martes, 31 de diciembre de 2013

sábado, 28 de diciembre de 2013

Abertura de Back to the Future - Alan Silvestri en guitarra acústica.

Suena genial!!

The Auteurs of Christmas



En el siguiente vídeo tenemos varios cortes donde se nos felicita la navidad como lo harían varios directores conocidos. Es curioso lo bien logrado que están algunos y lo fácil que se le reconocen sus señas personales...Para que después digan que el director no es importante

viernes, 6 de diciembre de 2013

¿A quien le suena esto?

domingo, 1 de diciembre de 2013

Analizando Breaking Bad # 1




Tengo la extraña sensación de que un indicativo de que una serie o una película, es buena es cuando,al acabar, te deja con cierta sensación de orfandad, vacío. O, al menos, significa que te ha dicho algo y no ha sido solo un mero entretenimiento. Eso me ha pasado a mí con multitud de películas, más hace unos años que ahora, que soy más viejo y veterano. También con alguna serie. Entre las primeras, puedo citar Hattari, Casablanca...y entre las series, la estupenda “The Wire” o (de cierta manera) “Lost”.

Lo mismo me ha sucedido con “Breaking Bad”. El fin de las aventuras y desventuras de Walter White y su alter-ego Heisenberg, así como la de todos los desgraciados que (de alguna manera) se ven afectados por sus acciones, ha dejado un agujero en mí que he tardado unos días en poder rellenar. Por ello, creo que la serie, tanto por su historia como por su confección, se ha hecho merecedora de un post del Arcano Oscuro. Un post un bastante más extenso que los acostumbrados; el presente, que he dividido en varias partes. Me centraré, sobre todo, en la serie en sí, su confección, personajes... si bien, por supuesto, también hablaré de la historia y lo que en la serie sucede. Sin spoilear. O haciéndolo lo menos posible. Como siempre, salvo que se diga lo contrario.

Pero primero, pongamos la cosa en contexto:

Un poco de historia:

La AMC (American Movie Classics) es solo uno de los canales, todos especializados en cine, del conglomerado AMC Networks, accesibles desde 1984 en la mayoría de los paquetes básicos de cable del país de las barras y estrellas. El canal que da nombre al conglomerado estaba especializado en cine clásico de Hollywood; cine en blanco y negro con viejas glorias, tan reverenciadas como, en el fondo, despreciadas por vetustas. A finales de los años '80, el canal entró en franca competencia con TCM (Turner Classic Movies), que cubría el mismo tipo de producto con una evidente ventaja: el texano Ted Turner se había hecho con los derechos y la tecnología que le permitían colorear las películas que iban a emitir. A pesar del gran escándalo que se montó en aquel momento debido a la supuesta falta de respeto que conllevaba esta conducta, TCM siguió en sus trece y, le guste o no a los cinéfilos, consiguió ir aumentando sus ratings, poniendo en aprietos a la competencia.

El número de espectadores de AMC fue cayendo poco a poco, pero de manera constante a lo largo de los '90. Y esta caída era evidente, sobre todo,en el sector de los “Young Adults”, de los 18 a los 35-40 años. Este segmento de la población es muy goloso, ya que son jóvenes profesionales con dinero y ganas de gastar. Por eso, en 2002 AMC introduce un cambio importante: empieza a emitir películas más recientes, en color. Esto ocasiona unos gastos mayores, al ser películas más caras, lo que conlleva un segundo cambio importante: empieza a emitir publicidad. Infinitamente menos que en las generalistas y mucho más respetuosa con los tiempos a la hora de hacer los cortes, pero las películas de la AMC tienen pausas.

Y la cosa les sale bien. Las audiencias se recuperan y el canal empieza a hacer dinero. No de una manera espectacular, no deja de ser un canal de cable, pero lo suficiente como para sentirse desahogados y plantearse nuevas ideas. Y aquí es donde interviene la suerte.

En 2007, con un controvertido fundido en negro, se termina el último capítulo de “The Sopranos” en HBO, la casa de las series de calidad por excelencia. Uno de sus guionistas, Matthew Weiner, llevaba varios años vendiendo de manera infructuosa a los directivos de la cadena las virtudes de su guión sobre una agencia de publicidad en Madison Avenue. El canal Showtime, que en aquellos momentos aspiraba a hacer una pálida competencia a la HBO, tampoco estaba interesada en la misma. Este canal, como AMC, se ofrece en los paquetes básicos de cable, a diferencia de la HBO, lo que se traduce en menos dinero y la obligación de una mayor prudencia a la hora de invertir. En aquellos momentos, Showtime estaba muy contenta con los resultados de “Weeds” (2005-12), serie de Jenji Cohan que les daba excelentes réditos. Así que hicieron oídos sordos a Weiner. Desesperado, el guionista se dirigió a la AMC, a pesar de que no había emitido una serie en su historia, para que le produjera la suya. Sorprendentemente, le dijeron que sí. Y el resto es historia: Mad Men se convirtió en el estandarte de la cadena y un enorme éxito, tanto de crítica como de espectadores, demostrando unos altos estándares de calidad y ganas de plantarle cara a HBO desde la humildad, pero decididamente.



Y estos principios se confirmaron cuando al año siguiente, 2008, compraron la idea de Vince Gilligan de narrar en una serie la conversión de un profesor de química enfermo y eminentemente bueno en el peor de los criminales. La conversión de Mr. Chips en Scarface, según palabras del propio Gilligan. Paradójicamente, no fue Gilligan el que terminó de convencer a la cadena de la idoneidad de tan arriesgado proyecto, si no que el éxito de “Weeds” en Showtime. Y así nació “Breaking Bad”, la serie que hoy nos interesa.

Antes de cambiar de tercio, debo de decir que su éxito, al principio, fue mucho más moderado que el de Mad Men, en parte por haber sido una de las damnificadas por la huelga de guionistas de 2007, en parte por su temática delictiva, no muy bien aceptada por los espectadores de los estados más conservadores. Pero, a la larga, estos condicionantes fueron buenos, pues los guionistas tuvieron más tiempo y libertad para hacer una segunda temporada más cerrada y redonda así como para definir mejor los valores de producción, obteniendo un producto más refinado.

En 2010, la Cadena empezó a emitir su serie más exitosa y problemática,”The Walking Dead”, que será esencial para el desarrollo de la cadena, como veremos.


Analizando Breaking Bad #2

Vince Gilligan y su crew:


Detrás de esta sonrisa profident, se oculta el padre de Heisenberg.

Vince Gilligan (Redmond, Virginia 1967), el creador de “Breaking Bad”, se fogueó a las ordenes de Chris Carter en la serie “Expediente X”(1993-02), de la que fue productor ejecutivo y escribió 30 episodios (incluidos algunos de los más míticos) y su Spin Off “Los Tiradores Solitarios”(2001). Hombre práctico, aquellos años se fajó en obtener numerosos e interesantes contactos y un profundo conocimiento de la dramaturgia y de un medio, la televisión, de la que se mantuvo relativamente alejado hasta 2008. Desde que se acabaron las aventuras de Mulder y Scully, Gilligan estuvo involucrado en varios proyectos que no salieron adelante, tanto en cine como en Tv. Su mayor éxito, en estos años, fue el guión de “Hancock”, el Superhéroe borracho y destroyer que interpretó Will Smith en el cine.

En 2005 empezó a presentar por las cadenas el guión y la biblia de “Breaking Bad”. Pero, de manera similar a lo que le había sucedido a Weiner con Mad Men, encontró las puertas cerradas en HBO y Showtime. La principal razón, tal como ya he comentado, es que no les gustaba el hecho de que una persona buena se convirtiera en un delincuente. Paradójicamente, Showtime aprobó y emitió “Weeds”, tal como hemos comentado, si bien el tono, más de comedia, y las circunstancias de Nancy Botwin eran distintas, más positivas que las de Walter White. En el fondo, tenían miedo de que Breaking bad se viera como una loa a la delincuencia. Por otra parte, la serie está fundamentada en una de las grandes fallas del American Way of life, el fracaso de los Seguros Médicos en caso de que enfermes de algo grave.

En 2007, Gilligan recibió luz verde para su serie por parte de AMC. Tal como ya he comentado, gracias a “Weeds”, que estaba teniendo éxito y a la huelga de guionistas, que obligó a las cadenas a tener en cuenta proyectos que de otra manera ni mirarían. Con esto, no estoy minimizando la valentía de AMC, solo certificando el hecho de que en aquellos momentos contaba con menos alternativas de lo normal.

Gilligan contó con bastante libertad para configurar su equipo, teniendo especial fortuna a la hora de reclutar a sus guionistas, muchos viejos amigos de la época de Expediente X, y a los productores ejecutivos. Pero una decisión que se mostró vital, fue la de contratar a Bryan Cranston como protagonista.

Desde 2006, al acabar “Malcolm in the Middle”, donde interpretaba al peculiar padre de Malcolm, Cranston se dedicaba a doblar dibujos animados y animé y a dar lustre a series con papeles secundarios. Debido a su presencia en la serie juvenil, hubo algo de reticencia inicial a su contrato por parte de AMC. Pero desapareció al ver su papel en un delirante capítulo de “X-files” escrito por Gilligan. Con Cranston entraron varios profesionales muy capaces, la mayoría procedentes de “Malcolm”, que reforzaron el núcleo duro de la serie. Este núcleo se ha mostrado muy compacto y ha habido tal entendimiento que muchos de sus componentes han alternado funciones, llegando muchos de ellos, incluso, a dirigir capítulos. El propio Cranston, ha sido productor ejecutivo de las dos últimas temporadas y dirigido 3 capítulos.
El ¿idílico? hogar de los White

Breaking Bad:


La vida de Walter White (Bryan Cranston),profesor de química en un Instituto, es bastante triste. Vive la química y disfruta enseñando, a pesar de los analfabestias de sus alumnos. Desgraciadamente, tiene que completar sus ingresos trabajando de contable y cajero en un lavadero de coches, si bien, muchas veces no le queda más remedio que arremangarse y ponerse a limpiar los vehículos.

En un momento, descubrimos que es un genio y que en el pasado, vendió su 33% de las acciones de una empresa que había fundado con dos colegas y que hoy es una enorme multinacional, lo que le causa una terrible rabia.

Está casado con Skyler (Anna Gunn), dominante y ociosa ama de casa que dedica su vida a comprar y vender objetos por internet, escribir cuentos que nunca son publicados y gobernar la vida de Walter. Está embarazada de su 2ª hijo. El primero, Walter Jr.(RJ Mittre) tiene parálisis cerebral y asiste al instituto donde Walter da clase. Pero con la adolescencia, rechaza su nombre de pila para insistir en que le llamen Flynn.

Skyler tiene una hermana metementodo, Marie (Betsy Brand) que es técnica de rayos, aunque parece Doctora. Está casada con Hank Schraeder (Dean Norris) un varonil y arrojado, amén de vacilón, Agente de la DEA (Drug Enforcement Agency) que es todo lo que no es Walter.

Pero las desgracias no vienen solas: un día,Walter se desmaya en el trabajo y es llevado al médico. El diagnóstico es terrible: Cáncer de pulmón inoperable. Con suerte, le quedan 2 años de vida. Pero él evita decir nada a su familia, no quiere amargarles la fiesta de su 50ª aniversario. En dicha fiesta, Hank presume de una operación de la DEA en la que había participado y donde habían requisado ingentes cantidades de dinero procedentes del tráfico de Cristal (Metanfetamina). Walter se muestra interesado en el tema y le pide a su cuñado que deje acompañarle en la siguiente misión de estas características. En la misma, descubre que uno de sus exalumnos, Jesse Pinkman (Aaron Paul) está implicado. Tras facilitarle la fuga, Walter se acerca a Jesse con una idea disparatada: él fabricará la Meta más pura de Nuevo México y Jesse la distribuirá, repartiéndose los beneficios al 50%. Así, obtendrá el dinero que necesitará para pagar su tratamiento y dejar a la familia cubierta una vez que fallezca. Pero la vida de delincuente no es tan fácil...

Así comienza la caída de Walter White, que poco a poco se va convirtiendo en su maligno alter ego, el supercriminal Heisenberg. Pero, ¿Es esto así de simple?. 



Los comienzos siempre son duros...

Analizando Breaking Bad #3

El cancer: Walter White frente a Heisenberg. Consideraciones éticas y morales en Breaking bad



Este es el punto donde, a mi entender, la serie alcanza la genialidad. Si bien, al final de la serie toda la narración queda atada y bien atada, la parte ética y moral de la misma queda lo suficientemente abierta como para que cada uno de los espectadores pueda sacar sus conclusiones y pueda discutir las mismas con sus colegas. En mi opinión, hay una serie de puntos relativos a estos temas de los que se puede tratar.

  • Walter White o Heisenberg: El gran enigma de toda la serie es ¿Quien es Heisenberg? Se nos presentan dos alternativas: o es el lado oscuro de Walter o la verdadera naturaleza del mismo. No es una cuestión baladí, pues dependiendo de lo que consideremos, nuestra visión de los hechos acontecidos en la serie (y la serie en sí) deberá de verse alterada. En el primer supuesto, la serie narraría la caída de un hombre, Walter White, y su sustitución por un megavillano llamado Heisenberg que acabará imponiéndose. En el segundo caso, Heisenberg sería la verdadera identidad de Walter, que se va desprendiendo de todo lo que tiene del civilizado ciudadano modelo hasta quedar desnudo, al descubierto. Estaríamos enfrentando la degradación de un hombre bueno a la revelación de un hombre malo, liberado de las convenciones sociales, el corsé de la moral y/o ética reinante.

     
    Heisenberg en estado puro
  • Pacto con el mal. Referencias literarias: Muchos han visto en esta serie ecos del Mito de Fausto. En la versión de Christopher Marlowe, concretamente. En este caso, estaríamos aceptando el primero de los supuestos expuestos en el punto anterior: Walter se pervierte debido a la ambición. Se convierte en Heisenberg, vendiendo su alma. Pero parece claro que la ambición no es el que mueve a Walter, ya que vive muy austeramente en todo momento. Tampoco es el poder. Parece que éste más bien aparece como consecuencia (no necesariamente buscada) de la consecución de los verdaderos objetivos de nuestro protagonista. No voy a insistir en este tema, pues me he comprometido a no spoilear. 

    Otros autores han visto un más que evidente paralelismo con la novela de Robert Louis Stevenson “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”. Es que lo tiene. Pero no por evidente, debemos de dejar de citarlo.

    Como tampoco creo que debamos de dejar de citar al “Superhombre” de Nietzche pues, de alguna manera, el binomio Walter White (el apellido es importante, por su significación) /Heisenberg (la incertidumbre personificada) trasciende a la sociedad y sus limitaciones, como el hombre ideal del filósofo alemán.



Pero hay otra referencia literaria obligatoria:



  • Don Quijote y Sancho Panza: Muchos también han visto en esta serie ecos de la genial novela de Cervantes en tanto en cuanto Walter, que era una buena persona, se va maleando, mientras que Jesse, que es un delincuente, va rechazando el crimen para acabar siendo honrado. Pero de nuevo, la serie altera esto. Para empezar, tendría que estar claro que Walter es bueno en un principio. Y ya hemos visto que eso no está para nada claro. Y segundo lugar, Jesse tendría que acabar siendo una buena persona, cosa que tampoco queda para nada clara, si bien es cierto que el personaje va aborreciendo el crimen. Más que nada por sus consecuencias sobre los niños, por los que siente gran afinidad, que representan la inocencia mancillada por sus actos delictivos.
  • Manchándose las manos: Resulta curioso como perdonamos fácilmente a Walter mientras cocina una metanfetamina que mata a cientos de personas en lenta agonía yonqui. En cambio, censuramos, aunque no sea atractivo, al maléfico Heisenberg que fanfarronea con frases lapidarias (¡Fuera de mi territorio!) y se mancha las manos cometiendo delitos de sangre y manipulando a otros para que los cometan por él. 

    Sin embargo, la serie nos muestra en varias ocasiones los daños que la Metanfetamina que Walter y Jesse cocinan. El mejor ejemplo es la prostituta Wendy, personaje recurrente. En especial, el genial Cold opening o teaser del capítulo 3x12 (Half Measures) donde se ve el día a día de la misma al son de la canción “Windy”. Y este no es el único ejemplo: Tenemos la dramática trama de la pareja de colgados que, en su delirio tóxico se han olvidado de su hijo, centrándose en abrir un cajero automático que han robado entero.

    Nunca ha sido tan cierto eso de “Ojos que no ven...” Como el daño de la Meta, de las drogas en general, es diferido,lento y sostenido en el tiempo, es más aceptable en nuestra conciencia.

    ¿Es el hecho de que mate a gente con sus manos lo que define el supuesto tránsito de Walter a Heisenberg?. No queda nada claro, pues es evidente que Walter/Heisenberg es consciente desde el minuto cero del daño que causa. Y los autores nos lo muestran. Lo que deja abierta una zona gris abierta a la interpretación que agradezco como espectador.


  • Bad meets bad: Se ha hablado mucho de la conversión de Walter en Heisenberg, pero muy poco del resto de los personajes malvados (o moralmente reprobables) que pululan en la serie. Haremos más adelante un pequeño Dramatis Personae, pero me gustaría decir aquí que es evidente que “Dios los crea y ellos se juntan”. Con esto quiero decir que Walter/Heisenberg se va a ir encontrando con los distintos tipos de delincuentes que habitan el mundo de la droga a lo largo de su travesía, desde el camello (Emilio o Krazy8), hasta el traficante internacional de traje de chaqueta y fachada blanqueada (Lydia Rodarte-Quayle)
  • El Cancer y la corrupción: No hay que ser muy listos para darse cuenta de que el Cáncer de Walter White es, además de su enfermedad y su cruz, una metáfora de lo que el propio personaje va a significar dentro de la trama. Porque, al final, si algo queda claro de la serie, es que Walter es un cáncer para sí y para todo lo que le rodea. La historia de la serie es la la extensión del cáncer Heisenberg, la metástasis de todo y todos: Familia, amistad, lealtades, salud... Todo va degenerando hasta el final más lógico. Y cruel. Porque en “Breaking Bad”, los actos tienen consecuencias.

    Por muy villano que sea, el cáncer atenaza la vida de Walter White

  • Las consecuencias del mal y La coherencia de los personajes: Los actos de los personajes siempre tienen consecuencias. Y los personajes tienen que lidiar con las mismas. No es una serie amable con ellos. No los juzga, pero tampoco los salva mediante piruetas argumentales. Esto es de agradecer, ya que en demasiadas ocasiones nos encontramos narraciones en las que los escritores sienten cierta piedad por los personajes y sus circunstancias y aflojan la mano, dándoles una oportunidad de salvación y/o redención poco creíble. En esto, solo podemos decir que la serie es terriblemente coherente.

    Es más: los autores dan oportunidades a los personajes. Oportunidades para salvarse o, al menos, minimizar daños. Porque, aunque parezca que se libran de los bretes en los que están metidos, siempre es a costa de un precio. No hay nada gratis en el Alburquerque de Breaking Bad. Pero entonces entra en juego el siguiente componente de este epígrafe: los personajes deciden ser fieles a sí mismos y sus circunstancias y no se traicionan: pagan el precio y porfían en su caída. Directos hacia el desastre, lo único que les espera al final del camino. 

    En Breaking Bad, los personajes y lo que hacen es muy coherente. Puede que no entendamos o expresen sus razones para hacer lo que hacen. Pero nunca podremos decir “eso nunca lo haría, no va con él”.

    En el siguiente post, veremos como son estos personajes.
Lavando dinero. Literalmente

Analizando Breaking Bad # 4

Breve descripción de los personajes:


No se trata de hacer una descripción completa de los personajes ni de todos los personajes. Solo voy a dar unas pequeñas pinceladas de cada uno de ellos, para hacernos una idea y constatar que se cumple el axioma de la serie: “la vida es cambio” y el paralelismo que se hace con la química (la ciencia del cambio de la materia):

Los principales personajes de Breaking Bad

  • Walter White/Heisenberg: La serie gira en torno a este misterioso ser dual del que no conviene contar más, ya que parte de la gracia de la serie es asistir a su evolución y a las circunstancias que lo rodean. Solo añadir que es uno de los grandes personajes de la historia de la Tv.
  • Jesse Pinkman: Es el escudero de Walter, su sidekick. A pesar de ser un personaje manifiestamente inmaduro e inestable, actúa como conciencia o freno del cocinero de Meta. Es uno de los más damnificados por los actos de Walter, a pesar de que este tiene una extraña actitud paternalista hacia él. Extraña porque es cierto que lo salva varias veces, pero a costa de destrozarle y aniquilarlo como ser humano e individuo. Es el único que muestra arrepentimiento sincero y ganas de resarcir el mal provocado, demostrando su buen sustrato y la presencia de una moral o una ética en el fondo de su alma.
  • Skyler White: De mujer/madre manipuladora y castrante que no se entera de nada (intencionadamente, en la muchos casos), pasa a ser una mujer con dudas para acabar siendo una mujer asustada. Lo que no le evita llegar a ser parte esencial del mundo Heisenberg, a pesar de que no lo quiere aceptar e insiste en mantener sus manos limpias. Imposible. Es práctica y pragmática, lo que lo convierte en una poderosa aliada. Representa la pérdida de la inocencia.
  • Walter Jr. El hijo de Walter y Skyler es, junto con su hermana, la víctima de toda esta historia. Representa la pureza y la honestidad que todos pierden a lo largo de la narración. Y que él mantiene, a costa de todo lo demás. Está condenado a la infinita infelicidad.
  • Hank Shraeder: A pesar de lo que aparenta, es el bueno de la película. Bravucón y fantasma al principio, los hechos lo van volviendo un ser oscuro y amargado, pero con un corazón de oro, y en un sabueso que rechaza dejar escapar a Heisenberg, su presa favorita.
  • Marie Shraeder: Marie representa la inmutabilidad, justo lo contrario que el resto de los personajes. Nunca se entera de nada y siempre va un par de pasos detrás que los demás. Es buena gente y le mueve la generosidad. Pero es tremendamente desafortunada en sus palabras y hechos.
  • Los Salamanca: Cartel familiar de narcos mexicanos que tienen la desgracia de cruzarse con Walter y Jesse. Representan la parte más primitiva y salvaje del negocio, la de las “balaseras”, los machetes y el diente por diente. Demasiado bestias para las circunstancias y el entorno. Destacan Tuco, una psicópata sin control, y Hector “Tío” Salamanca, paralítico y con bilis en vez de sangre.
  • Jane Margolis: Personaje bastante secundario y fugaz, pero esencial. La casera de Jesse durante un breve periodo de tiempo tendrá una importancia mayor en la vida de este. Además, provoca, indirectamente, uno de los hechos más bestias y surrealistas de toda la serie.
  • Gus Fring: Es la verdadera némesis de Walter White y, a su vez, el maestro de Heisenberg, el que lo convierte en el megacriminal que acaba siendo. Cerebral, frío, impávido, maquiavélico y misterioso son términos que se ajustan a este Chileno de oscurísimo pasado. Es uno de los mejores personajes de la serie. Y da mucho miedo.
  • Saul Goodman: El abogado y hombre para todo de Walter y su cuadrilla. Un pillo entrañable que se hace de oro por ser pescador en río revuelto, pero a costa de su salud, ética e infinitos disgustos. Casi siempre representa la sabiduría y la prudencia. Y nunca le hacen caso. Otro personaje genial, al que los hechos acaban sobrepasando, lo que hace que se haya ganado un Spin-off pare él solito a estrenar en 2015, “Better Call Saul”.
  • Mike Ehrmantraut: Arreglador, asesino, cobrador...lo que haga falta. Mike es un hombre coherente que ha aceptado que es la mano ejecutora de los malos e intenta hacerlo de la mejor manera, la más limpia y con menos efectos colaterales. Un simple currito que constituye uno de los pilares fundamentales del imperio de Fring y de los negocietes ilícitos de Saul primero y las marrullerías de Walter y Jesse después. Es el augusto de la historia.
  • Gale Boetticher: Apenas sale en 4 capítulos en la 3ª temporada y su presencia es esencial. Peculiar genio químico, se convierte rápidamente en el discípulo de Heisenberg, con todo lo que ello representa. Es un personaje trágico sobre el que acaba pivotando la trama entera de la serie.
  • Lydia Rodarte-Quayle: Alta ejecutiva de Madrigal Inc. Representa al mal institucionalizado; Megacorporaciones que están por encima de la ética, las fronteras, gobiernos y otras instituciones. A pesar de ser miedosa y cobarde, es peligrosa y, probablemente, la mayor villana de esta serie solo detrás de Heisenberg.
  • Todd: Es el enlace de Heisenberg con el crimen más sangriento y salvaje. Es inmoral, violento y analfabeto. Y lo peor de todo, muy inteligente. Un psicópata con pinta de buen chico. Él y su entorno son gente muy peligrosa y sin escrúpulos.

Y con estos, creo que ya tenemos suficientes personajes como para hacernos una idea de la serie, si bien, hay muchos más que merecerían estar en esta lista.

Pero no quisiera acabar este epígrafe sin dejar de comentar la maestría que Gilligan y su gente ha demostrado en el desarrollo de todos los personajes. La importancia de muchos que son muy secundarios en la trama general es vital. Además, la presentación o desarrollo de los mismos suele ser sobresaliente. Mencionar, por ejemplo, a Steve Gomez, el agente que acompaña a Hank en todas sus misiones. O ese excelente Gale Boetticher, cuya escena cantando en Italiano es increíble y define al personaje de forma magistral.

Lydia y Todd conspirando.

Analizando Breaking Bad #5


Cocinando una serie mítica

La narrativa de la serie:



Una de las características de esta serie es la peculiar narrativa con la que cuenta. Esta sería una serie imposible hace 10 años. Los espectadores no aceptarían de buena gana los desafíos narrativos que expone: es lenta y morosa. Sus momentos intensos están muy medidos y desperdigados a lo largo de los capítulos. Su atracción está más en lo que se intuye que hay detrás y en la anticipación de qué conllevarán los acontecimientos de lo que se te está narrando. Es decir, es una serie que es interesante por los personajes y lo que hacen, lo que se ve en pantalla. Pero más por las implicaciones. A esto se suma que la manera de narrar es engañosamente sencilla, heredada de los Westerns de Sergio Leone.
Aparentemente, la serie carece de complicación desde un punto de vista formal: Planos medios, americanos y muchos primeros planos de las caras. La historia avanza a golpe de diálogos y conversaciones, normalmente, entre tipos sentados o quietos en un sitio: no hacen otra cosa que hablar. Eso, según los manuales, es veneno: aleja al espectador, que tiene déficit de atención.

Pero la apariencia de dinamismo es increíble en todo momento. De hecho, la serie tiene mucho más diálogo de lo que aparenta. Este efecto es posible por unos actores excelentes que son capaces de aguantar primeros planos, mostrar una tremenda contención y hablar mucho con gestos y miradas. También en el poder de unos magníficos diálogos y en la gravedad y/o significación de lo que está ocurriendo, aunque sea una aparente tontería. Pero el secreto real está en un montaje muy ligero, de distancias cortas, que implica a los espectadores.

Y, de repente, se nos meten planos forzados, con potentes lentes anamórficas o desde perspectivas imposibles que rompen la continuidad del relato. Ejemplos tenemos a cientos: la meta, azul marino, se vierte sobre la cámara, vemos como Jesse esnifa una raya de coca a través de una mesa de cristal o como Gus vierte refresco de naranja desde dentro del vaso de papel de “Los Pollos Hermanos”. También tenemos time-Lapses y curiosas transiciones que sirven de poderosas elipsis temporales, el videoclip de un Narcocorrido protagonizado por Heisenberg o un anuncio de Tv de la cadena de comida rápida “Los Pollos Hermanos”.


¡Mira lo que han hecho!


Estas escenas son muy poderosas en medio de una narración con apariencia bastante anodina y contienen de por sí mucha significación. Pero, además, permiten distraer la atención del hecho de que, en las secuencias aparentemente más normales, las de diálogos, nos cuelan numerosas violaciones formales de la narración. Solo nos quedamos con una sensación rara por lo que hemos visto, que atribuimos a lo que sucede y no a que el director se ha saltado el eje del plano, por ejemplo, cosa que sucede en varias ocasiones cuando Walter oscila entre sus dos “egos” o personalidades en una misma escena. Cuando es Walter, el director nos muestra un lado de su cara, el más iluminado. Cuando es Heisenberg, en la misma escena, nos muestra el otro, menos iluminado. Algo parecido (que no igual) habíamos visto en algunos momentos de la Saga del Sr. de los Anillos en los que Smeagol hablaba con su alter ego Gollum, si bien allí, la trampa estaba convenientemente subrayada.

Y digo que hoy en día aceptamos este tipo de narración porque hemos sido convenientemente educados por cosas como “The Wire”, que nos enseñó a ser pacientes o “Lost”, que nos enseñó que el tiempo y lo narrado en pantalla puede ser mucho más relativo de lo que creíamos. Y pongo estos dos casos como ejemplos, que podría poner más.

Pero lo novedoso de la narrativa de Breaking bad no se queda solo en lo formal, también en lo narrativo: Hace un uso increíble de las herramientas narrativas clásicas, como la Carabina de Chejov, y las audiovisuales: la elípsis y el metalenguaje, especialmente en los magníficosd Teasers o Cold Openings. Veámoslo.


    • La carabina de Chejov



Según Ilia Gurland, autor de “Las tres Hermanas”, que recibió clases de dramaturgia de Anton Chejov (o Chekhov), el Maestro les dijo en una ocasión que lo que suceda en el escenario debe de ser tan complejo o sencillo como la vida real, que los personajes deben de consagrarse a la vida o a la destrucción mientras cenan. Y que si hay una pistola en el primer acto, alguien tiene que dispararla en el tercero. Y esto se ha convertido prácticamente en un axioma en la redacción de guiones. El problema es que, en la mayoría de los casos, esto no se hace con la suficiente sutileza como para que no sea evidente, especialmente, en el cine. ¿Cuantas veces nos han presentado un curioso aparato y hemos sabido en ese momento que va a ser esencial para el fin de la obra?. En las series, y más en las que cuentan una sola historia, es más fácil disimular esas trampas al haber más tiempo y líneas argumentales. Y en Breaking Bad, esta técnica es usada con maestría. Por lo tanto, podemos decir que en la serie hay dos tipos de “disparos” de esta carabina.

El primero es el que se da dentro de un episodio y no trasciende más allá. Suele tratarse de un objeto que nos es presentado y luego tiene otra utilización o significado. El mejor ejemplo, es del capítulo 4x1, donde hay involucrado un cutter. Este tipo de “disparos” están muy bien colocados. Se da un caso curioso, y es que algunos de estos disparos se efectúan desde un pasado pretérito mediante un flashback, cosa que explicaré en el siguiente punto.


El famoso cutter de Breaking Bad


Debo de citar aquí la tremenda importancia que los diferentes objetos tienen en Breaking Bad, más allá de sus uso como Carabina de Chejov: ejercen muchas funciones y de muy diverso tipo, desde narrativas hasta metafóricas.

El segundo tipo de disparos de la carabina es el que se da dentro de la serie,de un capítulo a otro. O incluso, entre temporadas. Es el más interesante, pues forma parte de la técnicas que fortalecen especialmente una narración, le dan solidez y, sobre todo, un mejor acabado. Están constituidos por los famosos fantasmas del pasado que vienen a influir en el presente y hacen que se nos dibuje una sonrisa en la cara. De estos, tenemos muchos ejemplos en forma de historias secundarias, que parecen acabadas y que luego vuelven para interactuar con la trama principal y hacer un poco más complicada la existencia a los protagonistas. Pienso en la historia de Ted Bernake o la propia de Gale Boetticher, a la que ya me he referido varias veces. Pero también al retorno del Tío Salamanca en la 4ª temporada o de los Splizer en la 5ª.

    • Los Cold Openings: Analipsis y Proelipsis



Breaking Bad es una serie que comienza con una trampa: su cold opening es una Proelipsis (más conocida como Flashforward) que nos adelanta unos segundos del final del capítulo piloto para engancharnos. En este primer Teaser de la serie, vemos a un tipo conduciendo desnudo una RV vestido solo con unos ridículos calzoncillos de algodón y una máscara antigás por el desierto. Con él, en la caravana, van varias personas inconscientes y/o muertas. La caravana derrapa y acaba saliéndose de la carretera, chocando. El hombre se baja de la caravana, se quita la máscara y respira aire limpio. Se oyen sirenas, que alarman al tipo y hacen que vuelva a entrar en la caravana para coger una cámara de vídeo, donde grabará una confesión y se nos presentará como Walter Hartwell White, antes de sacarse una pistola de los gallumbos y plantearse en mitad de la carretera, con el arma presta, a la espera de la policía. El resto del capítulo nos contará como se ha llegado a ese punto, para, una vez alcanzado, trascenderlo y ver como se soluciona la cuestión.

En mi opinión, este uso del Flashforward como anzuelo me suele parecer bastante burdo. Y, en su momento, lo pensé. Pero reconozco que en este caso en particular, una serie con unas características tan particulares como esta, hay poca alternativa para atrapar al espectador a puerta fría. Además, creo que comenzar la serie haciendo lo que considero una trampa, es ya una declaración de intenciones sobre qué es lo que vamos a ver: la historia de un hombre, no tanto tramposo, como de moral dudosa.

Porque si algo es característico de Breaking Bad, son sus Cold Openings o Teasers. Muchas veces son pequeñas películas, con su planteamiento, nudo y desenlace, que se sitúan antes de los títulos de entrada y nos cuentan algo que complementa y/o enriquece a la historia principal. Los hay de muchos tipos y es donde se arriesgaba más narrativamente, por lo que el espectador(al menos yo) no puede evitar sentir curiosidad por saber qué es lo que los guionistas se han inventado para abrir cada capítulo. 
¡Que mal rollo da el Oso!
 



La mayoría de los Cold Openings son analipsis (flashbacks) o historias paralelas a la principal (normalmente protagonizadas por secundarios) que nos permiten conocer más cosas del mundo que nos expone: de un personaje y sus intenciones, de unos hechos...etc. Muchas veces se plantan semillas para un futuro próximo y otras, simplemente dan información adicional que se agradece.

También es en los Cold openings donde se suelen situar las partes más experimentales de la serie: los videoclips de Narcocorridos, anuncios de Tv o largas escenas en estricto alemán.

Mención especial hay que hacer al uso de los Flashforwards o Proelipsis en estos teasers. Ya hemos comentado el uso tramposo que se hace del mismo en el piloto como “gancho” para el espectador. Es un truco que vuelven a utilizar en más openings, si bien no tanto como “anzuelo”como para matizar lo que se te está contando: que no es toda la verdad o que la cosa no va a ser como se te cuenta. 

Caso aparte son los flashforwards recurrentes que protagonizan algunos Cold openings de la 2ª y la 5ª temporada. En cada aparición, nos dejan caer un poquillo más de información de un momento concreto situado hacia el final de la temporada. Estos flashforwards, por poco informativos o confusos, en mi opinión, no funcionan tanto de gancho como alimentan la curiosidad del espectador y las ganas de anticipación. Alimentar el Hype, podríamos decir. Especialmente, en la 5ª temporada. Conviene mencionar que, si unimos los títulos de los capítulos de la 2ª temporada que tienen estos flashforwards en sus teasers, nos dice qué es lo que te están contando. 

En mi opinión, es en estos Cold Openings donde la serie demuestra su tremenda maestría y lo lejos que está del resto de series. No porque otras no utilicen este recurso (no se lo han inventado los chicos de Gilligan) si no por el estupendo, atrevido y novedoso uso de este recurso.

Analizando Breaking Bad #6

Cocinando en el desierto

El diseño del mundo de Breaking bad:



Por último, pero no menos importante, debemos de hablar del mundo en el que se desarrolla Breaking Bad. En el guión original, esta serie se desarrollaba en la soleada California. Posteriormente se trasladó a Nuevo México por cuestiones eminentemente presupuestarias, lo que le vino genial a la serie, pues adquirió aires de Western. Porque, al final, eso es lo que es Breaking Bad: Un western moderno.

Ya desde ese tramposo Opening al que me refería en el epígrafe anterior, se nos muestra un ambiente de colores terrosos, quemados por el sol. Un desierto de carrizos y tierras anaranjadas. De caminos de tierra polvorientos. Posteriormente, vemos una Albuquerque extrañada y triste, de urbanizaciones desiertas, bares oscuros donde tipos duros beben whiskey silenciosamente apoyados en la barra y restaurantes de comida rápida. De tiradores solitarios. Un mundo extraído, como ya hemos mencionado anteriormente, de las películas de Sergio Leone y trasplantado al siglo XXI.

En su momento, hablé de la Crew de Vince Gilligan. En ese momento, me centré en los guionistas y productores. Pero con ellos solos, la serie no hubiese logrado el nivel de excelencia que ha alcanzado. Hay más profesionales que han sido esenciales para el éxito.

El primero, el director de fotografía Michael Slovis, que entró a trabajar en la 2ª temporada y asentó la estética que el reputado John Toll había definido en el Piloto, llevándola a un nuevo y excelente nivel. Su uso de los colores y de la luz es estupenda, dibujando esa ambigüedad deseada para el relato. Pero además, su narrativa define muy bien las diferentes tramas de la serie, diferenciándolas. Además, su cámara está siempre donde se la necesita, potenciando la importancia y efecto que, ya lo he mencionado, tienen los objetos.

Me gusta mucho, y a todo el mundo, la evolución del uso de los colores que se ve en la serie. Se nota una grandísima colaboración entre el fotógrafo, los diseñadores de escenarios y Kathleen Detoro, la diseñadora de vestuario, que ha publicado una más que interesante tabla sobre la evolución de los colores en la ropa de los personajes, siempre hacia el oscuro. 

Leyenda de colores de los personajes: CONTIENE SPOILERS
 



En multitud de ocasiones, nos hablan de la importancia del color a la hora de narrar algo por medios audiovisuales. En este caso, creo que el color es esencial en la definición subconsciente de los personajes. He mencionado que los personajes van vistiendo cada vez más oscuro. Pero hay dos excepciones: Mike Ehrmantraut, que es el único personaje que en todo momento es consciente de quien es y que lo que hace está mal sin intentar justificarse, y Marie Shrader, que es un personaje inestable desde el principio y que, en el fondo, no se entera de nada. Y, cuando lo hace, es tarde, mal y a rastro.

Marie es un personaje muy interesante desde el punto de vista del color, pues, además de evolucionar muy poco, está clarísimamente definida por el color lila o violeta. Siempre lleva algo de ropa lila. El color de su coche es lila. Y su casa tiene multitud de cosas de ese color, lo que nos dice que, a pesar de ser inestable y algo naif, es una mujer MUY dominante y que se impone a su marido, el macho y aguerrido Hank.

Skyler, en un principio, está definida por el color azul (lógico) y también se transmite la idea de que es una mujer dominante en su casa. Pero ese color se va perdiendo a medida que trascurre la serie para ir siendo sustituido por los colores de Walter. Curiosamente, este cambio se hace especialmente evidente después de la crisis de nervios en una piscina de aguas azulísimas que recuerdan... sí, a la meta de Heisenberg.

Y no podemos acabar sin mencionar el trabajo del semidesconocido Dave Porter en la musica. El “Theme” de la serie suena a frontera, con ese Slide de guitarra y a desierto: a serpiente de cascabel y viento ululando entre la retama. Y es que si algo define la música de la serie es que es sutil, su presencia es poco noticiosa, si bien, efectiva en grado sumo: la ambientación que aporta se me antoja esencial. Solo hay una ocasión en la que realmente toma protagonismo, y es al final del penúltimo capítulo, cuando el “Theme” suena en las últimas escenas del mismo, dando una fuerza bestial al último y definitivo “cliffhanging” de la serie. Chapó.

Y es que los momentos cumbres de la serie suelen ir acompañados de canciones antes que de la música incidental de Porter. Y es Thomas Gulobic el que escoge estas canciones. Debemos de saludar a Gulobic a la hora de encontrar la canción adecuada para cada situación. Y en diferentes idiomas, aunque claro, destaquen el inglés y el español. Escuchamos a Norah Jones, los Platters, Peter Schilling y, en un momento terriblemente salvaje y sangriento, a Elvis Presley cantando la festiva “Pick yourself up”. Aunque creo que el gran momento musical de la serie (hasta parodiado en “Los Simpson”) es cuando suena “Crystal blue persuation” de Tommy James & The Shondells.


¿Y ahora, qué?Conclusiones



Pues ahora nada. Breaking Bad de ha acabado dejándonos, como ya he dicho muchas página atrás en este denso post por partes, un poco huerfanos.

Es cierto que va a haber un “Spin-off” protagonizado por Saul Goodman pero, ¿alcanzará la excelencia de Breaking Bad? Es complicado y, en el fondo, no sé hasta que punto se lo podemos pedir. Dicen que va a ser una especie de precuela, lo que me alegra, pues significará que podremos volver a contar con Huell Babinaux, un personaje la mar de curioso que toma una inesperada importancia al final de la serie.
Vince Gilligan, por su parte, ha firmado un contrato millonario con Sony Pictures TV para la creación de nuevas series. Ha sido perseguido por varios estudios televisivos para ficharle, pero al final ha decidido permanecer en la que ha sido su casa en los últimos cinco años. Este contrato deja afuera su actual proyecto“Battle Creek”, que está desarrollando mano a mano con David Shore, quien se quedará como Showrunner y que es conocido por ser el padre de la serie“House”. 

Ambientada en Michigan, Battle Creek se centra en dos detectives con visiones del mundo muy diferentes. Mientras van afianzando su relación como compañeros, deben descubrir si el cinismo, la astucia y el engaño podrán ayudarles a limpiar las calles de Battle Creek (Michigan) frente a la falta de recursos o si la ingenuidad y la confianza y un montón de recursos les ayudará a sacar el trabajo adelante. 

En cuanto a sus actores, Bryan Cranston ha vuelto a hacer cameos en series, pero se está centrando en el cine. Suena para hacer de Lex Luthor en “Batman vs. Superman”. Anna Gunn hereda el papel de Olivia Colman en el remake americano de “Broadchurch”. Dean Norris sigue en la Cúpula y Betsy Brand es la mujer de Michael J Fox en su show. Por su parte, Aaron Paul protagoniza la versión cinematografica de “Need for Speed”.

Pero nosotros, lo que debemos de esperar, es otra serie que sustituya a Breaking Bad y llene ese pequeño agujero que ha dejado abierto.
 
Esto de cocinar Meta es muy cansado...

lunes, 18 de noviembre de 2013

Machete comes back

Aun no se ha estrenado la 2ª parte en España y ya nos llega el Fake trailer oficial de la 3ª. OMG!, como dice las pijas en esto del internete.
Nota: Maximizad para verlo bien, aunque, en fin ese estilo Gridhouse...





miércoles, 16 de octubre de 2013

The Bling Ring: La banalidad de vivir




Sofia Coppola es de esos directores que, o te gustan o los odias. Sin término medio. Y esto es debido a su personalísima manera de entender el arte del cine, su peculiar punto de vista y los temas que aborda. Podemos decir, ahora que hemos visto 5 películas y un corto, que en ella hay unas constantes que se repiten en todas sus películas y que no todo el mundo comulga con ellas. Citaré tres de ellas, que me parecen importantes, antes de entrar en la película a comentar en esta ocasión.

La principal de estas constantes es que retrata personas que viven fuera del mundo o se encuentran hastiados del mismo. Que la propia existencia les agobia y les hace sentirse perdidos en el marasmo de horas y nadería que impera en su día a día, carente de incentivos. Así, por ejemplo, los dos personajes principales de “Lost In translation”, han tenido que viajar a Tokyo para encontrarse consigo mismo y hacer frente a su vacío vital, con la diferencia de que el personaje de Scarlett Johansson aun es joven para rectificar, para revelarse y tomar un papel activo, frente al de Murray, que ya se encuentra claramente en declive y solo le queda el día a día. Bueno, o eso parece, porque es posible que, al volver a Los Ángeles mande a todos a tomar viento y se compre un Ferrari. Después, dirá que era la crisis de la mediana edad.

En todas las película de Coppola hay un hecho catártico que, aparentemente puede dar pie a que las cosas cambien. Siguiendo con el ejemplo de la película tokiota, el propio encuentro y las conversaciones intrascendentes entre esas dos almas perdidas y la constatación de lo absurdo de la situación en la que se encuentran.

Otra de las características del cine de Coppola, y el que probablemente aleje a más gente, es que la directora intenta ser una mera espectadora de los hecho. No se involucra en los hechos ni juzga a sus personajes. Se limita a mostrar los hechos. En su cine, la cuarta pared es bien espesa. Y cada vez lo es más. Su fotografía es realista y de luz poco contrastada.

No hace falta decir que es imposible ser un mero espectador. Eso iría en contra del principio de incertidumbre. Además, todos sabemos que la construcción de una película (disposición dela cámara, montaje...etc) ya es una decisión moral, como decían los de la Nouvelle Vague. Pero aun así, ella lo intenta, lo que da a sus películas un aspecto muy impersonal, frío, en ocasiones, como en “Somewhere”, desangelado. En “the Bling Ring” hay una larga escena, en una casa de cristal, que es paradigmática. Y excelente. Sin duda, la reconoceréis.



Por último, voy a citar el uso de la música,o la ausencia de ella, para la definición de espacios o pulsos narrativos. Mucha gente criticó la presencia de música electrónica en “Maria Antonieta”, sin pararse a pensar en la importancia narrativa de esta y el significado formal de la misma. Así como la importancia de las zapatillas converse.

The Bling Ring es, con mucho, la película más dinámica de Coppola. Y, con mucho, la película donde más se habla, lo que es una novedad, ya que le suele gustar ser morosa en la narración y conoce muy bien el valor de los silencios. Pero las constantes arriba citadas, se encuentran perfectamente identificables.

Basada en hechos reales, la película narra como un grupo de cinco adolescentes obsesionados con la fama utilizan internet para ubicar las casas de las celebridades y dar seguimiento a sus horarios para poder entrar y robar en sus hogares cuando están ausentes. Después de los robos, a los cuales llamaban «ir de compras», publicaban fotos autoincriminatorias de sus "trofeos" en Facebook. Son conocidos como los "Bling Ring".

La crítica, en general, ha valorado negativamente la cinta porque los personajes son representados de manera superficial y sin trasfondo, siendo llamados «unidimensionales» e «insípidos». El hecho de que Coppola no profundice en el «porqué» de la situación y la falta de un contexto moral, dejó a gran parte de los críticos insatisfechos, por lo que calificaron la película como «vacía» y «banal». En mi opinión, todo esto es precisamente su gran virtud. Estas críticas negativas, la mayoría de los USA, provienen del hecho de que se les hace incómodo que la gente haga el mal sin una razón potente. Y que esos hechos no sean juzgados y castigados de un modo claro y evidente, en pantalla. Es decir, que en mi opinión, tienen una manera muy pueril de ver la vida. Además, creo que el hecho de que los personajes aparenten ser unidimensionales o insípidos (que no lo son en absoluto, como explico al final de este post) es lo que los hace atractivos y explica sus actos. 

 

Lo que estamos viendo es una película sobre gente banal, petarda y sin chispa. Víctimas de sus circunstancias. Adolescentes hipermimados, aburridos y hastiados, que hacen las cosas sin pensar en lo más mínimo y que no son del todo conscientes de que es lo que hacen y de las consecuencias que esto tiene. Nada más.

Me gustaría destacar a los actores, en especial, Katie Chang e Israel Broussad. Todos hacen un papel excelente, pero estos dos impulsan la historia hacia adelante con una sutilidad que ya le gustaría a muchos actores más maduros. Emma Watson hace un papel maravilloso de chorizo mega pija, pero es muy secundario hasta el final, cuando decide sacar provecho a lo acontecido, cosa que también ha debido de enervar a los bienpensantes (e hipócritas) de los USA. Eso de sacar ganancias subsidiarias de la comisión de un delito... El caso es que la Watso, a pesar de que sale menos de lo que pensaba, saca petróleo de sus apariciones.

No me gustaría extenderme mucho más en comentar la película, ya que estropearía la experiencia. Concluyo diciendo que creo que más que contarnos una historia, nos cuenta unos hechos, dejándonos muchas pistas para poder tirar de los hilos y ver lo que hay detrás. Un ejemplo, dos de las protagonistas son educadas en casa por su madre siguiendo las norma de uno de esos gurús que priman el empoderamiento frente a otros valores sociales esenciales, como la empatía o la responsabilidad que conlleva ese empoderamiento, como bien sabe nuestro amigo y vecino Spiderman.

A mí me ha gustado. Creo que es una buena experiencia. Creo que es de las mejores películas de Coppola. Y de las más entretenidas.