparado expresamente para él.

Solución, después de cinco horas largas, de aguantar los ronquidos del jefe, que la perra de la hija, por no escuchar el Larguero, puso "Radio Galega" con unos tipos que hablaban de viajes astrales (vamos, casi como los programas de deporte nocturno).....después de todo esto, llegamos a las 2:45 de la madrugada. Para no hacer nada de nada.

Esto es la hostia.

Como se calculan las audiencias

Interesante reportaje sobre como se calculan las audiencias y como es facilísimo alterar los resultados.

jueves, 21 de octubre de 2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

Hoy es un día lleno de SEXO


Pues sí, hoy me he levantado feliz y contento. Es un día otoñal soleado y agradable, así que os pongo dos cosillas relativas al hobby favorito de mitad de la humanidad:

Como conocí a vuestro padre: Corto español premiado en Sundance:
NOTA: Quería poneros el video aquí, pero no me deja, así que os dejo el LINK

Ahora, 030: Nunca una guitarra eléctrica fue tan erótica:


'030' by The Good The Bad (UNCUT) from 030 on Vimeo.

Hershel Leyton se asocia a Phoenix Wright


El estudio de videojuegos Level-5 anunció un nuevo título para la futura Nintendo 3DS que sorprendió por tratarse de un crossover de dos sagas tan conocidas como dispares: las del profesor Hershel Layton y el abogado Phoenix Wright. El nuevo título se desarrolla en colaboración con Capcom, y metería en un único juego los puzzles y la investigación criminal, características propias de cada franquícia, emplegando una fórmula más propia de las series de televisión (sector en el que en muchas ocasiones se cruzan tramas para arrastrar audiencias de un programa a otro).
Professor Layton vs Ace Attorney sería así un título bastante atípico, pues mezclaría dos géneros bastante diferentes, empleando como disculpa para este cruce de camiños en la ciudad de Labyrinth City, que Phoenix Wright debe defender a su cliente de una acusación de brujería mientras que busca, con ayuda del detective del sombrero de copa, la captura de un malvado con poderes mágicos que es capaz de hacer realidad todo lo que escribe.

domingo, 17 de octubre de 2010

Machete: Han jodido al mexicano equivocado


La obra de Robert Rodríguez como director cuenta con una serie de constantes que hacen que sus películas sean reconocibles. Por ejemplo, el marco, la frontera mejicana, el uso del español como elemento integrador de la acción o los personajes rocosos, poco habladores y con un desarrollo limitado. Sus historias son sencillas y con pocas aspiraciones, poca ansia de trascendencia más allá del simple y puro entretenimiento. Y la presencia de Danny Trejo. Estas características se acentúan en su cine para adultos, en el que nos centraremos en este comentario, obviando, por ejemplo su saga sobre los Spy Kids
En un principio, estas características pudieron ser debidas al poco presupuesto con el que contaba y a la impericia del director. Esta razón se ha ido diluyendo poco a poco en el tiempo cuando sus presupuestos se han ido convirtiendo en más holgados y su habilidad se fue depurando. Muestra de esta depuración se ve en “Abierto hasta el amanecer”, una película que puede ser calificada de muchas cosas, entre ellas, simple divertimento algo descerebrado, pero no de estar mal dirigida. Pero desde luego, donde mejor se constata esto es en “Sin City”, donde su traslado del cómic a la realidad fílmica es ejemplar. Rodríguez dibuja la pantalla con tinta china, la inunda de oscuridad como hace Frank Miller, el inspirador y codirector, con la página en blanco.
Podemos decir que actualmente, el trabajo de Rodríguez sigue siendo algo pedestre, pero debido una opción llamémosla, artística. Artística y económica. Rodríguez se sabe portavoz de cierto público que, desde luego, no es el mayoritario: los hispanos. Por eso, sabe que su capacidad de recaudación es limitada. En tanto y cuando él es su propio productor, también tiene que pensar en la cartera. Pero también se sabe defensor de un cierto tipo de cine, más de serie B, el Grindhouse, por lo que en muchas de sus producciones, las dedicadas a los adultos, se convierte en adalid de ese tipo de cine, que se encontraba algo olvidado y denostado. Muchas veces, la calidad de un producto no se mide tanto en cuan bueno es, si no en si cubre una necesidad. Y el cine de Rodríguez hace esto exactamente, al responder a las necesidades que acabo de citar y a la más evidente, aunque no por ello, importante: hace un cine muy entretenido. Con sus películas siempre pasas un rato entretenido.
La broma del Fake trailer sobre Machete y la gran repercusión que en la red y en la realidad ha tenido decían claramente que el público quería saber algo más del Mexicano. Lo cierto es que algunos de los otros trailers parecían también muy entretenidos, pero el de Machete tenía algo más. Ese factor X que busca Simon Cowell ( es domingo por la tarde y se nota en este tipo de comentarios…en fin ^_^) Por eso la realización de esta película.
Daniel “Machete” Cortez (Danny Trejo) es un Federale (escrito así) de la Policía mexicana que es traicionado por sus superiores cuando iba detrás de un poderoso narco, Torrez (Steven Seagal). Él es herido y sus mujer e hija, asesinadas. Después de ese episodio, Machete tiene que pasar la frontera y ganarse la vida en Texas como un ilegal. Años más tarde, debido a su dureza, es contratado por Booth, un empresario local (Jeff Fahey) para que asesine al Senador McLaughlin (Robert de Niro) en un mitin. Pero también es una trampa, de la que Machete escapa gracias a la organización de ilegales de “ella”, una misteriosa mujer. La venganza del chicano va a ser de órdago.
Lo primero que llama la atención de la película es su carácter de exploit y su falta de prejuicios a la hora de establecer la historia. El comienzo es muy violento y se caracteriza por una fotografía quemada que me gusta mucho. Es el momento que entronca con el origen de la historia, el experimento de fake tráiler de Grindhouse, al estar la imagen llena de rayas y manchones que luego abandonará: el chiste ya está hecho. Realmente, este comienzo es una declaración de principios, que después se confirma con el desarrollo de la trama. Desgraciadamente, el ritmo de la película decae un poco hacia la mitad, debido a un comienzo muy en alto, muy enérgico. La cosa se recupera hacia el final, aunque queda un poco empañado por el hecho de que es un final bastante delirante.
Como en la inmensa producción de Rodríguez, esta película también es brusca, pedestre. La sutilidad y contención no van con Rodríguez. El montaje es atropellado, brusco y algo primario. Marca de la casa. Los diálogos y el desarrollo de los personajes es somero y la historia, mejor que en otras de sus películas, se diluye hacia el final. Sería un poco absurdo decir que Robert quiere transmitir un mensaje con una película, pero aquí hay un alegato bastante interesante a favor de la integración y en contra de las atroces políticas contra la inmigración, pero cae en el maniqueísmo hacia el final, con un discursito de la Agente Federal Sartana ( una Jessica Alba guapísima) algo sonrojante.
Admitido todo esto como posibles pegas, debo de decir que estos “defectos” son consustanciales al género exploit. Pero me da un poco de lástima, ya que con un poco más de “discursividad” y coherencia, retórica, al fin y al cabo, la película hubiera mejorado muchos enteros. Y si se hubieran trabajado mejor el final (la batalla final es de cachondeo), hasta hubiéramos podido hablar de una buena película. A lo mejor aquí es donde radica la diferencia entre Tarantino y Rodríguez, cuates y colegas. En la manera de asimilar y devolver a la pantalla lo asimilado, lo recibido.
Pero el mayor error, en mi opinión, es ser timorato en donde no había que serlo. Es evidente que la película rinde pleitesía a un cine mucho menos políticamente correcto que el actual. Está llena de sangre, vísceras y tías en bolas o vestidas muy provocativas sin venir a cuento. El problema es que se muestra vergonzoso de mostrar esto. Si tiene una tía buena en bolas y no viene a cuenta, ya que la has puesto, muéstrala en su esplendor, no la escondas. Si pones una escena de sexo gratuita, sé consecuente y desarróllala, no cortes cuando empieza el folleteo. Si pones una barbaridad hecha con el machete, que la sangre salpique. En caso contrario, es un quiero y no puedo. Me da mala espina, como que quieras ir de provocador, pero te asuste escandalizar… no sé. Es ser poco consecuente. Por eso me llama un montón la atención el chiste del móvil al principio de todo de la película, especialmente por lo potente y evidente del sonido. Es un chiste bestial y, sin ser nada elegante, está contado con elegancia. Muy atrevido.
Pero más allá de esto, la película te da lo que promete al ritmo de la música de Tito & Tarantula. La mayoría de los actores se nota que se lo han pasado genial en sus papeles y que realmente era un club de amigos que estaban juntos para hacer algo divertido y sin pretensiones ni complejos. Robert de Niro está muy divertido y Jeff Fahey vuelve a demostrar su calidad como secundario de lujo. También está bien, sorprendentemente, Steven Seagal, que se rie bastante de sí mismo y el tipo de papeles que suele interpretar. ¿Y qué decir de las Féminas? Salvo Jessica Alba, que sale muy guapa y que parece que pase por allí, divina de la muerte, el resto es atractivo para tíos. Incluida Michelle Rodríguez, cuyo excelente personaje (hablando de este tipo de películas) desaparece cuando pierde un ojo y la vergüenza a la vez vistiendo unos pantalones de cuero con el tiro muuuuy bajo y un sostén. Es decir, las mujeres son carnaza para varones. Como tiene que ser en estas películas. Hasta hay enfermeras (2) en minifalda, sueño húmedo de bastante hombres…
Resumiendo. Una película que te da exactamente lo que te promete, lo cual, es genial. Recomendable, sabiendo qué es lo que vas a ver. Lo que me apena un poco es que tenía mimbres para ser mucho mejor. Y sin mucho esfuerzo. Y de verdad lamento que no se vean más tías en bolas y más barbaridades. Es lo que pedía la historia y este tipo de película. Si coartadas o excusas.

jueves, 14 de octubre de 2010

Trailer redux

Para celebrar el 25º aniversario de "Back to the Future", han reecho el trailer de la película original. Qué cosas...

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Hacen "Los Simpson" autocrítica?

Matt Groenings y Co. han decidido encargarle al polémico artista Banksy la cabecera del último capítulo de la presente temporada. Cual fue su sorpresa cuando vieron que se ha marcado esto:



La polémica ha sido de órdago dentro de la FOX.
La contestación de los productores de la simpática família amarilla ha sido:
"Esto es lo que pasa cuando se externalizan cosas"

viernes, 1 de octubre de 2010

Metroid: The other M

Años estando tan tapadita y mira ahora a Samus Arán. ¡Vivan los pixeles!

Guybrush en "Starwars: el poder de la Fuerza 2"

Se vé que Guybrush Threepwood se ha aburrido de surcar los mares del caribe y se ha apuntado a surcar el espacio para el Imperio. ¡Que cosas!