sábado, 26 de enero de 2008

Muere Heath Ledger


Pues supongo que ya todos os habeis enterado de la muerte esta semana del actor que interpretó a el Jocker en Batman"The Dark Knight". Siempre es una lástima que muera un artista. Y más si es joven, como es este caso(Era más joven que yo). Se sabe que ha muerto de una sobredosis de pastillas, aunque no se sabe si se suicidó o fue un accidente. Por lo visto, estaba con neumonía. Pero también es cierto que la separación de su mujer Michelle Williams ( también actiz a la que pudimos ver en, por ejemplo "Dawson crece") le había afectado de sobremanera.
Su muerte es un poco sorprendente. No así la de Brad Renfro, otro joven actor que ha muerto el día 15. Este ya tenía un carrerón.
Solo esperamos que su último papel, que se ha convertido en una obra póstuma, nos deje un buen sabor de boca.
Desde aquí un DEP y os recuerdo que el trailer de "The Dark Knight"está colgado en un post del día 13 de enero, si no recuerdo mal, en este mismo blog.

Por si os quedaba alguna duda:




Ghost and Goblins


Para los que echan de menos el juego:


domingo, 20 de enero de 2008

Trailer: "Buscaminas, La película"


Después de "Tetris, apílalos todos" y "Solitario", llega la lujosa adaptación de uno de los videojuegos con más exito de la historia; "Buscaminas; la película:

http://www.collegehumor.com/video:1770138

No coment


sábado, 19 de enero de 2008

Las chicas de Dragon Ball

Bueno, pues estas son las chicas de Dragon Ball caracterizadas. De Izquierda a derecha teneis a Mai ( Eriko Tamura), Chichi(Jamie Chung) y Bulma(Emmy Rosum)

¡Un año de Blog!


El día 13 hizo un año que he abierto este Blog.

Espero que os esté resultando entretenido y que os divierta leerlo, a pesar de que, con frecuencia, soy un poco palizas. A mí me gusta mucho escribirlo.

En fín. Pues cumpleños feliz.

Los crímenes de Oxford


¿Se puede conocer la verdad?¿Es esta siempre indiscutible?¿Es la razón herramienta suficiente como para dilucidad, no una verdad, si no que La Verdad? Según Arthur Seldom (John Hurt) en esta película, la respuesta a todas estas preguntas es no. Y para afirmar tal cosa, se basa en las matemáticas. En qué si no. Supuestamente, estas son el idioma mediante el cual, Dios ha escrito el universo. Para Seldom, el profeta de lo divino no sería Jesús, si no que Wittgenstein. Pero al brumoso Oxford de Seldom llega Martin (Elijah Wood), un estudiante americano que se opondrá frontalmente a dicha teoría.

Nos encontramos ante una historia con tres niveles claramente diferenciados. El primero, el mundo real, donde un asesino se dedica a acabar con moribundos dejando junto al cadáver un símbolo que forma parte de una secuencia lógica. El segundo, es el mundo de dicha lógica, el abstracto y exacto mundo de las matemáticas y, por qué no, sus aplicaciones. El último, pero no menos importante, el de las personas. El quid del asunto está en que los tres niveles están intercomunicados, no son estancos.

Los dos protagonistas viven, pertenecen al segundo de los niveles, el ficticio mundo de la lógica, de las ideas. Y desde esta, descienden al primer nivel, el físico, para desentrañar los crímenes que suceden en el pequeño pueblo que da nombre a la universidad. Pero ese descenso al mundo físico conlleva contacto con la gente, y a la aparición de filias, fobias y, lo que es peor, sentimientos. Se convierten en seres humanos, con sus miserias y sus alegrías, que, como siempre, tienen forma y nombre de mujer, Beth (Julie Cox) y Lorna (Leonor Watling).

Esta película no es un thriller en el sentido estricto de la palabra. En estos, los protagonistas deben mancharse las manos recopilando pruebas, investigando el escenario, interrogando a la gente…es decir, deben de involucrarse. Aquí, Seldom y Martin se dedican a discutir, confrontando sus puntos de vista e ideas (nótese el predominio de primeros planos de los ojos de los dos). Ambos se limitan a permanecer al margen, comentando los toros desde la barrera, a pesar de que son conscientes de que su lugar es el centro del ruedo. Esto hace que la película se cimente en largos y complejos diálogos en los que el espectador se puede perder. Entre ellos no hay diálogos sobre pruebas o sospechas, ya que estas dependen de su interpretación, según el principio de incertidumbre de Heissemberg. Hablan de series lógicas y realidades abstractas, frente a las que se oponen la ficisidad de las muertes y de la carne femenina. Sangre y orgasmo frente a ecuación y abstracción.

Me ha parecido una película muy curiosa, fascinante en muchos momentos, inquietante en otros y confusa en los menos. Es fácil perderse en las argumentaciones de los matemáticos si no estás atento. A mi me daba la sensación de que en momentos, intentaban dármelas con queso. Me ha llamado la atención, y me ha gustado, el curioso uso de los flashbacks. Es realmente interesante el del costurero, frente al más burdo de la guerra. Así como aquel que convierte el discurso inicial, el introito de la película, en un aperitivo, una repetición del momento en el que Seldom lanza el planteamiento sobre el que pivota el argumento. Esta repetición de escenas, muy típicas en películas sobre viajes en el tiempo, es un recurso poco empleado pero poderoso si su uso es correcto. También me ha llamado la atención el falso plano secuencia que localiza a todos los protagonistas del primer asesinato en el espacio y el tiempo; es muy informativo sin ser aclaratorio.

Pero lo que más me ha llamado la atención fue la ambientación. Oxford nunca se vio tan arcaico, vetusto y agobiante. La sensación que se transmite es de decadencia, aislamiento y orfandad. Es decir, un ambiente típicamente Inglés. Kilo de la Rica es un buen fotógrafo. Ya lo había demostrado en “Lucia y el Sexo”, donde había sido el responsable de ese aire a ensueño (pesadilla? ) que tenía la película. Aquí capta muy bien el clima inglés, siempre nublado, siempre melancólico y oscuro. El problema radica en que los momentos supuestamente “ardientes” también están afectados por la climatología de las islas. Y eso que Leonor Watling nunca había estado tan carnal, a pesar de “Son de Mar”. Los directores ingleses intentan alejar esa sensación utilizando interiores muy luminosos y con colores vivos. Lorna es el único personaje que viste de colores chillones, pero no llega para dar humanidad a la situación.

Por último, destacar de nuevo la gran cantidad de primeros planos que tiene la película. Casi no hay planos americanos, que son los más acostumbrados. Destaca la grandísima cantidad de primerísimos planos que hay de las caras, especialmente la Seldom. Esto tiene un simbolismo más que claro: vas a ver la realidad como ya la veo, como yo te la cuento.

Desde el punto de vista de guión, me parece que no es redondo. Abarca demasiadas cosas, la historia lo exige, y no las puede desarrollar lo suficiente. Por ejemplo, el tercer nivel que yo mencionaba arriba, el del componente humano, está poco desarrollado fuera de la relación, que se antoja más bien sexual que amorosa, entre Lorna y Martin. Pero al final, resulta que es el nivel más importante, lo que deja la resolución de la historia algo coja. En cambio, está muy bien llevada la obsesión de los matemáticos por los números y la lógica. Pero los personajes que no son matemáticos y que también tienen cosas que decir, no están tan bien llevados. Que conste que este error es minimizado con ese duelo intelectual final de sorprendente resolución bajo el Portico de la Gloria…(¿Portico de la Gloria?, ¿En Oxford…?)

En fin. Agradable, entretenida y más que visible, si bien no mucho más. Creo que Alex de la Iglesia ha hecho mejores películas. Y es que trabajaba con material muy complicado, por lo que podemos concluir que ha cumplido mucho mejor que bien. Creo que es de los mejores autores (mirad que no digo director) que tenemos en este país. Sé que tiene entre manos hacer una película de Fu-Manchú y una adaptación de “La Marca Amarilla”, uno de los mejores cómics europeos, obra de Edgar Pierre Jacobs. Curiosamente, ambas películas también se localizarían en Inglaterra. ¿Qué verá el de Bilbao en la pérfida Albión?.

viernes, 18 de enero de 2008

domingo, 13 de enero de 2008

Trailers de Superheroes

Hellboy II: The Golden Army:


The Dark Knight:


Iron man:

Next-El hombre dorado


Chris Johnson (Nicholas Cage) es un mago de Las Vegas de tres al cuarto que se gana la vida en un espectáculo en el que averigua cosas de los presentes en la sala. Lo que los espectadores no saben, es que esto lo hace porque tiene la capacidad de predecir el futuro. Pero esta habilidad especial de Chris es conocida por la agente del FBI Callie Ferris (Julianne Moore) y Mr. Smith (Thomas Kretschmann), el líder de una misterioso grupo terrorista europeo que cuenta con una poderosa arma nuclear en su poder.
La capacidad de presciencia de Johnson se limita a dos minutos en el futuro y siempre que este esté directamente relacionado con él. Por eso, se ha obsesionado con la reiterada visión de la aparición de Liz Cooper (Jessica Biel) en una cafetería a desayunar, pues incumple ambas normas, ni ocurre en el margen de dos minutos ni él está presente cuando la chica entra en el local. Al principio de la película, ha localizado el local en cuestión, por lo que se persona todos los días a la hora que le indican los relojes de su visión, par encontrarse con la chica. Pero infructuosamente.
Un día impide que un atracador mate a dos guardias de seguridad en un casino gracias a sus habilidades. Esto hace que Ferris lo localice y mande a sus agentes detrás de él. En la fuga, entra en la cafetería de sus visiones, y Liz hace su aparición. A partir de entonces, ambos deciden escapar de la ciudad hacia un futuro que Chris ya conoce de antemano.
Este es el argumento de esta película de Ciencia Ficción basada (es un decir) en un relato de Phillip K. Dick, “El hombre dorado”. Y digo que lo de “basada en” es un decir porque, como suele pasar en las adaptaciones de este autor, con la excepción de “Blade Runner” y “A Scanner Darkly”, del breve relato (unas 20 páginas) original solo recoge unas mínimas pinceladas, la habilidad pregnocitiva del protagonista y su capacidad de ver los diferentes futuros según sus elecciones. El resto, es todo inventado. Creo que seríamos suficientemente generosos si dijéramos que está lejanamente inspirada en “El Hombre Dorado”.
El filme en sí es flojo. Y es flojo, para empezar, porque no explica nada. ¿Cómo saben Ferris y los terroristas de las habilidades de Johnson?¿Quienes son los terroristas?¿Qué buscan/quieren?¿Porqué de la bomba nuclear?...y como estas surgen cien mil preguntas de un guión tan lineal como el encefalograma de los directivos de Hollywood. Por otra parte, es cierto que, como bien se ve en una de las mejores escenas de la película, Johnson puede saber qué decir y como en todo momento para camelar a Liz. Pero aun así, es difícil de creer ese enamoramiento relámpago, esencial en el relato.
Además, los poderes de Johnson fluctúan según las necesidades del guión: ahora veo solo 2 minutos, ahora veo más. No hay coherencia en esto. Aunque tampoco es que debamos de ver coherencia. Es una película que fuerza nuestra capacidad de credulidad: tienes que comulgar con ruedas de molino.
La dirección de Lee Tamahori es simplemente funcional.Solo destacan dos o tres escenas, aunque nada del otro jueves. Por su parte, Nicholas Cage aparece tan perdido como de costumbre en los últimos años. No sé donde se ha quedado aquel actor que interpretara a Sailor en “Blue Velvet”, al malote de “Face-Off”, el químico de “La roca” o al policía corrupto de “Snake Eyes” . La película está escrita como vehículo para su lucimiento personal y sin embargo, no lo logra.¿La maldición del Oscar?
Tampoco se sabe mucho que hace Julianne Moore en esta película en un papel totalmente desaprovechado, salvo ganarse las lentejas. Como desaprovechadísimo está ese gigante de la actuación llamado Thomas Kretschmann, que en su carrera americana solo ha destacado en la versión Jackson de King Kong. Su papel en esta película es hasta ridículo. Y vuelve a destacar Jessica Biel. Es cierto que su papel es, tal vez, el más agradecido de la función. Pero ella vuelve a defenderlo con más que profesionalidad. Y van…Quien lo iba a decir. Que además de ser guapa y estar buena, iba a ser una actriz más que decente.
Lo más destacable es la fotografía de David Tattersall en dorados y tierras. Tal vez un homenaje al relato original, donde Chris es dorado, como Raistlin Majere(apunte Freak).
No me ha gustado. Es más simple que el mecanismo de un chupete. Y me da rabia, pues tenían una buena base para hacer una película muy buena. Pero algo complicada. No pido que entren al trapo en las ideas neodarwinianas, ni las paranoicas ni las siniestras que Dick maneja en su relato. Pero sí que podrían haber entrado en cuestiones como la responsabilidad de la gente con habilidades especiales, la falta de alicientes de una vida en la que ya sabes lo que te va a pasar, como tienes que hacer la cosas para tener éxito, donde puedes evitar los errores antes de cometerlos… se podría haber hecho mucho más.
Y ya no pido eso. Con lo que tenían, la simpleza que habían urdido, bastaba con hacer el conjunto más explicativo y claro. No abusar de nuestra fe. Se hubieran evitado ese final tan chapucero y, en cierta medida, vergonzante.

sábado, 12 de enero de 2008

Lo que diga la rubia...



Después nos quejamos de la ESO...

viernes, 11 de enero de 2008

Darth Vader y Yoda en el Soul Calibur IV







La saga de videojuegos Soul Calibur ya ha incluído luchadores invitados como Spawn o el protagonista de Legend of Zelda, Link, pero las consolas de alta definición recibirán una agradable sorpresa con Soul Calibur IV, pues Namco Bandai decidió que incorporará personajes de Star Wars. Así, los jugadores que resultaron defraudados por el nefasto Masters of Teräs Käsi para PlayStation podrán ahora resarcirse, pues la versión para Xbox 360 del nuevo Soul Calibur permitirá manerar al Maestro jedi Yoda, mientras que en la PS3 se podrá hacer lo propio con Darth Vader. Según parece, el reparto de personajes en las distintas consolas se hizo con criterios cromáticos (la Xbox 360 es verde y la PS3, negra). Desde 1UP comentan que no sería sorprendente que otros personajes de Star Wars como Luke Skywalker o Darth Maul se pudiesen descargar previo pago, para saciar las ansias de los seguidores de la saga galáctica de George Lucas, puesto que aun no salió un digno juego de lucha que nos permita tomar el control de nuestros Jedis y señores de Sith favoritos.
Trailer molongui(que se puede poner a pantalla completa):


martes, 1 de enero de 2008

Stardust


Decía un hombre más sabio que yo, que los Hombres son de Marte, las Mujeres de Venus y los Ingleses de Inglaterra. Esto es perfectamente aplicable a la literatura inglesa, muy característica. Sea el autor que sea, siempre se detectan unas constantes que son típicas. Una de ellas es, por supuesto, el conocido humor inglés. Pero también una manera de redactar, de describir, de narrar, donde el cuerpo del texto es muy importante frente a otras consideraciones, como la acción o los diálogos. En Inglaterra, al igual que en España, no se ha cultivado en demasía la ciencia ficción, a pesar de que hay algún autor, como Arthur Addams y su tetralogía del “Autostopista galáctico”. En cambio, sí que hay relatos de ficción. En seguida nos viene a la cabeza Tolkien y sus obras sobre la Tierra Media o CS Lewis y Narnia. En ambos autores se puede ver una patente enseña british (sobre todo en el segundo).
Para los que se preguntan a qué viene esta introducción, les explicaré que, esta característica se ha trasladado al cine inglés. Las comedias inglesas son fácilmente reconocibles (antes los Monty Pithon, ahora los Filmes de Working Title como Love Actually o Notting Hill). Lo mismo con los Thrillers , ya sean los de Harry Palmer antiguos o los actuales de la escuela de Snatch o Two Smoking Barrels, ambas producidas por Mathew Vaugh, a la sazón director de la presente película. Esto no lo digo como algo peyorativo, solo como un hecho definitorio.
Dicho esto, debemos decir que en los últimos años, han surgido en Inglaterra una serie de nuevos autores que hacen gala y están orgullosos del toque british de sus obras. Ya hemos hablado de Working Title o la escuela de Vaugh en el cine. Pero no he mencionado a autores de literatura. Entre estos, destaca Neil Gaiman, reconocido guionista de cómics y novelista. Y precisamente, “Stardust” es el título de una de sus novelas más conocidas y que se adapta en esta ocasión para la gran pantalla.
Stardust nos cuenta el viaje de Tristam (Charlie Cox) más allá de “El Muro” que separa la Inglaterra decimonónica del mundo mágico de Stormhold. Busca una estrella caída que entregará a Victoria (Sienna Miller), una repelente y sobrada pueblerina de la que está enamorado, como prueba de su amor. Pero resulta que la estrella ha tomado cuerpo en una chica, Yvaine (Claire Danes) que no está muy de acuerdo en servir de prueba de amor. Pero eso no es todo. La estrella tiene en su poder una joya que es vital para determinar quién va a ser el próximo Rey de Stormhold, lo que la convierte en presa de los codiciosos príncipes del lugar. Además, el corazón de una estrella proporciona la inmortalidad, lo que la convierte en un bien muy preciado, sobre todo para tres viejas brujas capitaneadas por Lamia (Michelle Pfeifer).
Lo primero que destaca de la película es el tono de cuento que tiene en todo momento, un cuento gracioso, pero con momentos de crueldad; por ejemplo, la tasa de asesinatos es muy alta…A pesar de la gran cantidad de asesinatos, el romanticismo impregna toda la obra, ayudado por una fotografía de contrastados y brillantes colores, matizados por brillos e irisaciones, que ayudan a aportar una imagen de Stormhold como de ensoñación. Algunos han criticado lo previsible del guión. Es cierto que desde el minuto tres de la película te imaginas como va a acabar. Pero creo que en este, como en muchos casos, es más importante el camino que el destino. No estoy diciendo que todo se reduzca a un ejercicio de estilismo. Como sucede en los cuentos clásicos, todos sabemos como va a acabar, pero lo importante es la historia, lo que los personajes hacen hasta llegar a comer perdices. Y la historia es entretenida. La película no se hace pesada a pesar de su longitud, 125 minutos.
Los actores de esta obra son todos de primera fila, algunos haciendo secundarios que apenas salen. Destaca una Michelle Pfeifer decrépita y con gran carisma, en un papel nada agradable, pero sí muy agradecido. Lamia es de los personajes más negativos de la obra, ya que representa el mal por el mal en un mundo donde casi todos son malos y egoístas. También destaca un Robert DeNiro alejadísimo de sus papeles clásicos. Es evidente que hace tiempo que se ha cansado de encarnar papeles de torturado y ahora tiene ganas de pasárselo bien. Su Capitán Shakespeare es realmente original está realmente alejado de la imagen que de él tenemos. Es una lástima que esté algo desaprovechado, pues creo que daba más juego del que han sacado. Por último, me gustaría destacar a Claire Danes, actriz que a mí me gusta mucho. Es guapa y buena actriz, con gran capacidad de gesticulación y unos ojos muy expresivos. Creo que no se le tiene en la consideración debida. El día que encuentre un papel que le permita lucirse, dará la campanada. Ahora bien, es cierto que está un poco condicionada por su apariencia de chica buena.
En el lado de las cosas a mejorar está que tal vez han intentado meter demasiadas cosas y han quedado flecos sin cerrar adecuadamente o se ha sacado poco provecho de otras. Ya he citado el hecho de que muchos actores buenísimos tienen papeles testimoniales, lo que es una lástima.
Strormhold, a pesar de estar al otro lado del Muro, recuerda poderosísimamente a la Inglaterra del siglo XIX, por lo que podríamos decir que es una Inglaterra mitificada y mistificada, como lo era la Narnia de Lewis o la comarca de Tolkien. En mi opinión, hemos visto muy poco de esa Inglaterra mágica del otro lado del muro. Me han quedado ganas de ver más de las particularidades de Stormhold, que aparentan ser muchas. Me gustaría destacar aquí que, a la hora de diseñar ese mundo pseudofantástico, han logrado alejar la tentación de imitar a la Saga de los Anillos en el diseño de ropajes, vehículos, etc., lo que hubiera sido un fragrante error, tanto por falta de originalidad como por anacronismo. Es que ocurre mucho más de lo que parece…
Vaugh hace un buen trabajo detrás de la cámara, si bien es algo impersonal. Sus trabajos como productor de Guy Ritchie y su primera película “Layer Cake”(si no la has visto, ya estás tardando) eran más autorales. Lo que sí se nota es amor por sus actrices. Claire Danes y Sienna Miller aparecen divinas en todo momento. Michelle Pfeifer, por cuestiones obvias, no, pero se comprende. Y es que Mathew Vaugh tiene su propia estrella en casa, nada más y nada menos que a Claudia Schiffer, así que de estrellas, debe de saber un rato.
La conclusión es que es una película muy interesante, algo desaprovechada, pero muy entretenida. Desde luego, no aguanta la comparativa con otras obras, ya míticas, y en ocasiones más modestas, como “La Princesa Prometida”, a la que recuerda mucho. Pero cumple de sobra con su cometido de entretener y ofrecer algo un poco distinto de los caminos ya trilladísimos.
Debo hacer, antes de acabar, dos comentarios:
Neil Gaiman es también guionista de “Beowulf”, que recuerda lejanamente en detalles a este “Stardust”. A mí, personalmente, Beowulf me parece bastante superior como guión y como película formal, si bien ambas están empatadas en cuanto a entretenimiento.
He citado a Gaiman como exponente de la nueva ficción literaria inglesa. No es el único. Me gustaría recordar que Alan Moore también es inglés. Y novelista. Sin embargo, hay que destacar a Susanna Clarke, cuya obra es muy cercana a la de Gaiman (de hecho son amigos y colegas), su novela “Jonathan Strange y el Sr. Norrel” y el libro de relatos “Las Damas de Grace Adieu”, donde desarrolla una nueva variante de esta Magical England totalmente compatible con la ficción de Gaiman. También me gustaría decir que El Mundodisco de Terry Pratchet también es muy british.