domingo, 20 de diciembre de 2009

La (dolorosamente esperada) decepción del año: "Avatar"


Una de las cosas buenas que tiene hacerse mayor es que tu carácter se va templando. También tus fobias y tus filias. Aunque es posible que, cuando ya eres demasiado viejo, empieza el proceso contrario y la templanza se vaya al carajo y tus filias y tus fobias se instauran con el soniquete de “soy muy viejo para cambiar ahora”, frase que se traduce como “este mundo nuevo me apabulla.” Es inevitable que los años nos vuelvan conservadores y que recordemos con nostalgia los “golden years” de la juventud.

Eso también pasa en los cineastas. Los años los vuelven conservadores y, curiosamente, se van volviendo cada vez más clasicistas. Le ha pasado a Steven Spielberg, a Francis Ford Coppola, Fernando Trueba y a una lista infinita de directores y/o escritores. Basta con ver sus últimas producciones para ver que rezuman clasicismo por los cuatro costados. También le ha pasado a James Cameron.

Venimos oyendo hablar de Cameron y su “Avatar” desde hace unos 15 años. Estos dos términos siempre estaban asociados a frases como “lo nunca visto en el cine”, “Va a cambiar la historia del cine” o “increíble”. La experiencia me ha enseñado a ser muy cauto con estas afirmaciones, pues soy consciente de que, en el fondo, son cosas del marketing. Y me iba volviendo cada vez más cauto a medida que iban pasando los años. Recibía noticias de que Cameron trabajaba en la película, pero no recibía un buen feedback. Cameron trabajaba en un proyecto que corría serio peligro de volverse obsoleto. Por otra parte, es indudable que, a pesar de mi cautela, después de años de estar oyendo cuan maravillosa era esta película, mis expectativas fueran algo moderadas. Es inevitable esperar que, al menos, parte de lo que decían que era la película fuese verdad.

El caso es que el 18 de Agosto se estrena el tráiler y me decepciona profundamente, a pesar de que, como digo, mis expectativas eran moderadas. Esperaba ver algo novedoso en diseño, algo que cautivase mi imaginación, lo nunca visto. Pero lo que vi, ya lo había visto antes. Y mejor. Desgraciadamente para Cameron, el mismo día que iba a estrenar su flamante película, el 18 de diciembre, Square-Enix iba a hacer lo propio con su Opera Magna videojueguil “Final Fantasy XIII”, donde los japoneses sí que han diseñado un mundo fascinantemente novedoso. Reconocible, sí(es la parte 13 de la saga), pero rabiosamente novedoso y del que puntualmente recibíamos abundantes imágenes en movimiento y vivos colores mediante youtube. Me resultaba más atractivo el mundo de Lightning que el de Jake Sully. El caso es que me dije que, Cameron, que es un tipo listo, probablemente se hubiera guardado las mejores cartas en la manga. Que quedaba mucho por ver.

El cine, los medios icónicos de masas, en realidad, son cosas muy recientes. Y al igual que a la literatura le ha llevado milenios desarrollar una gramática y sintaxis, que ha sido en gran parte heredada por estos medios icónicos de masas, es de esperar que estos, poco a poco, vayan desarrollando un lenguaje propio. Yo lo deseo con fervor. La herencia literaria es, en muchos casos, un lastre. Por suerte, estimo que esto va sucediendo poco a poco. Ya estamos viendo estructuras dramáticas imposibles en la literatura, como las alteraciones temporales: flashbacks y flash forwards, pero también bullet-times, congelaciones y alteraciones varias del ritmo narrativo en el tiempo, todos efectos especiales que, bien usados son una poderosísima herramienta narrativa. Ej. “Perdidos”, “The Matrix” o “The Watchmen” (Ver post de la película en este mismo blog).
Dicho esto, cual es mi sorpresa que, al ver la película me encuentro que:

a) Efectivamente, la película no tiene nada que no se haya visto ya, muchas veces mejor: Robots procedentes de Shirow, vehículos voladores que podrían haber conducido los G.I.Joe y selvas heredadas de cientos de juegos de rol japoneses, incluido ese árbol casa que recordaba poderosamente al “Secret of Mana”. Han hecho un batiburrillo de referencias, cosa lícita( los Wachowski llevan años vendiéndonos mangas conocidos, como Dragon Ball, en imagen real y tragamos como angelitos) pero en este caso, ha sido más que utilizar una referencia, ha sido un trasplante en toda regla. Cameron, incluso, ha cometido la desfachatez (y desvergüenza) de auto citarse.
b) La historia es sencilla y previsible a más no poder. Es un guión que se ve viejo y poco trabajado. Vale. Eso no tendría por qué ser un problema, todos los días nos tragamos películas así y no protestamos. Pero es que las películas anteriores de Cameron eran mejores en este aspecto, aunque nunca fue demasiado brillante. Es evidente que ha dado un paso atrás. Una lástima. Paso de meterme en el argumento Happy hippy neo-rave, aunque ahí tendría para rato. Además, tengo que volver a sacar lo de la desfachatez de auto citarse.
c) Pero el peor de los errores es el terrible clasicismo del que peca la película. Está rodada como hace 30 años. Cameron no ha arriesgado nada en la narrativa, la dramaturgia. Para él, el cine que se ha hecho en los últimos años, no existe. Me da que pensar que hubieran hecho Robert Rodríguez, Spike Jonze, David Fincher o Chris Cunninham con este material. Sería una película distinta, más dinámica y novedosa. E infinitamente más espectacular. Me duele pensar como se desaprovechan las escenas del entrenamiento de Sully con movimientos de cámara y puntos de vista totalmente desfasados. Las escenas en las copas de los árboles se ven más demodé que las del Tarzan de Disney. Los entornos se nos muestran, no se nos enseñan. Por otra parte, no hay una puñetera escena de transición. Ya en Star Wars, de 1977, las había a cientos. La batalla aérea final es prácticamente idéntica a la escena del Harrier de “Mentiras arriesgadas” y la batalla de Jake contra el robot a la escena final de Aliens el regreso. Pero es que son prácticamente iguales en fondo (lo que cuenta) como en forma (como lo cuenta).
d) El 3D no funciona. A mí solo me sirvió para ver mucho del metraje borroso, perder definición y discriminación cromática y me dolieran los ojos y la cabeza. El futuro del cine, desde luego, no está en unas gafas de cristales polarizados que pesan un güevo. Si los directivos de cine esperan eso, van frescos.
Es decir, que lo de cambiar la historia del cine, la manera de hacer el cine y blablá, nada de nada. Lo único que realmente aporta es una tecnología para crear mundos y personajes por CGI alucinante. Hay que dar al césar lo que es del césar, técnicamente es impresionante, sobre todo, la creación de los Navii principales (los demás solo son pasables) y ciertos escenarios que aparecen fugazmente. Pero ya está. No hay más. Desde luego, este no es el futuro del cine. Es incluso su pasado. Pero me hace mucha ilusión lo que se va a poder hacer con esta tecnología en manos de gente más capacitada e imaginativa que Cameron. Para empezar, Spielberg y Jackson la están utilizando para sus películas de Tintín y Guillermo del Toro, para el Hobbit. Esto sí que me hace albergar buenas expectativas. Es gente desbordante de imaginación visual.

Es evidente que Cameron es un visionario desde el punto de vista tecnológico. Lo ha sido siempre y lo ha vuelto a ser. Pero se ha vuelto a olvidar (esta vez de un modo flagrante) que, además, es un narrador, ya que hace películas, no experimentos tecnológicos. Se ha enfrascado en la tecnología y se ha olvidado totalmente de la parte artística. Pero no le ha salido un producto malo. Es muy entretenido y divertido. Pero nada más. Ni siquiera es emocionante o especialmente novedoso o espectacular. Es un batiburrillo de referencias, un déjà-vu de muchos otros productos icónicos, solo que mejor hecho desde el punto de vista técnico. No deja poso. Dentro de nada, cuando pase la fiebre, será solo otra película más. Poco para lo que se esperaba. Poco para lo que se decía.

Ahora hasta me da algo de miedo lo que vaya a hacer con “Alita Combat Angel”, su próximo proyecto. No me gustaría que estropeara el trabajo de Yukito Kishiro rodando el motorball de la manera tan plana como rodó las escenas de guerra de “Avatar”…

viernes, 11 de diciembre de 2009

Lego Matrix

Es bastante curioso

jueves, 10 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Que peridico lee Whiplash

Sacado de los stills de Iron Man II. Mirad los recortes pegados en la pared. Y en primer plano...:
http://movies.yahoo.com/photos/movie-stills/gallery/1737/iron-man-2-stills#photo3

sábado, 28 de noviembre de 2009

Flashforward


Esta no es la primera ocasión en la que hablo de una serie en este blog. Pero sí que es la primera vez que hablo de una cuando solo he visto los primeros capítulos. A pesar de que en los tiempos actuales, la inmediatez se ha hecho el referente, debemos de reconocer que tal vez sea un poco precipitado escribir sobre una serie que apenas ha mostrado nada. ¿O sí? ¿Cuándo podemos decir”bueno, ya sé qué es lo que me va a ofrecer esta serie”?. Desde luego, la cantidad y calidad de series que actualmente se están haciendo hace que no les demos demasiada cancha.

Creo que todos conocemos de qué va la serie: durante 137 segundos, la conciencia de toda la humanidad viaja seis meses en el tiempo hacia el futuro. Veinte millones de personas mueren durante esos 137 segundos debido a los accidentes que provoca desconectar de la realidad mientras conduces, estas subiendo las escaleras del metro o, simplemente, andando por una calle con mucho tráfico. Pero los que sobreviven, vuelven al pasado con 137 segundos de su futuro. Y a muchos no les gusta nada lo que han visto. Como a Mark Bendford, un agente del FBI de Los Ángeles ex alcohólico. En su flashforward ve como se le ha asignado a él la investigación del fenómeno y ya tiene la solución. Está en su despacho, decorado por un mural con todas las claves del asunto, terriblemente desolado y borracho, cuanto unos tipos con máscara entran con el propósito de matarlo. Desgraciadamente, Bendford no ha podido traerse del futuro nada más que recuerdos del mural que adorna la pared de su despacho, lo suficiente como para iniciar la investigación y la reconstrucción de mundo del futuro mediante el llamado “Proyecto Mosaico” que les llevará a aquellos hechos.

Ante todo, debo decir que, como en las últimas series que nos están sirviendo los americanos, la factura es excelente. Se ha invertido dinero y esfuerzo en que el acabado de la serie sea sobresaliente, digno de una historia de categoría. Tampoco se ha escatimado en obtener un solvente casting, encabezado por el reconocido actor de teatro británico Joseph Finnes, más conocido por el Shakespeare enamorado que arrasó en los Oscar hace unos años, acompañado de John Cho o Jack Davenport, actores de larga carrera y reconocida profesionalidad. Entre las apariciones episódicas, hasta ahora han pasado actores de la talla de Thomas Kretschmann o Peter Coyote. Con todo ello, quiero decir que se confía en el producto y que se ha hecho un esfuerzo productivo en que la cosa salga bien. Pero el producto dista mucho de ser perfecto.

La serie esta basada en una novela corta de ciencia ficción del autor canadiense Robert J Sawyer. He leído la novela y es entretenidilla, aunque ninguna maravilla. Si bien, los guionistas solo han tomado de ella el argumento (el Black out global) y varias e interesantes ideas, como la del “Proyecto Mosaico” que, creo, me dan una idea de por donde van a ir los tiros en la serie. Y digo creo porque la serie es, hasta narrativamente, otra cosa. Mientras en la novela la acción se centra en una investigación científica de las causas del incidente por parte del físico Floyd Simcoe con una subtrama (que deviene en importante) policial, en la serie la investigación es policial y son los científicos los que son secundarios. De hecho, en la serie, aunque Simcoe parece ser un personaje importante, aun no le han dado cancha.

El problema radica en que la trama está muy diluida. Me explico, hay demasiadas líneas argumentales que se mezclan. Están, entre otras, las historias de Bendford y su investigación, Bendford y su alcoholismo, la de su mujer y Simcoe, la de Demetri y su muerte, la de Simon, la de Simon y Simcoe….¡buf! Demasiadas historias. Y eso que hemos solo citado algunas de las principales. Hay muchas más, algunas secundarias en exceso y que, por ahora, no aportan nada a la serie. Esto hace que los personajes estén, en general, mal dibujados. En ningún momento puedo dudar en que a todos, al menos los principales, les han creado un adecuado trasfondo, si bien no se puede ver por simple acumulación de hechos. Además, por momentos te pierdes en qué es lo que te están contando, hasta que recuerdas quien es ese personaje que acaba de entrar en escena y qué es lo que ha visto en su Flashforward: no ves en el momento las piezas necesarias para seguir lo que te están contando, lo que provoca un desconcierto no muy agradable. Pierdes el hilo en demasiadas ocasiones. Y eso no es bueno. Por eso, los mejores capítulos son aquellos en los que se centran casi en exclusiva en uno o dos de las historias, como en el 5º. Porque además, esto de centrarse permite alcanzar cierta tensión narrativa que, normalmente, no tiene.

He visto 9 capítulos. En teoría van a ser 13, aunque he oído que lo han prolongado a 25. Realmente el que más me ha gustado ha sido el 5º por lo ya dicho y porque tiene un tiroteo muy interesante con “Like a Rolling Stone” de fondo. Además, es el único que termina con un Cliffhanger de verdad, aunque relativizable…en el sentido más einsteniano. Y ese es otro problema. Cada capítulo termina con un cliffhanger que hace que quede en alto. Pero,¿merece la pena ver 43 minutos para que realmente solo sean interesantes de verdad los 2 ó 3 últimos? Además, el siguiente capítulo no recoge la tensión del fin. Como ya hemos dicho, se diluye.

¿Estoy diciendo que es una serie mala? No, en absoluto. Es muy entretenida y agradable de ver. Es cierto que no se siente esa tensión narrativa que se siente en “Perdidos” o la 1ª (y excelente, no nos olvidemos) temporada de Héroes que te impele a querer saber más y más. Pero sí que despierta interés “intelectual”; tu curiosidad. Pero es una serie de muy corta vida. No sé si la cosa da siquiera para 25 capítulos. No tiene tanto vuelo. Yo creo que, en este caso, menos es más: Una temporada con poca paja, con un gran final en alto y a otra cosa mariposa. Puede dejar un gratísimo sabor de boca y ser un producto realmente digno.

Desde luego, y pese a lo que digan los críticos, está muy lejos de “Perdidos”. Pero es que la obra de Lindeloff, Cuse y Abrams es algo muy grande…..

lunes, 26 de octubre de 2009

La escena más cara de la historia de la televisión

La escena más cara de la historia de la televisión (en ficción, por supuesto) es esta:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/26/television/1256562474.html
Con ella da comienzo la 10ª temporada de CSI Las Vegas. Son unos dos minutos de Bullet time en las que, paradojas de la vida, aparece Laurence Fishburne...
El anterior record lo tenía el accidente del Oceanic 815 de "Perdidos"

¿Sabes quien son?

http://www.elseptimoarte.net/imagenes/noticias/7155.jpg

domingo, 25 de octubre de 2009

Pixar reloaded


Realmente gracioso:


http://www.collegehumor.com/video:1921845

Ciencia ficción de calidad made in Spain: Los Cronocrímenes


En varias ocasiones he comentado en este mismo blog que me llama la atención que en España se le tenga tanto miedo a las películas de género, siendo en ellas donde mejor producción estamos teniendo en los últimos años. Los grandes éxitos del cine de nuestro país están siendo comedias bufas tipo Torrente, Thrillers y películas de ciencia ficción o terror. De hecho, nuestros guionistas y directores están empezando a abrirse una buena brecha en la meca del cine mediante este género en concreto.

Uno de estos directores es Nacho Vigalondo. Después de su nominación a los Oscar con su corto “Las 7:35 de la mañana”, su prestigio en la costa del Pacifico se hizo evidente. Se le ofrecieron varios proyectos, que, o no salieron, o no eran interesantes, por lo que volvió a España para rodar su primer largo, el que hoy nos ocupa y probablemente una de las mejores películas de ciencia ficción que se haya hecho en España. Desgraciadamente, como pasa con obstinada reiteración en este país, un producto de esta calidad ha pasado bastante desapercibida de la manera más injusta que nos podamos imaginar. Desde aquí, quiero reivindicarla con todas las letras. Es muy buena y, sobre toda, humilde, sin pretensiones, lo que en este caso es una gran cosa, ya que se define (y defiende) solamente por lo que es.

Un aburrido burgués está construyéndose, con su mujer, un chalet en la sierra, en algún innominado lugar del norte del país. En un momento en que su mujer viaja al pueblo, se dedica a mirar al bosque con unos prismáticos, cuando ve a una joven que se quita la camiseta y le enseña los pechos. Un momento después, la ve totalmente desnuda, apoyada sobre una roca, como muerta. Así que, con malsana curiosidad, se acerca a verla. Llega al claro del bosque, donde se encuentra la chica, cuando un tipo embozado en un costroso abrigo y con unas curiosas vendas rosas cubriéndole la cara, le clava unas tijeras en el brazo y empieza a perseguirle hasta una mansión en un claro, una fundación científica. Y hasta aquí puedo leer, como decían en el Un, dos, tres.

Vigalondo nos ofrece una estupenda y compleja historia de ciencia ficción que parece que vaya a amoldarse a los cánones del género de terror (el perseguidor, la mansión misteriosa…) para trascenderlos totalmente a medida que pasan los minutos de manera excepcional. Reiterar que no es una película de miedo, es de Ciencia Ficción.

Es cierto que al principio, la película puede resultar algo rara. Además, la escena de la chica desnuda desconcierta en un primer momento por lo extremadamente gratuita que parece. Pero en minutos, se ve que todo, hasta el menor detalle tiene un porqué perfectamente explicable y ves que el guión es excepcional y no deja nada al azar. Es una pieza de relojería excelente, donde todos los engranajes encajan de manera impecable.

Pero de nada serviría un guión bueno en manos de un director inútil. Pues Vigalondo nos ofrece una dirección austera, de colores apagados en el entorno frente al color rojo chillón que deviene en esencial en la narración de la película. Se nota que el presupuesto de la película debió de ser algo más que ajustado, pero no se echa en falta nada que hubiera podido estar y no esté. Es decir, han hecho de lo espartano del presupuesto una virtud, ya que se centra en lo esencial, dejando fuera cualquier tipo de distracción o floritura, creando un curioso efecto dramático de austeridad que es muy saludable, la verdad.

También conviene destacar la labor de los 4 actores. Los cuatro excepcionales, en especial Karra Elejalde, desquiciado y contenido y una notable Bárbara Goenaga, con un personaje bastante poco agradecido y hasta algo desagradable de interpretar.

Creo que en este punto, merece la pena callarse y dejar hablar a la película. Todo lo que diga a partir de aquí, será demasiado. Solo quisiera acabar diciendo que ya pueden aprender muchos que se las dan de grandes guionistas y directores a controlar así de bien una película tan compleja y hacerla tan sencilla de entender.

Nadie es profeta en su tierra. En este caso es verdad y es una pena.

Muy recomendable.

Tarantino Comes back: Malditos Bastardos


El cine bélico ya no está de moda. Como todo relato bélico, detrás de todas las escenas de batallas, luchas y muerte, subyace la glorificación del vencedor y la exaltación de un valor como el ardor guerrero, el patriótico u otro semejante. Para ser sinceros con la historia y con nosotros mismos, más allá de lo reprobables que fueron los hechos de los nazis en los años 20, 30 y 40 del pasado siglo, nunca se ha abordado en los medios con seriedad la terrible injusticia y humillación que para el pueblo de Alemania supuso el tratado de Versalles. Los ganadores de la primera guerra mundial acogotaron a los alemanes haciéndoles carne de cañón propicia de caer en las manos de los exaltados del partido Nacionalsocialista.

Pero no nos desviemos del tema, el cine. El punto clave que marca el paso del cine bélico de la propaganda a la denuncia fue la Guerra de Vietnam. Películas como Apocalipse Now, empezaron a mostrar que la obtención de la gloria no tiene nada de glorioso y que matar a hombres trae siempre nefastas consecuencias, aunque sea en batalla. Por otra parte, empezó un movimiento fílmico que mostraba el desencanto del guerrero, al ver que, al volver a casa, el estado, la patria, no le concedía ni el reconocimiento ni el merecido “reposo” del que eran merecedores por haber luchado en su nombre. Este movimiento fílmico mostraba que en las ciudades de los USA había ya abundantes enemigos sin necesidad de irlos a buscar a lejanas selvas de países comunistas con nombres difíciles de pronunciar. Es la época donde surgieron “Easy Rider”, las películas de justicieros urbanos protagonizadas por Clint Eastwood o Charles Bronson. Incluso años después, “Acorralado”, la película donde aparecía por primera vez John Rambo, era fuertemente antibelicista.

Pero es indudable que el cine bélico tiene algo especial, que es la fascinación que a todos nos causa “el horror”, como susurraba Kurtz. Y hay pocas cosas más horribles que la guerra, el crimen, la muerte, el salvajismo y la degradación del hombre a una mera bestia rendida a su instinto de supervivencia. En definitiva; la violencia. Por eso, llamó mucho la atención que alguien como Tarantino, cuyas películas tienen fama de “violentas” decidiera hacer una película en la madre de todas las guerras: la segunda guerra mundial.

Y aquí es donde hay que empezar a hacer consideraciones:

La primera ¿Es Tarantino un director violento? La respuesta es, sin lugar a dudas, que sí. Pero no tanto como la gente cree. Dejando fuera la primera parte del Díptico “Kill Bill” por su adscripción al género “Wuxia”, las películas de Tarantino consisten en momentos de tensión que se resuelven en violentas explosiones de violencia física muy puntuales. Y esto se va acentuando cada vez más, a lo largo de las películas, llegando al colmo en la que hoy nos ocupa. Pondré un ejemplo: En Pulp Fiction, Jules Wingfield y Vince Vega entran en casa de unos chicos, unos surferos, que habían intentado robar una misteriosa maleta al gran capo, Marcellus Wallace. Empiezan hablando de Hamburguesas para pasar a hablar del porque del intento de robo. Vince y Jules recuperan la maleta con lo que sea que los chicos robaran. Pero la tensión sigue subiendo. Jules comienza a recitar la biblia: “Ezequiel, 15:20: El camino del hombre recto…” La situación, que se ha tensado mucho, acaba con un ajusticiamiento que no dura ni 3 segundos. Pero que ha dejado una marca indeleble en nuestra mente.

La segunda consideración es si “Malditos Bastardos” es una película bélica. Para mí es más bien un pseudo-western que se desarrolla “Once upon the time…Nazi Occupied France”. Están los Marshalls (El Sargento Hicock), los indios (Aldo Raine y los Bastardos), y el ambiente insano de los Spaghetti western de Sergio Leone. De hecho, el gran hallazgo del filme, el Coronel Hans Landa me parece claramente basado en los personajes que Lee Van Cleef interpreto para el Italiano en la trilogía de los dólares, especialmente “el malo” de “El bueno, el feo y el malo”.

La tercera consideración es si, en realidad, esta es una película de acción en sensu estricto. La verdad es que si se piensa fríamente, con la excepción del comienzo del 5º capítulo “La venganza de la Cabeza Gigante” toda la película se desarrolla en torno a una mesa. Son conversaciones de mesa, en donde la tensión va aumentando poco a poco y estalla con fugaz pero contumaz violencia, tal como hemos comentado anteriormente.

Creo que, llegado a este punto, lo mejor es ir exponiendo estas ideas capitulo a capítulo:

Érase una vez, en la Francia ocupada: Este capítulo nos presenta a Hans Landa, el cazador de judíos en una larga conversación de cocina con Monsieur Lapadite, un granjero francés, acusado de ocultar judíos. Es un capítulo largo y donde el idioma y los dobles sentidos cobran una importancia capital, definiendo el tono del film.
Inglorious Basterds: Aquí se nos presenta a Aldo Raine y sus chicos. Es un capítulo corto consistente en un largo flashbacks donde un soldado le cuenta a Adolf Hitler, sentados en la oficina de este en Berlín, las razones por las que salió vivo de un encuentro con “El Apache”. Nos muestra que los Basterds son bastante pacatos y simples, además de un poco salvajes.
Noche alemana en París: Se nos presenta a Shossana Dreyfus, superviviente del 1er capítulo, convertida ahora en Madame Mimmieux y la relación que esta establece, por fatal intercesión del Héroe alemán Frederick Zoller, con Goebbels y demás jerarcas nazis (Incluido Landa) a través de diversos encuentros en cafés y restaurantes.
Operation Kino: Shossana decide vengarse de los Nazis matando a Goebbels y Landa. Por su parte, los Basterds escoltan a Archie Hicock en su encuentro en un bar con un espía dentro de las tropas nazis para organizar un complot para asesinar a Goebbels en París. Este es el capítulo más largo y tenso. Su fin es abrupto y violento.
La venganza de la Cabeza Gigante: Es el capítulo más violento en tanto en cuanto que es el único que podríamos llamar “bélico”, en el que hay escenas de combate bélico, la ejecución de la Operación Kino que se planteaba en el capítulo anterior. Pero para no romper con la “rutina” de la película, el momento esencial ocurre en una tasca, lejos de la acción.

He sido parco adrede, pues creo que es interesante ir descubriendo la historia poco a poco, descodificando los diálogos, especialmente largos, complejos y excelentes. Parafraseando a Manoel de Oliveira, esta es, esencialmente, una película hablada y coral. Mucha gente quedó impresionada por el hecho de que Brad Pitt, en teoría, la estrella, solo salga en pantalla unos 20 minutos de la película, de más de dos horas.

Para no alargarme, menciono lo que, para mí, es lo mejor y lo peor:
Lo mejor:
Hans Landa, malo que entra directamente en los anales del cine, así como el actor que lo interpreta, el hasta ahora desconocido Christoph Waltz.
El estilo bufo, exageradamente Redneck, de Raine, especialmente cuando se cree que sabe hablar italiano.
La larguísima escena de “La Louisiane “, casi 30 minutos, donde la tensión se masca como el chicle
Shossanna Dreyfus y su cinéfila venganza. La belleza tranquila de Melanie Laurent.
El ucrópico y sangriento final
Lo peor:
El exceso de personajes lleva a una obligatoria esquematización de casi todos. Es una pena desperdiciarlos, se perciben bastante jugosos, además de estar interpretados por actores muy capaces.
Creo que hay cierta descompensación entre los componentes de la película. Está algo coja.
El doblaje en España: un crimen
Ciertos lazos que quedan sin explicar o insuficientemente explicados.
El ucrópico y sangriento final (¿en lo mejor y lo peor?). Pues sí…

Los Sustitutos


¿Sabéis? De vez en cuando da gusto que uno tenga que comerse sus propias palabras. Este es el caso. Así que considerad este post como la constatación de un cambio de opinión. La cuestión ahora es, ¿en qué cambia de opinión este hombre? Lo explico: Los que me leéis con frecuencia sabéis que, en reiteradas ocasiones he dicho que desde hace unos años hasta ahora, la ciencia ficción estaba muerta, ya que la realidad tiene la extraña manía de superarla constantemente. Además, también sabéis que debido a eso, ha perdido la capacidad de fascinación y ensoñamiento que tenía en los años 60 y 70 del siglo XX. La magia que otrora atesoraba.

Pero no es que la ciencia ficción hubiera desaparecido. Solo estaba agazapada, esperando para resurgir. Y creo que, a estas alturas del año, puedo decir que ha despertado. Espero que haya vuelto para quedarse. Para restringirnos al cine, tenemos ejemplos de sobra, desde “Distrito 9” hasta “Avatar”. Además, si consultamos un poco IMDB vemos la cantidad de proyectos que están en desarrollo en estos momentos. Tal vez no sea la ciencia ficción de otrora, pero no deja de ser lo que es. Ya sabéis; nada se crea ni se destruye, solo se transforma.

Otro ejemplo del resurgir de este género que se suma a las ya citadas, es la película que hoy nos ocupa, “The Surrogates”, traducida en España como “Los sustitutos”, una traducción cercana en significado pero que no capta todo el significado de la palabra inglesa.

La historia es sencilla; una empresa inventa unos avanzados robots personificables y controlables con la mente que actúan de alter egos y permiten a la gente hacer su trabajo a través de ellos. Usarlos se convierte en una experiencia muy cercana a la realidad. Poco a poco, se va imponiendo una paranoia social a las enfermedades, el aire libre, el prójimo, que lleva a que sean estos robots los que acaben haciendo la vida de sus usuarios, mientras que ellos se quedan en casa, asustados y degenerando a pasos agigantados. En este contexto, aparece un humano con un arma que puede destruir a los robots y, de paso, matar a su poseedor, conectado en su casa. Dos detectives del FBI se ponen a investigar a un grupo de “rebeldes” que se niegan a utilizar robots y que se encuentran marginados en una ciudad derruida. Pero el robot del protagonista, Bruce Willis, es destruido, no sin antes ver cosas que hacen que las cosas no cuadren. Por eso, decide ponerse a investigar el mismo, sin intermediarios.

La historia es clásica, el desarrollo es clásico y la película respira clasicismo por los cuatro costados: sencilla, directa, sin ambages y sin pseudofilosofía (mal en el que suele caer el género). Es un simple entretenimiento para pasar el rato que, sin embargo, desde su humildad, cuenta con varios aciertos muy interesantes. El primero es que muestra, de forma somera y como quien no quiere la cosa, un fenómeno muy real; la paranoia social que nos aflige: la gente, gracias al Internet, el chat y demás inventos, cada vez le tiene más miedo a las relaciones directas, obteniéndose una deshumanización o un desapegamiento social que algunos psicólogos empiezan a llamar “Stand Alone Complex” o complejo del aislamiento. Tal vez lo explique más en detalle en un futuro post.

Otro hallazgo interesante es que su estructura formal, tan clásica, se convierte en una virtud, al potenciar la historia, el fondo, sobre la forma. Al ser la historia tan sencilla y directa, la potencia, dando lugar a un producto de fácil consumo pero no por ello pueril. Las sencillas tesis sobre las que se sustenta quedan potenciadas, en especial, el dilema moral del protagonista. Si, después de verla, uno se queda un ratito pensando qué es lo que ha visto, ve que ni lo que te ha contado es tan sencillo como aparenta ni la historia tan inofensiva.

Pero lo mejor de la película es la falta de pretensiones, algo de lo que ando muy escaso hoy en día el cine de Hollywood. Y eso no quiere decir que la peli sea cutre. Se ve que la han trabajado, pero que querían un tipo de producto que, sinceramente, hoy en día, con la escalada de presupuestos que en los últimos tiempos se estaba estableciendo, se ve algo demodé.

Es una película entretenida, amena y agradable. Clásica en su concepción y terriblemente moderna en su historia, merece verla y pasar un buen rato. Sin mayores pretensiones.

jueves, 15 de octubre de 2009

Canciones del Brütal Legend




Inches of Blood - Deadly Sinners
3 Inches of Blood - Destroy The Orcs
Accept - Fast As A Shark
Angel Witch - Angel Witch
Anthrax - Metal Thrashing Mad
Anvil - March of the Crabs
Anvil - Tag Team
Apostasy - Sulphur Injection
Bishop of Hexen - A Serpentine Grave
Bishop of Hexen - The Somber Grounds of Truth
Black Sabbath - Children of the Grave
Black Sabbath - Symptom of the Universe
Black Sabbath - Never Say Die
Brocas Helm - Cry of the Banshee
Brocas Helm - Drink the Blood of the Priest
Budgie - Breadfan
Budgie - Zoom Club
Candlemass - Witches
Carcass - No Love Lost
Cloven Hoof Nightstalker
Children of Bodom - Angels Don't Kill
Coroner - Skeleton on your Shoulder
Cradle of Filth - Her Ghost in the Fog
Crimson Glory - Queen of the Masquerade
Dark Fortress - Insomnia
Dark Tranquility - Cathode Ray Sunshine
Deathstars - Blitzkrieg
Def Leppard - Rock of Ages
Dethklok - Mermaider
Diamond Head - Am I Evil?
Dimmu Borgir - Progenies of the Great Apocalypse
Dokken - Mr. Scary
Dragonforce - Through the Fire and Flames
Emperor - Thus Spake The Nightspirit
Enslaved - Frost
Enslaved - Loke
Firehouse - Overnight Sensation
Girlschool - Bomber
Iced Earth - When the Night Falls
Iced Earth - Pure Evil
In Flames - Goliaths Disarm Their Davids
Judas Priest - Battle Hymn
Judas Priest - The Hellion/Electric Eye
Judas Priest - Leather Rebel
Judas Priest - One Shot At Glory
Judas Priest - Painkiller
Kabbage Boy - Girlfriend
KMFDM - Free Your Hate
KMFDM - Rip The System
King Diamond - Cremation
King Diamond - Welcome Home
Kiss - God of Thunder
Lita Ford - Betrayal
Marilyn Manson - Beautiful People
Manowar - Die For Metal
Manowar - The Dawn Of Battle
Mastodon - Crack the Skye
Mastodon - Oblivion Instrumental
Megadeath - High Speed Dirt
Megadeath - Tornado of Souls
Metal Church - Metal Church
Michael Schenker - Group Assault Attack
Ministry - Stigmata
Ministry - Thieves
Mirrorthrone - So Frail
Motley Crue - Dr. Feelgood
Motley Crue - Kickstart My Heart
Motley Crue - Live Wire
Motorhead - Back at the Funny Farm
Motorhead - In the Black
Motorhead - Marching Off to War
Motorhead - We Are the Road Crew
Nitro - Machine Gun Eddie
Omen - The Axeman
Ostrogoth - Queen of Desire
Overkill - World of Hurt
Ozzy Osbourne - Believer
Ozzy Osbourne - Mr. Crowley
Ozzy Osbourne - Diary of a Madman
Prong - Snap Your Fingers, Snap Your Neck
Quiet Riot - The Wild and the Young
Racer X - Technical Difficulties
Racer X - Y.R.O.
Ratt - Lay It Down
Riot - Road Racin
Riot - Narita
Riot - Swords and Tequila
Rob Zombie - Superbeast
Rotting Christ - Ad Notics
Running Wild - Riding the Storm
Sanctuary - Battle Angels
Savatage - Hall of the Mountain King
Saxon - Wheels of Steel
Scorpions - Blackout
Scorpions - Holiday
Skeletonwitch - Soul Thrashing Black Sorcery
Skid Row - Youth Gone Wild
Slayer - Metal Storm/Face The Slayer
Slough Feg - Warriors Dawn
Static-X - Love Dump
Tenacious D - Master Exploder
Tenacious D - The Metal
Testament - For The Glory Of
Testament - More Than Meets The Eye
Tvangeste - Birth of the Hero
UFO - Rock Bottom
Whitesnake - Still of the Night
Wrath of Killenstein - Ignisis Dance

miércoles, 14 de octubre de 2009

Pussy-Rammstein

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

martes, 13 de octubre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

Grand Theft Auto Chinatown Wars

Para los que no conocen esta maravilla de la DS. Ya se ve cuan complicado es de manejar en ocasiones... Pero a mi me mola un montón.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Metal Gear Solid

District 9:¿Xenofobo yo?

A lo largo de varios posts de este blog, he comentado que la Ciencia Ficción se encuentra en franca decadencia debido a que hemos llegado a un momento en que la Ciencia a secas, sin “ficción” como añadido, nos sorprende día sí día también con cosas que hace nada serían consideradas simples quimeras. Pero ocurre que de vez en cuando, un producto, en este caso “District 9”, una película, hace que nos reconciliemos con el género. Y es que pensándolo un poco, la ciencia ficción es la mejor manera de criticar y parodiar a la sociedad vigente en cada momento sin levantar las ampollas que otras maneras más directas podrían provocar. Además, en muchos aspectos, te evitas tener que andarte con determinados subterfugios. Existe una gran tradición en este sentido: “Los viajes de Gulliver”, “El Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, las novelas Pulp de los años 50 y 60 o los filmes de zombies de George Romero. En este sentido, “District 9” representa un caso paradigmático.

Tal vez, la crisis que está sufriendo la ciencia ficción en la actualidad provenga de la falta en los últimos tiempos de esa actitud algo contestataria característica del género. Por ejemplo: las adaptaciones cinematográficas de clásicos literarios que hemos estado viendo los últimos años, como puedan ser “Soy leyenda” o “Yo, Robot”, estaban convenientemente esterilizadas y liberadas de cualquier cuestión que pudiera ser malinterpretada o pudiera ofender a cualquier colectivo y/o etnia. Por otra parte, la Ciencia Ficción vigente en estos momentos se está escorando cada vez más hacia la fantasía y, en el caso del cine, el maximalismo visual, con lo se esta perdiendo un poco la conexión de lo que se estaba contando con la realidad, la sensación de verité necesaria. Esto hace muy difícil que el espectador o lector pudiera sentir cualquier tipo de conexión con los personajes o la historia que se está contando. Un ejemplo pedestre; mientras que en la trilogía clásica de Star Wars podías sentir cierta empatía por Luke, Leia y (sobre todo) Han Solo, ya que se les veía “humanos” en un entorno tecnológico. En la nueva esto es mucho más complicado. La forma, batallas, naves, efectos visuales… enmascaraban a los personajes y sus circunstancias. La forma enmascaraba y anulaba al fondo, que es que, en definitiva, importa. Era difícil sentir empatía.

En el año 1982, una inmensa nave nodriza extraterrestre se para sobre la ciudad Sudafricana de Johannesburgo. Y ahí se queda. Tras varias semanas sin dar ningún tipo de señal, la ONU decide entrar para ver qué hay dentro. Y encuentran en torno a un millón de extraterrestres insetoides. Habían perdido a sus líderes, con lo que, debido a su sociedad colmena, estaban sin dirección. Los “bichos” son trasladados a un gueto justo debajo de la nave, el “Distrito 9”, donde intentan sobrevivir en un entorno cada vez más amenazante. La historia estalla cuando la empresa (privada) que ha sido encargada por la ONU para controlar a los “bichos” decide trasladarlos a otro gueto, lejos de la civilización humana, donde podrán ser mejor controlados, ya que este ha sido construido ex profeso para eso. Es decir: es un campo de concentración en toda regla. Este traslado es encargado a Wikus Van der Merwe (Sharlto Copley), un hombre gris, un chupatintas voluntarioso, el antihéroe por antonomasia. Pero en el transcurso de su misión,sufre un lamentable accidente…

Lo primero que hay que comentar es evidente, la película denuncia la Xenofobia (no podemos hablar de racismo) y lo hace tanto de forma explicita (lo que dice y como lo dice) como implícita (lo que da a intuir): por ejemplo, Wikus es un Boer, vive en Johannesburgo, y aunque intenta ser ecuánime, sobre todo, cara a la galería, es evidente que es tan xenófobo como el que más. Como demostrará con sus hechos más adelante. Y es que la película empieza como un documental sobre “los hechos” basado en entrevistas a los que conocían a Wikus o tiene información interesante sobre lo acontecido. Intercalado a este reportaje, tenemos el registro grabado de las acciones de Wikus durante la operación de desahucio del Distrito 9 a las que se refieren los entrevistados. Poco a poco, a estas dos líneas narrativas de los hechos, ambas subjetivas, se va añadiendo una tercera, la del propio espectador, que ve los hechos a través de la 4ª pared. Esta es, en teoría, el punto de vista más objetivo, si bien ya sabemos que en el cine no existe la objetividad. Es esta última narración la que va primando a medida que transcurre la película. Destaca como lo que vemos como espectadores difiere con lo que te cuentan los entrevistados en la entrevistas y la selección de imágenes grabadas cámara en mano. Lo que tiene un fuerte significado moral: nos hace cómplices de los hechos: hemos visto lo que ha sucedido:¿Qué vamos a hacer?.

En el fondo de la película radica algo tan primigenio como el miedo al “otro”, uno de los motores más potentes de eso que llamamos historia. Miedo al extraño, al de enfrente. Es importante destacar que, por más que los científicos justifiquen en el falso documental el comportamiento de los “bichos” por ser seres coloniales, con diferentes funciones en una sociedad colmena, nadie atiende a razón. Ni los científicos que enuncian estas teorías, latiendo solapada la Xenofobia: el miedo al diferente. Destacar que los humanos que expresan opiniones más radicales y xenófobas son negros, que, sabemos, son los destinatarios naturales de ese tipo de crueles comentarios en Johannesburgo: aquí todos somos culpables; sin excepción.

La película tiene grandes aciertos. En ningún momento intenta dogmatizar o adoctrinar al espectador. Se limita a ponerle un espejo delante de la cara con el azogue de la ciencia ficción. Además, se cuida mucho de juzgar a los personajes o tomar parte por alguien. Por supuesto, la parte “documental” toma parte por la humanidad. Pero es que otras partes de la película se encargan de desacreditar esa postura.

Por otra parte, va introduciendo a los personajes, los hechos y las acciones poco a poco de una manera excelente, lo que demuestra un control de la narrativa y sus recursos prodigioso que no es muy usual. Este prodigio se acrecienta pensando que, tal como hemos comentado, el relato está narrado a través de tres narradores, cada uno con su gramática y dialéctica propias, pero obteniendo en su conjunto un producto final sólido, muy coherente y depurado.

A medida que la película va avanzando vamos conociendo más cosas y aprehendiendo su trasfondo. A la vez, la historia se va alejando del verismo para ir hacia la ciencia ficción más gore y violenta, cercana a los modernos videojuegos, como el Gears of War. Si bien, en ningún momento para a ser una mera atracción de barraca de feria centrada en saturar los sentidos del espectador. Es cierto que nos encontramos con el hecho de que la película es cada vez más sensual, alude más a los sentidos, pero en ningún momento pierde su función narrativa en aras de la espectacularidad. Al final, la película retorna al verismo de una forma brutalmente nihilista que deja la historia realmente abierta. Algunos dirían que demasiado: Puede suceder de todo, lo que, en el fondo, es bastante desasosegante.

Resumiendo. Podemos decir que es una película sobresaliente. Lo que me demuestra 2 cosas:
  1. La ciencia ficción sigue vigente y aun es una poderosa arma de crítica.No hace falta mucho dinero para hacer buenos productos; hace falta imaginación esfuerzo, profesionalidad y ganas de hacer cine, no un mero producto para recaudar pasta el primer fin de semana.
  2. La narrativa cinematográfica y televisiva es muy joven. Intuyo que aun debe de evolucionar mucho y que lo va a hacer. Creo que esta historia no se podría contar de esta manera en un libro. Creo que estamos siendo espectadores del comienzo del alejamiento narrativo del cine de la literatura. Lo que es muy interesante. Pero eso será posible siempre que se piense más en el cine o la televisión que en el dinero. Creo que es esta la vía que hay que seguir para preservar el medio y dejarse de tonterías como las 3D. La gente quiere que le cuenten historias y que se las cuenten bien. Si esta es una porquería, ya puedes meter pasta y 3D, que has fracasado.

jueves, 20 de agosto de 2009

Por fín: Aquí tenemos el trailer de "Avatar"


Tras mucho tiempo, (años) oyendo hablar de "Avatar" y de lo que representaba (que era la leche, el reinicio de la Ciencia Ficción y bla bla), aquí tenemos por fín el trailer de la película. Que quereis que os diga, a mi me recuerda a los Final Fantasy...A ver a vosotros.
http://www.elpais.com/videos/cine/Avatar/nuevo/James/Cameron/elpvid/20090820elpepucin_1/Ves/

jueves, 30 de julio de 2009

Canciones del Guitar Hero 5



Este es el listado definitivo de canciones del Guitar Hero 5. hay algunas que están bastante bien...
- AFI - “Medicate”
- A Perfect Circle - “Judith”
- Billy Idol - “Dancing With Myself”
- Brand New - “Sowing Season (Yeah)”
- Bush - “Comedown”
- Duran Duran - “Hungry Like The Wolf”
- Eagles Of Death Metal - “Wannabe In L.A.”
- Gorillaz - “Feel Good Inc.”
- Gov’t Mule - “Streamline Woman”
- Grand Funk Railroad - “We’re An American Band”
- Iron Maiden - “2 Minutes To Midnight”
- King Crimson - “21st Century Schizoid Man”
- No Doubt - “Ex-Girlfriend”
- Peter Frampton - “Do You Feel Like We Do? (Live)” B
- Rush - “The Spirit Of Radio (Live)”
- Scars On Broadway - “They Say”
- Smashing Pumpkins - “Bullet With Butterfly Wings”
- Spacehog - “In The Meantime”
- Sunny Day Real Estate - “Seven”
- T. Rex - “20th Century Boy”
- The Derek Trucks Band - “Younk Funk”
- Weezer - “Why Bother?”
- Wild Cherry - “Play That Funky Music”
- Band Of Horses - “Cigarettes, Wedding Bands”
- Beastie Boys - “Gratitude”
- Beck - “Gamma Ray”
- Billy Squier - “Lonely Is The Night”
- Blur - “Song 2”
- Bob Dylan - “All Along The Watchtower”
- Children Of Bodom - “Done With Everything, Die For Nothing”
- Coldplay - “In My Place”
- Darkest Hour - “Demon(s)”
- David Bowie - “Fame”
- Deep Purple - “Woman From Tokyo (’99 Remix)”
- Elliott Smith - “L.A.”
- Iggy Pop - “Lust For Life (Live)”
- Jeff Beck - “Scatterbrain (Live)”
- John Mellencamp - “Hurts So Good”
- Kings Of Leon - “Sex On Fire”
- Queens Of The Stone Age - “Make It Wit Chu”
- Rose Hill Drive - “Sneak Out”
- Santana - “No One To Depend On (Live)”
- The Bronx - “Six Days A Week”
- Thrice - “Deadbolt”
- Tom Petty - “Runnin’ Down A Dream”
- Vampire Weekend - “A-Punk”
- Wolfmother - “Back Round”
- Attack! Attack! UK - “You And Me”
- Bon Jovi - “You Give Love A Bad Name”
- Darker My Love - “Blue Day”
- Elton John - “Saturday Night’s Alright (For Fighting)”
- Face To Face - “Disconnected”
- Garbage - “Only Happy When It Rains”
- Kaiser Chiefs - “Never Miss A Beat”
- Kiss - “Shout It Out Loud”
- Love and Rockets - “Mirror People”
- My Morning Jacket - “One Big Holiday”
- Nirvana - “Lithium (Live)”
- Rammstein – “Du Hast”
- Sonic Youth - “Incinerate”
- Screaming Trees - “Nearly Lost You”
- Sublime - “What I Got”
- The Duke Spirit - “Send A Little Love Token”
- The Police - “So Lonely”
- The Rolling Stones - “Sympathy For The Devil”
- The Sword - “Maiden, Mother & Crone”
- The White Stripes - “Blue Orchid”
- Thin Lizzy - “Jailbreak”
- Tom Petty & The Heartbreakers - “American Girl”
- Stevie Wonder - “Superstition”
- Dire Straits - “Sultans Of Swing”
- Megadeth - “Sweating Bullets”

- Jimmy Eat World - “Bleed American”
- TV On The Radio - “Wolf Like Me”
- Queen & David Bowie - “Under Pressure”
- Nirvana - “Smells Like Teen Spirit”
- 3 Doors Down - “Kryptonite”
- Muse - “Plug In Baby”
- The Killers - “All The Pretty Faces”
- Arctic Monkeys - “Brianstorm”
- Mötley Crüe - “Looks That Kill”
- Johnny Cash - “Ring Of Fire”
- Blink-182 - “The Rock Show”
- The Raconteurs - “Steady As She Goes”

viernes, 24 de julio de 2009

martes, 21 de julio de 2009

Spanish movie



jueves, 9 de julio de 2009

Trailer de Queen Blade

Sólo los Japoneses son capaces de unir el erotismo directo de los animes con las luchas rolísticas de los RPG, dando como resultado esto.

Así, Queen´s Blade parece un título con luchas en 2D de la vieja escuela, salpicado de cientos de images y vídeos para sumergirnos en su mundo. Pero lo que realmente llama la atención de este jueoo es el contido erótico, porque si eres de los que escoges a Ivy en en Soul Calibur para presenciar el movimiento ondulado de sus… “cualidades”, ya te imaginas lo que encontrarás en este juego.



Ejem, ejem!

Interesantes escenitas de videojuegos:

Vanguard Princess: Juego de lucha gratis para PC



Los amantes de los juegos de lucha en dos dimensiones como los que SNK y Capcom hicieron para máquinas recreativas pueden gozar de una obra más de este género gracias al altruismo de su creador, Tomoaki Sugeno (que trabajo en la elaboración de títulos como The King of Fighters EX: Neo Blood, Resident Evil 3: Nemeiss e Mega Man & Bass), que tras 3 años y medio de traballo con 2D Fighting Game Maker decidió publicar gratis el juego Vanguard Princess, que tiene una mecánica muy semejante a juegos com Marvel vs Capcom, pero sólo con personajes femeninos con apariencia de anime.Este título funciona bajo Windows, aunque al estar hecho para Xapón, hay que emplear ciertos trucos para hacerlo correr en un ordenador occidental, así como moverse a ciegas por sus menús en japonés (lo que no resulta complicado, pues las opciones de este tipo de juegos son bastante limitadas, y basta con pulsar unas pocas teclas para encontrarse repartiendo estopa).Las animaciones y las ilustraciones del juego son muy buenas para tratarse de un título gratuito, y de indicar alguna pega al mismo, posiblemente estaría en se reducida dificultad.

sábado, 20 de junio de 2009

Terminator salvation: Un nuevo comienzo


Hoy en día está encumbradísimo, es un dios del celuloide debido a una película excesiva en todos los aspectos sobre un barco que se hundió en 1912 por chocar contra un iceberg, pero en 1984, James Cameron no era nadie. Acababa de dirigir la continuación de “Piranha” de Joe Dante y contaba trabajos de dirección no acreditados en alguna película más serie b. Pero una noche, se le ocurrió la idea de un robot cuasi indestructible que venía del futuro para matar a una camarera por el simple pecado de que será la madre de aquel que acabaría con las máquinas en un lejano futuro. Estamos, por supuesto, hablando de Terminator, una película sin mucho presupuesto, pero con mucha imaginación y desparpajo y que marcó, con “Acorralado”, el comienzo del llamado cine de acción de los 80 que arrasó en taquillas. Pero seamos sinceros, hoy en día, este género se ve desgastado y demodé, salvándose solo algunas películas, entre las que se encuentran esta.

En su momento sorprendió por su negritud, era toda de noche, su pesimismo y nihilismo. Además, la hierática interpretación de ese austriaco de nombre impronunciable que era Schwarzenegger caló en la imaginación de los espectadores, aun influenciados por multitud de subproductos de los ’70, en un momento donde los ordenadores y las máquinas con algo de “inteligencia” empezaban a hacerse algo frecuente. Pero en mi opinión, también triunfó por el carisma de ese personaje que ha quedado algo velado en la saga: Kyle Reese. El abnegado soldado que hace un viaje sin retorno, en la hora del cuasi-triunfo para salvar a la humanidad y, de paso, conocer a la madre del mítico John Connor: el salvador de la humanidad, convirtiéndose, sin saberlo, en su padre.

La película tuvo un gran éxito, pero aun así se tardaron 8 años en hacer la secuela, esta vez con profusión de dinero y algo menos de trabajo a nivel de guión, pues, en el fondo era un redux de la primera película con mucho más dinero y algo menos de mala leche y fatalismo. Pero toda la imaginación se había reservado para los efectos especiales y la puesta en escena. Aun hoy en día, después de lo que hemos visto y el tiempo que ha pasado, sigue resultando una película muy espectacular y mucho más que digna. Un espectáculo de lujo con un final abierto, si bien, medianamente optimista. Hoy podemos decir sin rubor (de aquella no tanto, por el género al que pertenece) que es una película buena. Y ya iban dos en la saga.

Pero el idilio no podía tardar. Diez años después, mediante una curiosa pirueta argumental, los productores se sacaron de la manga una tercera parte, en la que ya no estaba involucrado Cameron. La película, desde el punto de vista técnico es impecable, aunque sorprende bastante menos que la anterior, lo que ya es un handicap. Esto se debe a que es una vuelta a lo mismo: el esquema de la película se repite por tercera vez. Y con escaso éxito, pues era todo un “eso ya lo hemos visto”. Además, los personajes resultaban poco carismáticos y la empatía que podías sentir hacia ellos era más bien poca. Un producto menor con varios absurdos a nivel de guión bastante gordos que lastran a la saga entera, como veremos a continuación. Lo mejor eran los 10 minutos finales, que tienen bastante mala leche y, en su momento, hace unos siete años, fueron francamente sorpresivos, pues ganaba el malo, Skynet.

Y con estas, llegamos a Terminator 4, que es lo que nos interesa ahora.

La película empieza con unas escenas en una cárcel que parece que no tienen nada que ver con la saga, si bien, hemos oído claramente los metálicos sonidos de la reconocible banda sonora…pero instantes después asistimos a unos diez minutos de ataque de los humanos a una base de Skynet francamente sobresalientes y destructivos. Es Terminator. Pero es otro Terminator.

La historia de la película es caótica y, si lo piensas bien, un poco absurda desde su comienzo. Muchas de sus inconsistencias e incoherencias provienen de la tercera parte, ya que los loopings temporales allí impuestos complican mucho el desarrollo de una historia coherente. Por otra parte, es evidente que es la primera de una saga, ya que dejan demasiados cabos abiertos. Entre ellos el papel, en el fondo, secundario de John Connor (Christian Bale) frente al de Marcus Wright (Sam Worthington) y el secundadísimo de Kate Brewster (Bryce Dallas Howard), que se suponen los protagonistas. Estos dos personajes van a tener que desarrollarse mucho en las siguientes películas, pues aquí no parecen los grandísimos líderes que nos han dicho que son. Y nos lo hemos creído. Bueno. Según la cronología oficial, aun faltan unos 15 años hasta el final de la guerra. De hecho, aun no han aparecido muchos de los Terminator y armas que hemos visto en flashfowards en las otras películas.

A nivel cinematográfico, esta película es sobresaliente. La planificación de las escenas es muy buena, las escenas de acción de ven y se disfrutan. Esto me gusta mucho, ya que se está volviendo difícil ver que es exactamente lo que sucede en pantalla si no es en “bullet time”. Además, hay un par de planos secuencia francamente buenos, dignos del mejor cine de acción, lo que dice mucho de McG, un director que ha crecido mucho desde aquella tremenda chorrada que eran las películas de los “Ángeles de Charlie”. Me gustaría destacar el color metálico de la fotografía en toda la película, con la excepción de las que se desarrollaban en el core de Skynet. Con posterioridad, me he enterado que la kodak fabricó una película especial para dar con ese tono metálico. Este es el tipo de cosas que me gusta: la ciencia al servicio de la visión de un director.

No me quiero alargar mucho, entre otras cosas, porque para hacer un comentario adecuado, tendría que ponerme a hacer spoilers como un loco y ya he quedado en que lo iba a evitar en la medida de lo posible (no siempre lo logro ^_^)

Decir que me parece una película buena, si bien no pasa de ahí debido a un guión demasiado sencillo en cosas en las que no debía de serlo y demasiado complejo en cosas que no debía de serlo. La verdad es que se han hecho la picha un lío con los saltos temporales…Además, encuentro que además de lo ya citado del poco desarrollo de la mayoría de los personajes, tampoco se nos informa demasiado de qué es exactamente que ocurre en el mundo en ese momento. Solo vemos un pequeño fragmento. Tal vez es que piensen desarrollarlo todo un poco más en un futuro. Aunque yo no apostaría. Pero lo que me mata bien muerto, como a las cucarachas de cucal, son las incoherencias con la saga y los absurdos. Un ejemplo: al final de la tercera parte queda clarísimo que Skynet está deslocalizado. Entonces ¿Por qué vuelven a insistir en destruir “el cerebro de Skynet”?. Cosas así, hay varias.

Lo que me alegró es la presencia de Kyle Reese de nuevo, ya he dicho que es un personaje que me cae bien, aunque también es cierto que sobre él recae el mayor error de la película…Uno muy gordo. Este es otro de los personajes que se tendrán que desarrollar en un futuro.

Pues nada, a esperar a la siguiente.

Star Trek : Un nuevo comienzo


En numerosas ocasiones he hablado en diversos posts de este blog de la necesidad que tenemos los seres humanos de soñar. Desde la cueva hasta ahora siempre ha existido la figura del narrador de historias que hacía soñar a los demás. Estas historias podían ser épicas, como las extraordinarias aventuras de Aquiles, Ulises, Ajax en la toma de Troya o las aventuras y desventuras del Caballero Amadís de Gaula. Pero también podían ser intensos dramas, como Calixto y Melibea, Hamlet o el mercader de Venecia. A lo largo de la historia, ha ido cambiando el medio de narración, oral, escrito, dibujado y, ahora, mediante el cine, la televisión y otros medios interactivos. Pero en estos sueños siempre subyace el anhelo por la paz y el triunfo de la justicia; por la convivencia y, en el fondo, la crítica más o menos velada a la sociedad del momento.

El siglo XX se caracterizó por ser tremendamente inestable y cruento, con dos terribles guerras mundiales que arrasaron Europa y la dejaron dividida en dos bloques estancos que hacían entre ellos otro tipo de guerra, una guerra ideológica denominada “fría”, a pesar de que realmente era muy candente. En este contexto, gran variedad de autores crearon diversos tipos de distopías futuristas en las que ponían de alguna manera en tela de juicio los hechos de aquel momento. George Orwell, por ejemplo, con sus obras “Rebelión en la granja” y “1984”, donde enunciaba la figura del “Gran Hermano”, tan manido hoy en día. Pero donde la literatura se podía permitir ser directa y poco sutil, los medios icónicos de masas se tenían que limitar a insinuar más que a mostrar. Sus críticas se hicieron de forma velada en películas como “Amenaza a la tierra”, “El increíble hombre menguante” o “La invasión de los Ultracuerpos”. Si bien también existen dardos envenenados como “Teléfono Rojo: Volamos hacia Moscú”. En la televisión, esta crítica se tradujo en series como “The Visitors”, “The Prisioner”, “El fugitivo” o “Star Trek”.

Pues sí, la serie de 1966 planteaba una sociedad utópica, “La Federación”, donde reinaba la paz, la armonía y el buen royo entre razas y especies. Esto es evidente al ver la composición de la tripulación de la “Enterprise”: Un asiatico, Sulu, como piloto, un escocés, Scotty como jefe de máquinas, una africana, Uhura, en comunicaciones y un ruso, Chejov, como jefe de ingeniería. Todos dirigidos por un americano, Kirk, y un vulcaniano, Spock.

En esta sociedad idílica, la Federación ha solucionado los males que desde tiempos inmemoriales han asolado a la humanidad y ha extendido una especie de “Pax estelar” por diversos sistemas. Una pax mantenida mediante enormes destructores especiales, como la “Enterprise”, dedicadas a defenderla y, de paso extenderla: “bodly going where no one have been before”. Es decir, una enorme república romana interplanetaria.

La serie original duró, aunque sea difícil de creer, solo 3 años, 74 capítulos. Sinceramente, no sé si nuestra generación está facultada para valorar si la serie era buena o mala. Ha pasado a ser parte integral del ideario de muchos y su impacto sigue estando vigente ahora, en el 2009, 40 años después de su final. Supongo que esto tiene su importancia. Como la tiene el hecho de que, con la irrupción en 1977 de Star Wars naciera una especie de pique entre los treakkis y los seguidores de Star Wars, dos sagas, que si bien ambas se basan en fundamentos similares (la pax impuesta por la violencia, una federación planetaria de especies…), tienen planteamientos muy diferentes. Star trek es más una utopía futurista con vocación realista (cójase esto con pinzas) y Star Wars es una Space Opera con tintes más dramáticos, clásicos: un cuento de los que mencionaba al principio de este artículo. Por eso, yo considero que este pique es un poco absurdo, la verdad. Pero es evidente que existe.

La serie original se prolongó en una serie de continuaciones con distintas tripulaciones de diferentes naves e, incluso, una base espacial, la “Deep Space Nine”, con el citado humanitarismo interplanetario en el sustrato o ideario de todas. También se prolongó con 10 películas, de calidad muy desigual, si bien, como en la saga de James Bond, la media es francamente baja. Por eso, a la hora de replantearse una nueva película de la saga, se ha imitado a los más recientes experimentos en otras sagas y se ha vuelto a reformular casi desde cero. Y que mejor manera para hacerlo que proponer una precuela: como empezó todo. Así, los jovencitos para los que Star Trek ya no significaba nada, podrían sentirse identificados con los jóvenes protagonistas y los ya veteranos sonreirían (nos sonreiríamos) al reconocer cosas que ya vienen de antiguo.

Y que mejor manera que reiniciar la saga que contratando al moderno maestro de marionetas: JJ Abrams. El hombre que nos ha hecho perdernos en una isla caribeña donde el reloj está loco y los osos blancos campan a sus anchas. El hombre que ha llevado a Lovecraft y sus pesadillas a la Gran Manzana y ha convertido la conspiranoia en algo mundano. Un tipo sencillo y trabajador que comentó que él le prefería Star Wars. Lo que le ha dado una lejanía y objetividad, se ha permitido deconstruir la saga y extraer de ella lo esencial, al estar libre de los prejuicios e ideaqs preconcebidas del fan, si bien siendo muy fiel al mundo en el que se sumergía.

Los que hemos visto la serie original más de una vez, nos hemos encontrado con una historia que entronca con la tradición más clásica en un envoltorio de lujo, el que proporciona el dinero. Es la historias del hombre joven e impetuoso que tiene que encontrar el equilibrio para ocupar el puesto que le corresponde y aceptar la responsabilidad de ser quien debe de ser. Pero esto lo hace sin traicionar de sobremanera el nostalgico recuerdo que de aquella serie tenemos, en mi caso, asociado a los bocatas de pan bimbo con nocilla. Es importante tener en cuenta que el recuerdo nostálgico no es verdadero recuerdo, si no que nuestra propia composición, nuestro destilado, de lo que hemos visto. Por eso, es un complejo desafío satisfacer a los antiguos seguidores. En este punto, me parece importante destacar que los muy abundantes efectos especiales están al servicio de la narrativa y no al revés. Y sin embargo lucen esplendorosos en todo momento, lo que indica que los efectos especiales y las buenas historias no son tan incompatibles como creen algunos gafaspasta que hay sueltos por ahí.

La película es pura acción desde el minuto cero. Tiene uno de los comienzos más energéticos desde “Salvar al Soldado Ryan”, aunque mucho menos violento. Y se mantiene a un buen nivel durante toda la película. La historia es interesante y tiene un par de twists argumentales francamente originales, si bien un poco caóticos para el que esté despistado. Además, los personajes responden bastante bien al recuerdo que se puede tener, convenientemente actualizados a los gustos del siglo XXI. El semidesconocido Chris Pine da la talla como Kirk y mantiene el tipo frente a un sobresaliente Zachary Quinto, que se encumbra en su Spock. En este punto, tengo que decir que tal vez esperaba algo más del personaje de Eric Bana, Nero, algo desperdiciado, la verdad.

Tengo que reconocer que estaba regular de interesado de ver esta película y he salido francamente satisfecho de haberla visto. Ha sido una sorpresa bastante grata, pues tal vez sea de las mejores películas de la saga y la lleve a niveles nuevos, si bien, tiene el techo de las anteriores películas, que, recuerdo, son posteriores cronológicamente. Este problema no aparece en la nueva saga de Batman, pues allí han empezado realmente desde cero. Aquí no, esta película es claramente una precuela, como deja clarito clarito la misma película. No digo más.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Déjame entrar: Vampiros de verdad.


Se define postmodernismo como un movimiento que, desde la arquitectura, ha afectado al resto de las artes y que se opone al racionalismo y funcionalismo que nos viene impuesto por un mundo cada vez más mecánico y tecnocrático. Es increíble como, a pesar de la cantidad de años que hace que ha surgido, seguimos siendo víctimas de muchas de sus intolerables consecuencias. Es decir, no solo no ha evolucionado, si no que incluso ha involucionado. Esto es, en parte, culpa de los estadounidenses. Es más fácil (y útil) decirle a la gente”siente” que “piensa”, “razona”. Se ha primado la preponderancia de lo sentimental/sensual frente a la razón, la razón y la crítica, que han dejado de ser el motor vital de la gente para ser sustituidas por sensaciones, feelings y pálpitos. Paradójicamente, nunca en la historia se había detectado tanta zozobra sentimental, por decirlo de alguna manera, especialmente en los adolescentes, que buscan el consuelo vital en mascaradas o fantasías. ¿Qué son los góticos, los Emos o, incluso los Steampunks si no gente que suspira por el pasado porque allí las cosas eran más evidentes y sencillas? O simplemente porque cualquier ficción es más sencilla de controlar que la cruda realidad. En el fondo, la mayoría de las personas son ahora seres de cristal que no soportan la realidad y huyen de ella mediante el síndrome de “Peter Pan”. Por supuesto, esto es una simplificación enorme de una coyuntura muy compleja. Se podría escribir un post entero sobre el tema, pero creo que no es ni el lugar ni el momento.

¿Y porqué digo que parte de la culpa es de los estadounidenses? Pues porque los grandes medios americanos, que, nos guste o no, conforman en gran medida nuestros gustos, nos dan las cosas muy digeridas, sin aristas o interpretaciones, productos fácilmente consumibles. No nos olvidemos que es el país donde nació y goza de gran predicamento el “Reader Digest”. Los personajes de las novelas (y no digamos los del cine) son cada vez más unidimensionales, los problemas a los que se enfrentan son epidérmicos, muy sencillos y, normalmente dicotómicos (Ej.”¿Me quedo con Tom o con Malcolm?”). Además de, y esto es lo más grave, someterlo todo a una óptica romántica asquerosamente melosa. De nuevo, de forma paradójica, en el romanticismo clásico, las historias tienden a acabar mal o, cuando menos, de forma agridulce. En los productos culturales americanos mayoritarios, la cosa tiene que acabar bien. El género “Chick” es la epitome de esto, pero no se le puede echar toda la culpa: Prácticamente todos suplicamos por un final feliz. Seamos sinceros.

Lo malo es cuando se les da por aplicar este postmodernismo teñido de buenrollismo a los mitos e historias de otros países. Walt Disney es especialista en esto. Solo hay que leer “Pinocho” o “La Sirenita” y ver en qué las han convertido. Por no hablar de los engendros que ponen y promocionan desde el “Disney Channel”: puro veneno intelectual envuelto en papel de regalo. Reaccionario además.

Uno de los mitos más castigados por esta “revisitación” es el del Vampirismo: el hematófago humano.

El mito del vampiro es consustancial a la cultura europea. Se han encontrado rastros y restos fósiles de estas creencias a lo largo de toda la historia y la geografía del continente, si bien, el concepto moderno fue fijado por los irlandeses Sheridan Le Fanu y Abraham Stoker. Los vampiros de estos autores eran personajes complejos, contradictorios y, sobre todo, oscuros, opacos, dignos de una tradición mitológica larga e instaurada en el subconsciente de los distintos pueblos del continente. Y así lo fueron, incluso en el cine (ej. Nosferatu y, en cierta medida, las películas de la Hammer). El problema surgió en los años 70, donde los americanos se creyeron que lo podían hacer tan bien como los europeos, y lanzaron sus versiones de Drácula y Carmilla. Ahí ya empezaron a pulir las aristas que estos personajes tenían, pero, de aquella, a pesar de algún delirio Camp.

El problema real surgió cuando una escritorzuela erótica de Nueva Orleáns decidió potenciar el componente erótico (léase homo y hemo erótico) de lo de chupar cuellos y...se quedó ahí. Por supuesto, estoy hablando de Anne Rice y de la saga del cansino Lestat. Nacía el concepto del vampiro romántico, el vampiro pusilánime y “más humano que los humanos”. Un desastre de proporciones épicas que, incluso, afectó a Coppola en su, por otra parte, sobresaliente versión de “Drácula”, pero que ha alcanzado dimensiones de autentico espanto en engendros como la saga Crepúsculo o la serie “Moonlight”. Además de afectadas, insulsas, videocliperas, absurdas y vanales, son asquerosamente sencillas y simples en sus trasfondos, con el mismo calado intelectual, racional, que un charco en medio de la calle. Una porquería pseudosentimental producto de la ingeniería popular para jovencitas (si, con “a”) de la era MTV, jovencitas cuya mayor fuente de cultura es la tele y la Superpop, la Ragazza o Cosmopolitan. Terrible.

Por eso, es siempre un placer encontrarse una obra tan dramática, tan clásica en su modernidad, tan seria y compleja como esta “Déjame entrar”. Es el retorno del mito con toda su fuerza. Y han tenido que ser los suecos. Ole por ellos!!!! (otra vez, los nórdicos nos vuelven a salvar frente al amigo americano. Y van…)

Oskar es un niño de 12 años totalmente desarraigado del mundo por el divorcio de los padres, gente sin carácter en la Suecia de los años 80, y las continuas humillaciones a las que lo someten tres matones en la escuela. El niño siente que su vida es tan estéril como los parajes perpetuamente nevados en los que se mueve, y conjura sus demonios mediante una navaja con la que se imagina que apuñala a aquellos que lo humillan día sí, día también. Es, en definitiva, carne de cañón, uno de esos que un día cogen un rifle y matan a trece compañeros en la escuela antes de suicidarse, fenómeno cada vez más frecuente. Pero, su salvación vendrá dada por una pequeña asesina profesional: Eli, una vampiro que lleva muchos años teniendo 12. El desamparo que ambos experimentan, el vacío existencial y una compresión más allá de las convecciones les une en un fatal destino que solo puede acabar de forma trágica.

Lo mejor de la película es que está narrada desde el silencio. Es una película prácticamente muda, en la que vas viendo poco a poco como la fatal común unión (comunión) que se va forjando entre dos almas perdidas va tomando cuerpo de forma totalmente orgánica, lógica. Entre los dos seres descarriados, se va forjando una relación lejos del romanticismo, ajena al sexo, lo sentimental y el mundo, vacío e insustancial. Es un canto a la vida desde la muerte, a la dignidad, al compromiso y a la fidelidad. Pero, sobre todo, al entendimiento. En definitiva, a la amistad y al amor verdadero, frente al impostado y pastelero amor supuestamente fatal de las modernas películas de vampiros. En este sentido, me gustaría destacar la inexplicada historia del viejo que cuida de Eli y la de los tres amigos que deciden investigar la muerte de su amigo en manos de esta, sabiendo, más o menos en lo que se metían. Todos hacen lo que hacen porque tenían que hacerlo (parafraseando a Morfeo, el de “matrix”) y lo que es más, asumen las consecuencias de sus acciones y decisiones.

Destacar también la elegante y parsimoniosa manera que tiene el director de narrarnos la historia, escamoteándonos la violencia física, incluido el tremebundo final, pero mostrándonos, en cambio, la violencia del Bullying y la humillación por abuso de poder de la forma más descarnada. Sin embargo, muestra claramente las consecuencias de ambos tipos de violencia. Pero lo destacable es que en ningún momento justifican ni comparan los dos tipos de violencia. Es violencia y punto.

En definitiva, creo que es una película destacable, que hay que ver y, sobre todo, disfrutar, ya que es una experiencia sensorial interesante, pero desde el seso, no el sexo, al contrario que en las recientes películas de vampiros. Una gozada.

jueves, 30 de abril de 2009

Tontería


Darle 2 veces para que se vea en grande.

martes, 14 de abril de 2009

Tekken 6 en España


La presencia de España en videojuegos de talla internacional és bastante limitada, o digna de olvido (come el país subdesarrollado en que se desarrolla el Resident Evil 4), y el Tekken 6 va a ser uns de los títulos que se sume a esta familia, no solo con la incorporación del luchador Miguel El Matador Caballero Rojo (con una aparencia bastante tópica, que podría recordar remotamente al Vega de Street Fighter II) si no que uno de los escenarios en los que se combatirá será la popular Fiesta del Tomate de Buñol (Valencia), lo que sería un acontecemiento tan memorable como la recreación del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada en "The King of Fighters ’98."
Veamos un video del juego:

lunes, 13 de abril de 2009

Frases Heavies


· A quien nos llame maricones, le pegaremos una paliza y nos follaremos a su hermana- Poison 1985
· Nosotros nunca grabaremos un videoclip-James Hetfield-Metallica-1986
· Cuando un miembro deje la banda, nos separaremos-Txus-Mago de Oz-2003
· Blaze es el mejor cantante que ha estado en Iron Maiden-Steve Harris
· Nosotros comemos cadenas y cagamos Metal-Timo Tolkki-Stratovarius-2004
· ¡He vuelto de la muerte para joder a los medios de comunicación!-Phil Anselmo-Pantera-Después de superar una muerte clínica por sobredosis.
· Yo no necesito ensayar, soy demasiado bueno-Jari Kainulanen-Stratovarius
· ¿Que qué pienso de las críticas? ¿qué criticas? Lo único que recuerdo estas semanas es despertarme vomitando. No sé de que jodidas críticas me estás hablando.- Jari Kainulanen-Stratovarius
· Si hubiera seguido en Metallica, a estas alturas seríamos más famosos que los Beatles-Dave Mustaine-Megadeth
· Quería agradecer este Grammy a Jethro Tull por no haber sacado ningún disco este año- Lars Ulrich-Metallica
· Yo vengo del Rock-n-Roll. Estos tipos con monos de trabajo y caretas vienen de un jodido circo. Ian ”Lemmy” Kilminster-Mötorhead hablando de Slipknot
· ¿Yo, Dios? No. Solo soy su mano derecha- Gene Simmons-Kiss
· Helloween solo es un poquito de tralalá con algo de tralalí y mucho lalala-Kai Hansen-Gamma Ray
· No puedo echar a perder mi voz en una banda con los esquemas de Iron Maiden- Bruce Dickinson-Iron Maiden
· Jamás volveré a Judas Priest-Rob Halford-Judas Priest
· Grabaría un disco con Madonna-Scott Ian-Anthrax
· ¡¿Cómo no iba a meterme en el Rock con un apellido así?!¿te imaginas de carnicero?-John Bonham
· A veces no sé si estamos viviendo en una nueva dimensión, donde los engranajes de la existencia siguen rodando-Voivod
· El Blues es aburrido-Yngwie Malmsteem
· Aunque usemos el mismo productor, Metallica siempre será Metallica, no Bon Jovi o Mötley Crue- Lars Ulrich-Metallica
· Creo que no estamos solos en el universo-Steve Vai
· Creo que George Linch está colgado. Su cerebro no está estabilizado.-Dokken
· Mis letras, que las juzgue un literato o alguien que sepa de la materia. La gente tiene un coeficiente y se expresa con él. Si alguien dice que algo es bueno o malo, habrá que hablar con alguien que entienda. Cojamos a un poeta o un literato y que juzgue las letras.-Ángel-Tierra Santa
· Si se disuelve la actual formación sería únicamente para que se reuniera la formación original- Michael Weikath-Helloween 2000
· No nos importa el dinero. Solo el amor de nuestros fans.-Joey Dimaio-Manowar
· Si no intentas explorar la mente del hombre, no eres artista-Blackie Lawless-WASP
· Hubo un periodo de la vida en la que me estaba metiendo un tercio de la economía de Colombia por la nariz-Steve Tyler-Aerosmith
· Si hubiera nacido hace 160 años, sería el típico charlatán que vende elixires y se pira con la pasta-David Lee Roth
· Ni volveré a Kiss ni volveré a dejar que me maquillen, por supuesto-Ace Frehley
· Sex, drugs & rock-n-roll deben de ir en su justa medida. Si te pasas con el sexo, toda tu vida girará en torno a él y no habrá nada más. Si te pasas con las drogas, no podrás hacer Rock-n-roll ni sexo. Y si te pasa con el Rock-n-Roll, acabarás haciendo cosas tan jodidamente anales como Dream Theater- Dregen-Barckyard Babies
· Entrevistador: ¿Tienes algún problema con el alcohol? Ozzy Osborne: Sí. No encuentro ningún bar.
· Me suicidaré a los 33 años. Glenn Benton-Deicide-Tiene bastantes más de 33
· Quien piense que nos repetimos es que no ha oído nuestro nuevo disco-Tierra Santa al sacar “Indomable”
· En nuestro próximo lanzamiento vamos a introducir elementos progresivos.-Víctor García-Warcry, antes de sacar su 2º álbum
· El sistema penitenciario noruego funciona fatal. Te dan cama, ducha y no usan la violencia.¡¡Es ridículo!! Les tuve que incitar para que me golpearan y les insistí para que me metieran en una celda de verdad-Varg Vikerness
· Nuestro último disco en diferente a los demás-Matt Sinner, tras editar “Black Sun”
· Nosotros nos bebemos el vómito de los sacerdotes-texto de la contraportada del disco ”Black Metal” de Venom
· Prefiero que Hannibal Lecter se coma mis testículos antes que volver a salir de gira con Mötley Crue- Dave Mustaine-Megadeth
· En una entrevista a Dave Mustaine le preguntan si ha oído la versión de Mötley Crue de Anarchy in U.K. Él responde:”Cuando entras en un bar, ves que hay dos tipos de servicios…Pues esto es igual: hay una versión para hombres y otra para nenas”
· El único modo de prevenir el SIDA es abstenerse de sexo antes del matrimonio. No solo es lo seguro; es lo propio. Robert Sweet, Stryper.
· La temática de las letras ha ido evolucionando. No tendría sentido sacar un disco ahora y seguir hablando de dragones…Dio, en la presentación de Anfry Machins, en 1996…

Mundos Imaginarios





Actualmente, nos encontramos ante la feliz circunstancia de que los artistas tiene la capacidad, por fin, de conseguir trasladar sus mundos imaginarios, eso con lo que soñaban, a la gran pantalla. Recientemente hemos visto el mundo de Tolkien o CS Lewis perfectamente reflejado en la pantalla. Pero también la ciudad del pecado o las Termópilas cinemascope de Frank Miller, el colorista y lisérgico mundo de carreras de “Speed Racer”, el fascinante planeta Mustafar de “Star Wars”, por no hablar de ese pesimista y paranoico año 1985 alternativo que Moore y Gibbons imaginaron para desesperación de los Vigilantes, “The Watchmen”.

A pesar de lo citado, creo que hoy en día, el lugar donde están los grandes creadores de mundos y atmósferas es en los videojuegos. Quien lo ponga en duda, que juegue un rato a “Silent Hill”. A “Gears of War”. A cualquier Final Fantasy, en especial los últimos. O, por qué no, al “Super Mario Galaxy”. Son todos juegos que te sumergen en mundos diametralmente diferentes al real, aunque se puedan basar en el mismo en mayor o menor medida. Te sumergen en una experiencia vital realmente distinta, exótica. Aunque sea una ciudad futurista destruida por una invasión alienígena. Es cierto que la interactividad de los videojuegos potencia y facilita de sobremanera esta sensación de inmersión, pero no por ello debemos de subestimar el poder que tiene la imaginería en estos productos.

Abrigo la esperanza de que pronto podamos tener de nuevo esa sensación en el cine, como era la tradición. La echo de menos. Y es que, según algunos, estamos asistiendo a la muerte de La Ciencia Ficción como se entendía. Esta está siendo sustituida por la mera fantasía, aunque pueda tener algún viso de realidad. En el fondo, es lógico: la propia realidad tiene bastante de ciencia ficción. ¿Habéis visto las fotos de Shinjuku de noche? Parecen Los Ángeles 2019 de “Blade Runner”, una pesadilla Cyber-Punk. De esto ya he hablado, poniendo el mismo ejemplo (si es que me repito) en el post de Wall-E. Pero es un tema en el que me gustaría profundizar.

El espectador, lector…ha perdido la capacidad de fascinarse por esa ciencia que puede hacer lo imposible y que radica en la base de la ciencia-ficción porque resulta que la ciencia real transmite la sensación de que realmente puede hacer lo imposible. Hace nada, no existía el Youtube o el Google Maps. Ahora puedes ver las series de la tele en streaming o el tejado de tu casa desde el espacio con una definición fantástica. A la vez, nos llegan noticias de que se clonan tejidos o se transplantan caras o manos ahí al lado, en un hospital de Murcia o Sevilla, no en una universidad de complicada pronunciación en un país allende los mares. De ahí, al Replicante Roy Batty metafísicamente perdido en Shinjuku, solo media un paso en nuestro imaginario personal. Vivimos en un mundo que es de ciencia ficción. Aunque no sea verdad, tenemos la sensación de que la realidad supera a la ficción. Pero el hombre no ha perdido su necesidad de fabulación, lo que lleva a que la narrativa, entendida en el sentido más amplio, tienda a una potenciación de los mundos imaginarios, más alejados de la realidad que los que postulaba la Ciencia Ficción digamos, clásica.

Por eso, considero que es una suerte de que sea ahora cuando los creadores tengan más herramientas que nunca para llevar esas fabulaciones fantásticas a la pantalla.

En breve, veremos el mundo de “Avalon” imaginado por el alucinado James Cameron o las carreras de “Motorball” de “Alita, Ángel de Combate”.

Podríamos decir que, por fin, el límite está en la imaginación y, porqué engañarse, en el presupuesto, no en la técnica.

Y ahí es donde precisamente falla el asunto: no hay imaginación. Si os fijáis, he hablado siempre de adaptaciones de otros medios a la gran pantalla. Es raro que una película rompa por su gran capacidad de generar imaginativos mundos imaginarios. Pero las hay. Ahora mismo, me acuerdo de “Dark City”, una pequeña película del egipcio Alex Proyas realmente inspirada que me recuerda poderosamente al “Momo” de Michael Ende o al 1984 de Orwell, pero con una curiosa vuelta de cuerda que la hacía realmente interesante y curiosa. Huelga decir que ni Dios se acuerda de ella.

El cine cuenta, además, con un handicap frente a los videojuegos u otros productos multimedia o interactivos y es que está limitado en el tiempo. Una película de más de 120 minutos ya se hace dura de roer, a diferencia de los videojuegos, que son muy cortos si duran menos de 10 horas y cortos si duran menos de 20 horas. Esto permite mucho más desarrollo, explicación y, aunque parezca que da más trabajo, facilita la narración y el desarrollo del argumento.

Detrás de todo esto, creo que subyace un cambio bastante radical en la narrativa, donde una película es solo una parte de la narración mayor constituida por la película, videojuegos, cómics, páginas web…etc. que van más allá del mero exploit para constituirse en otros puntales de la historia. Solo abracándolo todo, se puede conocer todo el pastel. Esto acerca la interactividad al cine (creo que más que las socorridas 3D) y es buen negocio, ya que nos solo se vende la entrada del cine, si no que también el comic, el DVD con los extras, el videojuego y la publicidad de la página web. La gente, hoy en día, es muy volátil, tan pronto notan algo que no les gusta, te deja en la tajada. Esta es una manera de atarla a tu producto. Pero se corre el riesgo de caer en el Hype, crear una expectativas imposibles de cumplir (¡Cuánto sucede esto en los videojuegos!) o en dispersar tanto la información que el espectador se sienta despistado o engañado, que pierda todo interés. Un ejemplo de esto es la saga “Matrix”. La segunda película la vio muchísima gente el primer fin de semana. Después, su taquilla se deshinchó como un globo. Y la tercera fue flojilla en taquilla, mantenida solo por los espectadores Hard, los devotos ya convencidos.

Por otra parte, es evidente que debes de cuidar, casi mimar, tu producto para darle ese valor extra que lo haga algo especial en lo que merezca la pena gastarse la pasta y no limitarse a bajar de la red.

Es posible que estemos en las puertas de una revolución que tendrá desconocidas consecuencias. Puede ser genial o un maldito desastre. El tiempo lo dirá. Pero yo me siento optimista, ya que creo que, frente a un pasado no muy lejano donde el que mandaba era el encorbatado ejecutivo, actualmente son los creativos los que están tomando el control en gran medida. “Heroes”, “30 Rock”, “Lost”, “The Watchmen” o Scott Pilgrim Vs. The World” son productos de creadores antes que de un estudio o un canal de televisión. Y esta puede haber sido la parte positiva de los famosa huelga de guionistas del año pasado.

Tendremos paciencia y esperaremos con interés lo que nos depara el futuro.

viernes, 10 de abril de 2009

anuncios de GHM



lunes, 9 de marzo de 2009

The Watchmen: Quis custodiet ipsos custodes?*


*Sátiras,VI,347-Juvenal

Tal vez sea un poco pedante comenzar el presente artículo citando a Juvenal, el autor de la frase que titula este artículo. También lo será citar a Aristóteles. Pero el caso es que estos autores clásicos me vienen de perlas para introducir los conceptos sobre los que quiero, con la venia de mis lectores, empezar a hablar. Aristóteles comentó que la gran virtud de los hombres debe de ser la templanza, el equilibrio entre los extremos. La diferencia entre cobardía, valentía y temeridad es muy sutil. A la hora de adaptar “The Watchmen”, este equilibrio se pone a prueba.

Porque, realizar esta adaptación es, a todas luces, un acto de temeridad. Publicada en 12 números durante el año 1986, premio Hugo, éxito de ventas y una de las 100 mejores novelas en lengua inglesa del siglo XX (a pesar de ser “novela gráfica”) según “The Times”, “The Watchmen” es un tratado cuasi filosófico sobre la identidad, el heroísmo, el miedo, la política y, en definitiva, todo lo que nos hace humanos. Alan Moore y Dave Gibbons nos introducen un concepto casi en cada página, configurando un complejo y poliédrico opus de extraña coherencia interna y devastadoras conclusiones, donde imperaba el nihilismo y el desencanto: ¿Es la justicia buena por definición?¿Solo los actos positivos pueden ser considerados como “buenos”?,¿Cuánto estamos dispuestos a sacrificar por un bien superior?¿Quién tiene que tomar la decisión sobre ese sacrificio?¿Quien vigila a nuestros vigilantes?.

La extrema complejidad ideológica, conceptual, estructural y artística del cómic, unida a un extremo celo por la pureza del producto por parte de los fans, hacía la adaptación prácticamente un imposible. Por eso, solo se ha podido realizar más de 20 años después de su publicación y tras un enorme esfuerzo económico y, sobre todo, artístico. Snyder ha triunfado allí donde Terry Gilliam o Darren Aronofsky han fracasado, gracias, en primer lugar, a un férreo guión de David Hayter (el Solid Snake de Metal Gear Solid) y Alex Tze que depura la extrema complejidad del original limando en el paso alguna de sus aristas y en segundo lugar a su extraordinaria capacidad visionaria. Es complicado saber ver más allá de las páginas de un cómic para parir un producto de estas características, tan antiguo y rabiosamente actual a la vez.

Uno de los principales escollos con los que se han tenido que enfrentar, es que el cine y el cómic son medios muy diferentes, con muy diferente gramática. Desgraciadamente, “The Watchmen” es un cómic de superhéroes que deconstruye los cómics de superhéroes como Ferran Adriá deconstruye la tortilla. Tal vez, la intención de los autores fuera acabar con el género. O, al menos, con el manierismo y la autocomplacencia en la que se había instalado. Es obvio que no han acabado con el género, pero lo segundo sí que lo han logrado: cosas como “Hellboy”, “El caballero Oscuro” o el “Ironman” cinematográfico no serían posibles sin “The Watchmen”. El caso es que para “deconstruir” el cómic, Moore y Gibbons utilizaron todos los recursos del género hasta el extremo, forzaron esa gramática: Bajo su aparente ortodoxia, radicaba una extrema heterodoxia que alteraría la narrativa gráfica y los medios icónicos de masas: La manera de contar las cosas también te estaba contando cosas. Toda esta información “extra”, y que deviene en fundamental por ingente, se perdería en cualquier adaptación al uso. Por eso, si ya normalmente el cambio de medio, la “traducción”, es un problema (como mencionamos en la crítica a “The Spirit”), aquí el problema era todavía mayor.

Y es aquí donde radica la gran virtud y el gran problema de la película: se ha tenido que encontrar un termino medio entre las dos gramáticas: La pantalla de cine es movimiento y la viñeta estatismo, con lo que el término medio es el llamado “bullet time” o alteración del tempo. En sus primeras utilizaciones cinematográficas, sin renegar de su valor comunicativo, su principal función era epatar al espectador (vease “The Matrix”, de donde este efecto ha tomado el nombre). En películas como esta de los vigilantes o “300”, también de Snyder, el efecto toma una novedosa función narrativa esencial con valor metalinguistico. Si bien este no es un invento actual; el animé japonés lleva décadas haciéndolo en una herencia directa del teatro clásico del país, el Kabuki, la alteración del tempo narrativo está alcanzando en los últimos tiempos una funcionalidad que merece tomar en consideración por lo que tiene no tanto de novedoso como de útil como medio de expresión: Es “leer” la imagen antes que verla. En la película hay cientos de ejemplos de esto que comento, si bien, alcanza su máximo en los excelentes títulos de crédito, donde se mezcla en pantalla la animación fotográfica más clásica, el bullet time y la acción en tiempo real para introducirnos en el ucrónico y distópico (dicho en román paladino: alternativo y chungo) año 1985 de la película al ritmo del “Time, they a’changing” de Bob Dylan. Más ejercicio de metalenguaje. Paradójicamente, siendo esta una película extremadamente fiel a su origen, este momento, uno de los mejores, es original.

Y aquí es donde radica el problema: esta es una película, no un cómic en imágenes. El ritmo narrativo es distinto, mucho más lento y reflexivo en el cómic, así como los focos de interés es la narración frente a los hechos, lo que puede lastrar su versión fílmica si la adaptación es demasiado puntillosa . Yo creo que esto se evita porque el alubión de información de interés es constante y porque han efectuado un sabio cambio en la estructura narrativa de la historia (centran los flashbacks en el funeral de Edward Blake, en un ejercicio similar a la escena del centro comercial de “Jackie Brown” de Tarantino como complemento a la citada y alabada intro). Pero aun así hay que pagar un peaje. Y este es que las escasas escenas de acción son extremadamente violentas y, sobre todo, gore, funcionado como subrayado contrapunto al resto de la historia. Esto, en mi opinión, hace que se pierda uno de los ejes que fundamenta toda la narración. En el original, frente a la violencia fascista de El Comediante, la psicópata de Roschach y la inhumana e indolente del Dr. Manhattan, estaba la compasiva y poco letal de Búho Nocturno y Espectro de Seda. En la película, a pesar de que en palabras estos últimos defiendan la mesura en el uso de la violencia (la templanza aristotélica que citaba), con la mascara, todos los “Watchmen” resultan ser unos matones ultraviolentos a los que les encanta repartir estopa. Esto diluye las diferencias entre ellos y su manera de actuar, como ya hemos dicho, importante tema de la historia. Por supuesto, esta ultraviolencia convierte la Justicia de los “Watchmen” en un mero acto de vendetta, además de justificar la instauración de la “Ley Keane” que prohíbe a los justicieros enmascarados, justificación que en el cómic no está tan clara debido a la ambivalencia que supura toda la obra. Es decir, la película, en muchos tramos, pasa a tomar partido, cosa que en el cómic nunca pasa: no juzga sus personajes.

Pero este pero no debe de nublar nuestro entendimiento: la adaptación es soberbia y fiel. Lo que me pregunto es qué le parecerá a alguien que no sabe de que va el asunto:¿tendrá demasiada información y se saturará?¿Se perderá en la traducción?.

La película da pié a muchísimas más disquisiciones, las más heredadas del cómic, si bien, habría que hacer spoilers, por lo que me voy a detener aquí, no sin antes criticar a los críticos. Los latinos decían aquello de “Traductore traditore”. Es imposible no adaptar o traducir sin traicionar al original. En este caso, se ha hecho un excelente trabajo de adaptación intentando permanecer lo más fiel posible al original. La calidad e importancia del mismo lo exigen. Por eso no entiendo porque en el 90% de las críticas que he leído, se acusa a Snyder y sus guionistas de haber permanecido demasiado fieles y, acto seguido, de haber traicionado la obra al eliminar esa ambivalencia original y parte de la ideología.¿En qué quedamos?

No entro aquí a valorar el cambio en el final de la historia, el cambio más importante (y polémico) de la película con respecto al cómic. Diré simplemente que me parece lícito, facilita de sobremanera la historia y ahorra varias líneas argumentales secundarias del todo hasta el final

Mi opinión es que han hecho un trabajo soberbio, que Hayter y Tze se merecen un oscar por haber adaptado lo inadaptable y Snyder también por haber podido imaginar y llevar a la pantalla el cómic más allá de la estética, a nivel del lenguaje. Si bien he puesto un “pero”, creo que este es menor frente a los infinitos hallazgos de la película. Por eso creo que es un producto fascinante en su extrema complejidad y un oasis en el desierto de la mediocridad actual. A pesar de lo que digan los críticos, que solo se limitan a opinar. Al fin y al cabo ¿Quién critica a los críticos?