domingo, 1 de diciembre de 2013

Analizando Breaking Bad #5


Cocinando una serie mítica

La narrativa de la serie:



Una de las características de esta serie es la peculiar narrativa con la que cuenta. Esta sería una serie imposible hace 10 años. Los espectadores no aceptarían de buena gana los desafíos narrativos que expone: es lenta y morosa. Sus momentos intensos están muy medidos y desperdigados a lo largo de los capítulos. Su atracción está más en lo que se intuye que hay detrás y en la anticipación de qué conllevarán los acontecimientos de lo que se te está narrando. Es decir, es una serie que es interesante por los personajes y lo que hacen, lo que se ve en pantalla. Pero más por las implicaciones. A esto se suma que la manera de narrar es engañosamente sencilla, heredada de los Westerns de Sergio Leone.
Aparentemente, la serie carece de complicación desde un punto de vista formal: Planos medios, americanos y muchos primeros planos de las caras. La historia avanza a golpe de diálogos y conversaciones, normalmente, entre tipos sentados o quietos en un sitio: no hacen otra cosa que hablar. Eso, según los manuales, es veneno: aleja al espectador, que tiene déficit de atención.

Pero la apariencia de dinamismo es increíble en todo momento. De hecho, la serie tiene mucho más diálogo de lo que aparenta. Este efecto es posible por unos actores excelentes que son capaces de aguantar primeros planos, mostrar una tremenda contención y hablar mucho con gestos y miradas. También en el poder de unos magníficos diálogos y en la gravedad y/o significación de lo que está ocurriendo, aunque sea una aparente tontería. Pero el secreto real está en un montaje muy ligero, de distancias cortas, que implica a los espectadores.

Y, de repente, se nos meten planos forzados, con potentes lentes anamórficas o desde perspectivas imposibles que rompen la continuidad del relato. Ejemplos tenemos a cientos: la meta, azul marino, se vierte sobre la cámara, vemos como Jesse esnifa una raya de coca a través de una mesa de cristal o como Gus vierte refresco de naranja desde dentro del vaso de papel de “Los Pollos Hermanos”. También tenemos time-Lapses y curiosas transiciones que sirven de poderosas elipsis temporales, el videoclip de un Narcocorrido protagonizado por Heisenberg o un anuncio de Tv de la cadena de comida rápida “Los Pollos Hermanos”.


¡Mira lo que han hecho!


Estas escenas son muy poderosas en medio de una narración con apariencia bastante anodina y contienen de por sí mucha significación. Pero, además, permiten distraer la atención del hecho de que, en las secuencias aparentemente más normales, las de diálogos, nos cuelan numerosas violaciones formales de la narración. Solo nos quedamos con una sensación rara por lo que hemos visto, que atribuimos a lo que sucede y no a que el director se ha saltado el eje del plano, por ejemplo, cosa que sucede en varias ocasiones cuando Walter oscila entre sus dos “egos” o personalidades en una misma escena. Cuando es Walter, el director nos muestra un lado de su cara, el más iluminado. Cuando es Heisenberg, en la misma escena, nos muestra el otro, menos iluminado. Algo parecido (que no igual) habíamos visto en algunos momentos de la Saga del Sr. de los Anillos en los que Smeagol hablaba con su alter ego Gollum, si bien allí, la trampa estaba convenientemente subrayada.

Y digo que hoy en día aceptamos este tipo de narración porque hemos sido convenientemente educados por cosas como “The Wire”, que nos enseñó a ser pacientes o “Lost”, que nos enseñó que el tiempo y lo narrado en pantalla puede ser mucho más relativo de lo que creíamos. Y pongo estos dos casos como ejemplos, que podría poner más.

Pero lo novedoso de la narrativa de Breaking bad no se queda solo en lo formal, también en lo narrativo: Hace un uso increíble de las herramientas narrativas clásicas, como la Carabina de Chejov, y las audiovisuales: la elípsis y el metalenguaje, especialmente en los magníficosd Teasers o Cold Openings. Veámoslo.


    • La carabina de Chejov



Según Ilia Gurland, autor de “Las tres Hermanas”, que recibió clases de dramaturgia de Anton Chejov (o Chekhov), el Maestro les dijo en una ocasión que lo que suceda en el escenario debe de ser tan complejo o sencillo como la vida real, que los personajes deben de consagrarse a la vida o a la destrucción mientras cenan. Y que si hay una pistola en el primer acto, alguien tiene que dispararla en el tercero. Y esto se ha convertido prácticamente en un axioma en la redacción de guiones. El problema es que, en la mayoría de los casos, esto no se hace con la suficiente sutileza como para que no sea evidente, especialmente, en el cine. ¿Cuantas veces nos han presentado un curioso aparato y hemos sabido en ese momento que va a ser esencial para el fin de la obra?. En las series, y más en las que cuentan una sola historia, es más fácil disimular esas trampas al haber más tiempo y líneas argumentales. Y en Breaking Bad, esta técnica es usada con maestría. Por lo tanto, podemos decir que en la serie hay dos tipos de “disparos” de esta carabina.

El primero es el que se da dentro de un episodio y no trasciende más allá. Suele tratarse de un objeto que nos es presentado y luego tiene otra utilización o significado. El mejor ejemplo, es del capítulo 4x1, donde hay involucrado un cutter. Este tipo de “disparos” están muy bien colocados. Se da un caso curioso, y es que algunos de estos disparos se efectúan desde un pasado pretérito mediante un flashback, cosa que explicaré en el siguiente punto.


El famoso cutter de Breaking Bad


Debo de citar aquí la tremenda importancia que los diferentes objetos tienen en Breaking Bad, más allá de sus uso como Carabina de Chejov: ejercen muchas funciones y de muy diverso tipo, desde narrativas hasta metafóricas.

El segundo tipo de disparos de la carabina es el que se da dentro de la serie,de un capítulo a otro. O incluso, entre temporadas. Es el más interesante, pues forma parte de la técnicas que fortalecen especialmente una narración, le dan solidez y, sobre todo, un mejor acabado. Están constituidos por los famosos fantasmas del pasado que vienen a influir en el presente y hacen que se nos dibuje una sonrisa en la cara. De estos, tenemos muchos ejemplos en forma de historias secundarias, que parecen acabadas y que luego vuelven para interactuar con la trama principal y hacer un poco más complicada la existencia a los protagonistas. Pienso en la historia de Ted Bernake o la propia de Gale Boetticher, a la que ya me he referido varias veces. Pero también al retorno del Tío Salamanca en la 4ª temporada o de los Splizer en la 5ª.

    • Los Cold Openings: Analipsis y Proelipsis



Breaking Bad es una serie que comienza con una trampa: su cold opening es una Proelipsis (más conocida como Flashforward) que nos adelanta unos segundos del final del capítulo piloto para engancharnos. En este primer Teaser de la serie, vemos a un tipo conduciendo desnudo una RV vestido solo con unos ridículos calzoncillos de algodón y una máscara antigás por el desierto. Con él, en la caravana, van varias personas inconscientes y/o muertas. La caravana derrapa y acaba saliéndose de la carretera, chocando. El hombre se baja de la caravana, se quita la máscara y respira aire limpio. Se oyen sirenas, que alarman al tipo y hacen que vuelva a entrar en la caravana para coger una cámara de vídeo, donde grabará una confesión y se nos presentará como Walter Hartwell White, antes de sacarse una pistola de los gallumbos y plantearse en mitad de la carretera, con el arma presta, a la espera de la policía. El resto del capítulo nos contará como se ha llegado a ese punto, para, una vez alcanzado, trascenderlo y ver como se soluciona la cuestión.

En mi opinión, este uso del Flashforward como anzuelo me suele parecer bastante burdo. Y, en su momento, lo pensé. Pero reconozco que en este caso en particular, una serie con unas características tan particulares como esta, hay poca alternativa para atrapar al espectador a puerta fría. Además, creo que comenzar la serie haciendo lo que considero una trampa, es ya una declaración de intenciones sobre qué es lo que vamos a ver: la historia de un hombre, no tanto tramposo, como de moral dudosa.

Porque si algo es característico de Breaking Bad, son sus Cold Openings o Teasers. Muchas veces son pequeñas películas, con su planteamiento, nudo y desenlace, que se sitúan antes de los títulos de entrada y nos cuentan algo que complementa y/o enriquece a la historia principal. Los hay de muchos tipos y es donde se arriesgaba más narrativamente, por lo que el espectador(al menos yo) no puede evitar sentir curiosidad por saber qué es lo que los guionistas se han inventado para abrir cada capítulo. 
¡Que mal rollo da el Oso!
 



La mayoría de los Cold Openings son analipsis (flashbacks) o historias paralelas a la principal (normalmente protagonizadas por secundarios) que nos permiten conocer más cosas del mundo que nos expone: de un personaje y sus intenciones, de unos hechos...etc. Muchas veces se plantan semillas para un futuro próximo y otras, simplemente dan información adicional que se agradece.

También es en los Cold openings donde se suelen situar las partes más experimentales de la serie: los videoclips de Narcocorridos, anuncios de Tv o largas escenas en estricto alemán.

Mención especial hay que hacer al uso de los Flashforwards o Proelipsis en estos teasers. Ya hemos comentado el uso tramposo que se hace del mismo en el piloto como “gancho” para el espectador. Es un truco que vuelven a utilizar en más openings, si bien no tanto como “anzuelo”como para matizar lo que se te está contando: que no es toda la verdad o que la cosa no va a ser como se te cuenta. 

Caso aparte son los flashforwards recurrentes que protagonizan algunos Cold openings de la 2ª y la 5ª temporada. En cada aparición, nos dejan caer un poquillo más de información de un momento concreto situado hacia el final de la temporada. Estos flashforwards, por poco informativos o confusos, en mi opinión, no funcionan tanto de gancho como alimentan la curiosidad del espectador y las ganas de anticipación. Alimentar el Hype, podríamos decir. Especialmente, en la 5ª temporada. Conviene mencionar que, si unimos los títulos de los capítulos de la 2ª temporada que tienen estos flashforwards en sus teasers, nos dice qué es lo que te están contando. 

En mi opinión, es en estos Cold Openings donde la serie demuestra su tremenda maestría y lo lejos que está del resto de series. No porque otras no utilicen este recurso (no se lo han inventado los chicos de Gilligan) si no por el estupendo, atrevido y novedoso uso de este recurso.

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