domingo, 1 de diciembre de 2013

Analizando Breaking Bad #3

El cancer: Walter White frente a Heisenberg. Consideraciones éticas y morales en Breaking bad



Este es el punto donde, a mi entender, la serie alcanza la genialidad. Si bien, al final de la serie toda la narración queda atada y bien atada, la parte ética y moral de la misma queda lo suficientemente abierta como para que cada uno de los espectadores pueda sacar sus conclusiones y pueda discutir las mismas con sus colegas. En mi opinión, hay una serie de puntos relativos a estos temas de los que se puede tratar.

  • Walter White o Heisenberg: El gran enigma de toda la serie es ¿Quien es Heisenberg? Se nos presentan dos alternativas: o es el lado oscuro de Walter o la verdadera naturaleza del mismo. No es una cuestión baladí, pues dependiendo de lo que consideremos, nuestra visión de los hechos acontecidos en la serie (y la serie en sí) deberá de verse alterada. En el primer supuesto, la serie narraría la caída de un hombre, Walter White, y su sustitución por un megavillano llamado Heisenberg que acabará imponiéndose. En el segundo caso, Heisenberg sería la verdadera identidad de Walter, que se va desprendiendo de todo lo que tiene del civilizado ciudadano modelo hasta quedar desnudo, al descubierto. Estaríamos enfrentando la degradación de un hombre bueno a la revelación de un hombre malo, liberado de las convenciones sociales, el corsé de la moral y/o ética reinante.

     
    Heisenberg en estado puro
  • Pacto con el mal. Referencias literarias: Muchos han visto en esta serie ecos del Mito de Fausto. En la versión de Christopher Marlowe, concretamente. En este caso, estaríamos aceptando el primero de los supuestos expuestos en el punto anterior: Walter se pervierte debido a la ambición. Se convierte en Heisenberg, vendiendo su alma. Pero parece claro que la ambición no es el que mueve a Walter, ya que vive muy austeramente en todo momento. Tampoco es el poder. Parece que éste más bien aparece como consecuencia (no necesariamente buscada) de la consecución de los verdaderos objetivos de nuestro protagonista. No voy a insistir en este tema, pues me he comprometido a no spoilear. 

    Otros autores han visto un más que evidente paralelismo con la novela de Robert Louis Stevenson “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”. Es que lo tiene. Pero no por evidente, debemos de dejar de citarlo.

    Como tampoco creo que debamos de dejar de citar al “Superhombre” de Nietzche pues, de alguna manera, el binomio Walter White (el apellido es importante, por su significación) /Heisenberg (la incertidumbre personificada) trasciende a la sociedad y sus limitaciones, como el hombre ideal del filósofo alemán.



Pero hay otra referencia literaria obligatoria:



  • Don Quijote y Sancho Panza: Muchos también han visto en esta serie ecos de la genial novela de Cervantes en tanto en cuanto Walter, que era una buena persona, se va maleando, mientras que Jesse, que es un delincuente, va rechazando el crimen para acabar siendo honrado. Pero de nuevo, la serie altera esto. Para empezar, tendría que estar claro que Walter es bueno en un principio. Y ya hemos visto que eso no está para nada claro. Y segundo lugar, Jesse tendría que acabar siendo una buena persona, cosa que tampoco queda para nada clara, si bien es cierto que el personaje va aborreciendo el crimen. Más que nada por sus consecuencias sobre los niños, por los que siente gran afinidad, que representan la inocencia mancillada por sus actos delictivos.
  • Manchándose las manos: Resulta curioso como perdonamos fácilmente a Walter mientras cocina una metanfetamina que mata a cientos de personas en lenta agonía yonqui. En cambio, censuramos, aunque no sea atractivo, al maléfico Heisenberg que fanfarronea con frases lapidarias (¡Fuera de mi territorio!) y se mancha las manos cometiendo delitos de sangre y manipulando a otros para que los cometan por él. 

    Sin embargo, la serie nos muestra en varias ocasiones los daños que la Metanfetamina que Walter y Jesse cocinan. El mejor ejemplo es la prostituta Wendy, personaje recurrente. En especial, el genial Cold opening o teaser del capítulo 3x12 (Half Measures) donde se ve el día a día de la misma al son de la canción “Windy”. Y este no es el único ejemplo: Tenemos la dramática trama de la pareja de colgados que, en su delirio tóxico se han olvidado de su hijo, centrándose en abrir un cajero automático que han robado entero.

    Nunca ha sido tan cierto eso de “Ojos que no ven...” Como el daño de la Meta, de las drogas en general, es diferido,lento y sostenido en el tiempo, es más aceptable en nuestra conciencia.

    ¿Es el hecho de que mate a gente con sus manos lo que define el supuesto tránsito de Walter a Heisenberg?. No queda nada claro, pues es evidente que Walter/Heisenberg es consciente desde el minuto cero del daño que causa. Y los autores nos lo muestran. Lo que deja abierta una zona gris abierta a la interpretación que agradezco como espectador.


  • Bad meets bad: Se ha hablado mucho de la conversión de Walter en Heisenberg, pero muy poco del resto de los personajes malvados (o moralmente reprobables) que pululan en la serie. Haremos más adelante un pequeño Dramatis Personae, pero me gustaría decir aquí que es evidente que “Dios los crea y ellos se juntan”. Con esto quiero decir que Walter/Heisenberg se va a ir encontrando con los distintos tipos de delincuentes que habitan el mundo de la droga a lo largo de su travesía, desde el camello (Emilio o Krazy8), hasta el traficante internacional de traje de chaqueta y fachada blanqueada (Lydia Rodarte-Quayle)
  • El Cancer y la corrupción: No hay que ser muy listos para darse cuenta de que el Cáncer de Walter White es, además de su enfermedad y su cruz, una metáfora de lo que el propio personaje va a significar dentro de la trama. Porque, al final, si algo queda claro de la serie, es que Walter es un cáncer para sí y para todo lo que le rodea. La historia de la serie es la la extensión del cáncer Heisenberg, la metástasis de todo y todos: Familia, amistad, lealtades, salud... Todo va degenerando hasta el final más lógico. Y cruel. Porque en “Breaking Bad”, los actos tienen consecuencias.

    Por muy villano que sea, el cáncer atenaza la vida de Walter White

  • Las consecuencias del mal y La coherencia de los personajes: Los actos de los personajes siempre tienen consecuencias. Y los personajes tienen que lidiar con las mismas. No es una serie amable con ellos. No los juzga, pero tampoco los salva mediante piruetas argumentales. Esto es de agradecer, ya que en demasiadas ocasiones nos encontramos narraciones en las que los escritores sienten cierta piedad por los personajes y sus circunstancias y aflojan la mano, dándoles una oportunidad de salvación y/o redención poco creíble. En esto, solo podemos decir que la serie es terriblemente coherente.

    Es más: los autores dan oportunidades a los personajes. Oportunidades para salvarse o, al menos, minimizar daños. Porque, aunque parezca que se libran de los bretes en los que están metidos, siempre es a costa de un precio. No hay nada gratis en el Alburquerque de Breaking Bad. Pero entonces entra en juego el siguiente componente de este epígrafe: los personajes deciden ser fieles a sí mismos y sus circunstancias y no se traicionan: pagan el precio y porfían en su caída. Directos hacia el desastre, lo único que les espera al final del camino. 

    En Breaking Bad, los personajes y lo que hacen es muy coherente. Puede que no entendamos o expresen sus razones para hacer lo que hacen. Pero nunca podremos decir “eso nunca lo haría, no va con él”.

    En el siguiente post, veremos como son estos personajes.
Lavando dinero. Literalmente

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