domingo, 29 de mayo de 2011

Solo por informar:

El Post sobre "Midnight in Paris" ha sido el 400. Aprovecho la ocasión para dar las gracias a quien me lee y me comenta después, aunque sea por mail o en persona. Se agradece.

Espero seguir contando con vosotros.

Semper fidelis, como dicen los marines.

El final de Smallville




Tras 10 temporadas, hace un par de semanas se acabó la serie Smallville que relataba las aventuras (más amorosas que otras) de Clark Kent/Kar-el antes de convertirse en Superman. A pesar de lo que habían prometido por activa y por pasiva, la serie termina así.

Lamento no poder insertarlo, como me gustaría, pero es que me ha sido imposible hacerlo con la calidad que os mereceis.

Es realmente un final por todo lo alto, por lo que significa y porque es icónico en grado sumo. Los felicito, ha sido un grandísimo final. Potente potentísimo. Pero es que tenían poderosas herramientas para hacerlo.... Y miles de problemas para lograrlo.

Dejamos la discusión sobre la calidad de la serie y lo que nos ha contado para otra ocasión. Solo decir que yo la seguí algo al principio y este verano (Temporada 9, creo) aunque nunca me entusiasmó demasiado. Era un poco pastelada...

Midnight In Paris: Woody vuelve a la ciudad de las luces



Desde hace más de 40 años, Woody Allen nos viene entregando una película al año. Lo que significa que nos ha mostrado productos de calidad variable. En mi opinión, ninguna de sus películas es objetivamente mala. Además, es indicutible que se trata de un autor en el mejor sentido de la palabra. Tiene una marca de la casa que muy apreciable y característica. Sus películas se reconocen nada más ver unas pocas escenas, aunque hay que reconocer que, desde un punto formal, esa marca de la casa nació de una manifiesta impericia como director en sus primeros trabajos.


El problema con Allen es que mucha gente ve al personaje antes que a la película. Salga o no él en la misma. Es decir, el árbol les impide ver el bosque. Por eso, no son objetivos y la película se queda en "una más del judio neoyorkino ese de las gafitas". Allen es un narrador particular como hay pocos. Podemos citar con los dedos de las manos aquellos guionistas con un estilo tan propio y definido. Y nos basta una sola mano para citar aquellos que ejercen su magisterio en varios géneros sin dejar de ser ellos mismos y manteniendo un gran nivel de calidad.


Desde que Allen dejó Manhattan y se vino a rodar al viejo continente ha encontrado nuevos temas y vías para expresar sus ideas y su modo de ver la vida, además de mejorar y madurar, a su edad, como director y guionista, abriendo su abanico de opciones temáticas, esctéticas y formales al surrealismo, la nouvelle vague y el cine de postguerra.


Lo mejor de esta película es aquello que no se puede contar, pues estropea la sorpresa. Si en el comentario de cualquier película conviene eviatar hacer spoilers, en esta hay que ser especialmente. Solo se puede decir que es una película donde París trasciende su forma de ciudad para convertirse en lo que los ingleses llaman “state of mind”, una idea, un posicionamiento vital. Eso se consigue, entre otras cosas, gracias a la fabulosa fotografía del Maestro Darius Khondji, que demuestra, otra vez su gran capacidad de crear sentimientos y sensaciones con la magia de la luz. Pero también en el excelente diseño de producción, que te transporta más que nunca en una película de Allen, y en la dedicación de los actores, muy en su papel. Destacan una excelente Marion Cotillard (¿Alguna vez ha estado mal?), un divertidísimo Adrien Brody y un petulante Michael Sheen. Es increíble lo versátil que es el actor inglés… Por cierto, Carla Bruni lo hace muy bien, mejor que muchos/as que se dicen actores…


Me gustaría entrar un poco más en detalle, pero creo que no debo. Decir que me ha gustado mucho. La he encontrado deliciosa, graciosa (que no hilarante) y muy disfrutable. Si tuviera que ponerle un pero, diría que el último acto es un poco brusco y previsible, si bien esto último es un poco consustancial a lo que se estaba narrando. Es decir, que está de acuerdo con la historia, es coherente. Por eso no lo veo tanto como un defecto como una oportunidad de mejora. Así que nos quedamos con la brusquedad.


Recomendable.

Piratas del Caribe 4: Vuelve el pirata de las rastas



Para ser realmante objetivos, se debe de dejar claro desde esta primera línea de que la película de la que estamos hablando es un blockbuster veraniego, con todo lo que ello implica. No voy a criticar el hecho, las reglas del juego son esas, el cine de masas se ha convertido en algo con poco atractivo narrativo, un objeto de consumo más. El arte se reserva a los efectos especiales, al sonido, maquillaje, etc. Guión, dirección, producción se deben de subordinar al objetivo final de la cosa: triunfar y hacer pasta. Este es un objetivo muy lícito. Tampoco voy a ser condescendiente. Simplemente, me parece bastante importante dejar clara la circunstancia desde el principio.


Pero incluso dentro del género blockbuster hay niveles de calidad. Abarca desde las películas que son una tomadura de pelo y que toman por tonto al espectador, hasta películas que aun reconociendo su génesis industrial, aportan algo más que simple entretenimiento al respetable. La saga “Piratas del Caribe” no es desde luego de las peores. Han creado un mundo propio y muy reconocible por lo icónico e idealizado, heredado de la Saga “Monkey Island” y de la novela “En costas extrañas” de Tim Powers. De hecho, así se llama esta 4ª películas, reconociendo al fin la deuda con Powers, a pesar de que la traducción al español haya sido “Mareas extrañas”. Este mundo es un poco disparatado y bastante abierto, lo que debe de ser un lujo para los escritores y todo aquel que mete las zarpas en la narrativa, que en este tipo de productos suele ser bastante gente. A su vez es, en cierto modo, romántico. Apela al ansia de libertad del hombre moderno, de deshacerse de las cadenas y tomar la senda de la piratería, una senda que aparenta no tener demasiadas consecuencias, lo que facilita una rápida aceptación de la propuesta por parte del espectador.


Pero el gran hallazgo de la saga es el personaje de Jack Sparrow, perdón, el Capitán Sparrow, interpretado, por un Johnny Depp que ha encontrado la horma al pirata de las rastas, llevándolo a su terreno. La saga se ha ido centrando en él, sobre todo en esta última producción. Después de la extraña pirueta realizada en la tercera parte, donde Sparrow no aparecía hasta bien avanzado el metraje, aquí Jack no tarda ni 3 minutos en empezar a hacer de las suyas. Si bien, ya desde el principio se ve que las cosas han cambiado algo: Es la primera vez que Sparrow no hace aparición de una forma más o menos épica, un chiste visual al ritmo del Theme ya de sobra conocido, que era lo que venía siendo norma desde la primera. Y es esta falta de chistes y otros hallazgos visuales lo que más se echa de menos de esta película. Eso y la falta de los alambicados retruécanos del Capitán para embaucar a todo el mundo. Para mí, eran parte consustancial de la saga y donde radicaba gran parte de la gracia de la saga. La presentación de Jack en la primera película es excepcional, así como la de Davy Jones en la segunda. Pero no solo pienso en las presentaciones: la pelea en el molino o la idea de llevar a Davy Jones al “parlamento” en una tina porque no puede pisar tierra firme debido a su maldición son otros ejemplos de lo que tenían las anteriores que no tiene esta.


Por otra parte, salvo Sparrow, Gibbs y Barbosa, que vienen ya desde el primer capítulo, el resto de los personajes están poco definidos, dibujados. Es el caso de Angélica, que se supone que tiene que ser exótica, misteriosa y turbia. Pues no es ninguna de las tres cosas. La cosa se agrava con Barbanegra, que a pesar del esfuerzo y la calidad de Ian McShane, no llega nunca a ser un antagonista interesante, un verdadero problema para Jack, que parece estar siempre por delante de él. Pero sí que es un problema para la película.


Pero el principal fallo radica en que en ningún momento ves la necesidad de que los personajes se embarquen en esa aventura. A Jack Sparrow, el personaje principal y núcleo de la función, la fuente de la eterna juventud se la trae al pairo, a pesar de lo que dice al principio de esta película y al final de la anterior. No gana ni pierde nada con esta búsqueda. Son los secundarios los que tienen en realidad la necesidad de encontrarla. Esto hace muy complicado que ese objetivo, la fuente de la eterna juventud, se convierta en el objeto de interés de los espectadores. Además, en el caso de Barbosa, pronto se ve que lo que busca, su mortivo, no depende de la consecución de ese principal objetivo. Eso sin mencionar a los españoles, que deberían de ser los que espolearan la acción, van a su bola, pasando ampliamente de los protagonistas, por lo que en ningún momento se perciben como una amenaza.


Debo de citar, por último, la curiosa historia de amor metida con calzador, entre el cura (¡Ese sí que está metido con calzador!) y la sirena. Es un arco argumental un poco estúpido, meter una historia de amor porque es preceptivo.


Con esto quiero decir que es una película imperfecta en grado sumo. Y lo es a la hora de redactar el guión, armar la historia, lo que es la primera vez que sucede en la saga. ¿Es la peor de la misma? Es probable. Pero tiene sus puntos fuertes: está mucho más focalizada que las anteriores. Tiene un mayor ritmo, que es lo que realmente hace que te quedes en la butaca, y menos personajes. Hay gente que dice que se le ha hecho aburrida. A mí no.


Yo creo que muchos de los problemas derivan de la necesidad de reescritura del guión poco antes de empezar la producción para reducir el presupuesto en 100 millones de pavos, lo que no es moco de ídem. Creo que han tenido que redefinirse muchas cosas que no han quedado bien, para ser francos. Se centraron en la figura de Sparrow, que es lo que busca la mayoría de los espectadores olvidándose de… otras cosas importantes.


Lo que cuenta: ¿Me ha gustado la película? Me ha entretenido, me he divertido y he pasado un rato muy agradable. Era lo que buscaba: objetivo cumplido. Solo lamento que, pudiendo ser mucho mejor con un poco más de esfuerzo, no lo sea. Pero lo que más agradezco es que recupere la simplicidad de la primera (y la mejor con diferencia) de las películas de la saga.


Pd. Pasad de las 3d. Demostrado: es el timo de la estampita.

lunes, 2 de mayo de 2011

Thor: Marvel se vuelve divino.



Como todos sabéis, gracias al éxito de producciones como Spiderman o las dos partes de Ironman, este año y el año que viene van a ser los años de los superhéroes, ya que se van a estrenar una buena cantidad de películas de esta temática. La razón: no son excesivamente caras y recaudan bastante, lo que viene bien para resucitar las depauperadas taquillas. La primera de esta serie de películas ha sido este Thor que estamos comentando. Pero antes, una introducción histórico-mística:

Thor es el Dios del trueno en la mitología germánica y escandinava. El atributo más obvio del dios es su aspecto guerrero, gran cantidad de mitos lo describen abriéndose paso con su martillo de guerra Mjolnir (demoledor) entre hordas de gigantes. Sin embargo Thor en el papel de guerrero cumple un rol protector, a diferencia de Odín que llamaba a sus seguidores a la batalla para la muerte y la gloria, por ello Thor tuvo un culto más extendido entre las comunidades más pacíficas de campesinos y artesanos.Thor tenía una gran área de influencia desde controlar el clima y las cosechas hasta la consagración, justicia, protección y batallas. Por ello en muchas ocasiones se lo consideraba como una deidad suprema.

En el cómic, sin embargo, Thor es un belicoso señor de la guerra, dios de los vikingos, fiel a la deidad nórdica en la que el personaje está directamente inspirado. Pero su agresividad rebasó los límites y su padre Odín lo desterró a vivir como mortal en Midgard (La Tierra) en la personalidad de un médico lisiado de una pierna, Donald Blake, sin recordar quien era realmente hasta que aprendiera a valorar la justicia y la paz, momento en que el destino le devolvería su identidad de dios del trueno.

La película, como es obvio, se basa en los cómics. Jane Foster (Natalie Portman) y sus ayudantes Erik Seivig (Stellan Skarsgärd) y Darcy (Kat Dennings) son astrofísicos que se encuentran en Nuevo México estudiando una serie se extraños fenómenos estelares, cuando un misteriosa columna luminosa se abre en el cielo, provocando un remolino del que cae un rudo joven. Obviamente, es Thor (Chris Helmsworth), al que atropellan. Acto seguido, de forma algo brusca, nos cuentan la historia de la lucha de Asgard, la tierra de los Dioses Nordicos con Jötunheim, la de los Gigantes de Hielo y como Odin Y Lauffey, líderes de ambos reinos, establecieron un delicado armisticio. También nos cuenta como una serie de hechos hacen que Thor acabe con ese armisticio y la guerra se reemprenda, poniendo en grave peligro a cientos de miles de habitantes de ambos reinos. Odin, padre de todos los Dioses, castiga a Thor arrebatándole sus poderes y exiliándolo en Midgar, la tierra. También tira e Mjolnir, para que pueda empuñarlo cuando sea digno de ello. Esta historia consume prácticamente todo el primer acto de la película. Demasiado.

El resto del film trata de cómo Thor logra domar su genio y su orgullo por el contacto con Jane, de lo que pasa en Asgard después de que Thor sea expulsado y las desgracias del Agente Coulson de SHIELD, que anda por el medio sin saber mucho a qué se enfrenta. He sido vago en la descripción de esta parte adrede. Realmente, son demasiadas tramas como para poder desarrollarlas como requerían en el tiempo de película que queda. Los personajes secundarios quedan esquemáticos, la trama apresurada y las buenas ideas quedan solo insinuadas, lo que es una pena. Realmente, la historia y la trama son muy simples. No hay ninguna sorpresa, que tampoco se pedía, pero merecían haber sido mejor desarrolladas. Este es el principal defecto que le encuentro a la película. En mi humilde opinión, se tenía que haber resumido más la historia de Asgard y de Thor del primer acto para poder desarrollar mejor el segundo acto y, en menor medida, el tercero.



Por lo demás, da lo que se esperaba de ella: acción (menos de la que parece), buenos efectos especiales, algún chiste y pasar un rato agradable. Me da pena que Branagh no haya podido desarrollar mejor los personajes y la historia. Con un guión más equilibrado, hubiera podido ser una película más shakesperiana, que es algo que le sentaría bien al personaje. Personaje principal algo exagerado en sus poderes. Cuando Thor empuña Mjolnir en la tierra, es demasiado poderoso, en mi opinión.

He oído criticas bastante absurdas sobre esta película. Una es que triunfaba el kitsch por el diseño de Asgard. Bueno, algo recargado y hortera sí que es, pero está heredado de los cómics. Al fin y al cabo, lo ha dibujado un americano… Además, si es fiel porque es fiel, si no lo es porque no lo es… También se ha criticado mucho la elección de Idris Elba, actor de color, para el papel de Heimdall. La verdad es que queda bastante bien. Y es solo una de las muchísimas libertades que se han tomado, tanto en el cómic como en la película. Lo que pasa es que la mayoría no son tan evidentes…Un ejemplo: Laufey, en la mitología es mujer. Pero el colmo de la crítica absurda es decir que le película es una mierda porque Thor apenas lleva el casco…¡Sigh!

No tengo porque defender la película. Me parece una mera presentación de varios personajes que se me antojan importantes para el culmen del proyecto de Marvel de unir varias películas que culminará en “The Avengers”, a estrenar el año que viene y que ha sido comenzada a rodar la semana pasada. Es decir, es un simple entretenimiento que tiene la suficiente entidad propia como para no ser considerada como un producto parásito de otro. Además, ya han aprobado la realización de una segunda parte, donde, supongo, desarrollarán mejor los personajes y situaciones. En el fondo, me parece como el episodio piloto de una serie: ahora queda desarrollar la historia.

Para acabar esta breve crítica, decir que, dentro de lo que pueden, los actores lo hacen muy bien. Helmsworth, el más novato y prota, se ve cómodo en el papel y Natalie Portman, Anthony Hopkins (Odin) y otros veteranos, hacen los suyos con la gorra. Me gustaría destacar a Tom Hiddlestom, que hace un soberbio Loki. Veremos más de él en “The Avengers” . tengo que reconocer que también me da un poco de pena que se desproveche el plantel de actores que tiene; podían haber dado más de sí.

Por lo demás, no hay mucho más que comentar. Una buena película de un estudio que ya le tiene cogido el punto a su producto. Y volver a lamentar ese desequilibrio del guión.