sábado, 10 de enero de 2015

The Return of Dark Arkane

Reconozco que durante el año 2014 apenas he colgado cosas en este blog, que lo he tenido un poco olvidado.
La verdad es que me he estado planteando mucho la razón del mismo y si lo que estaba haciendo servía para algo, viendo las utilidades de determinadas redes sociales, como Facebook. Pero he razonado que en un lugar como este se puede pensar con más calma y desarrollar las ideas con más detalle, lejos de la inmediated y la volatilidad de la página de Zuckerberg y otras semejantes.
Intentaré colgar pensamientos y cosillas con relativa frecuencia. Y ser ameno y entretenido.
Bienvenidos de nuevo al Rincón del Arcano Oscuro, aunque empecemos con un post bastante triste...

A raiz de la masacre de Charlie Hebdo


Desde que era niño, me han enseñado que la libertad de una persona terminaba donde empezaba la de los demás. Eso incluye la libertad de expresión, aunque sea poco políticamente correcto decirlo en los días que corren y, en especial, después del lamentable suceso de París de esta semana. Y digo esto para dejar claro que, frente a la libertad de opinar cuando y como quieras, está la de tu interlocutor de ofenderse y sentirse insultado. Creo que esto es algo de lo no se está hablando.
Dicho esto,debo de dejar bien claro que, bajo ningún concepto estoy justificando los atentado de París. Es solo que creo que nadie-casi nadie- ha dicho lo anterior y que es importante ser conscientes de que los musulmanes tienen todo el derecho del mundo a sentirse ofendidos por las caricaturas de Mahoma y determinados chistes de mal gusto que se hacen a cuenta de su confesión. Como también lo tienen los Cristianos o seguidores de cualquier religión cuando un tercero se mofa de ella. Pero el estado de derecho que rige nuestra sociedad tiene herramientas y métodos para canalizar este descontento de forma ordenada y civilizada. Un arma de fuego jamás es la manera.
Nadie en su sano juicio puede tolerar esta violencia indiscriminada, inmisericorde, cruel y, sobre todo,inútil. No conozco lo suficiente el Corán, pero dudo muy mucho que en ningún momento Mahoma o Alá hayan dicho nada que pueda justificar estas matanzas. Porque esta es solo una de las muchas matanzas que los islamistas (que no son lo mismo que los Islámicos) perpetran día tras día. A la vez que los dibujantes morían en París, Boko Haram mataba a cientos de personas (cientos, sí) en Nigeria. El mismo día, a las mismas horas. El mismísimo día en el que el ISIS arrasaba varias aldeas en Siria. Solo consultad los periódicos del día para constatar lo que digo. Por lo tanto, hay esta es solo una de las barbaridades de estos locos fanáticos que actúan a nivel global. Una que nos toca de cerca, pues las víctimas no son “negritos” del África o “moritos” del desierto.
Este es un problema de todos los que defendemos a la civilización, la humanidad y El respeto al prójimo. Los que creemos en unas reglas de convivencia basadas en el respeto y la dignidad del individuo como componente de la sociedad, la aldea global.
Y si es un problema de todos, lo es especialmente de los musulmanes, que han dejado que unos locos hayan secuestrado a su profeta, a su dios. Son unos locos, pero son sus locos. No los estoy acusando, solo quiero decir que tienen más y más poderosas razones para acabar con esta situación y recuperar su religión. Se deberían sentir más responsables en buscar una solución.
Si algo bueno espero que salga de esta salvajada injustificable es que todos nos demos cuenta de una vez que estamos lidiando con fanáticos con los que no se puede dialogar. Hay que buscar otra manera de combatir a esta gente sin caer nosotros en el mismo nivel de salvajismo. Nosotros, sea cual sea nuestra confesión, seamos ateos o agnósticos, somos mejores que ellos. Sin duda. Y lo tenemos que demostrar.
No me gustaría acabar estos comentarios sin decir que no todos somos Charlie. La mayoría hemos permanecido impasibles mientras los radicales mataban a Theo Van Gogh, quemaban Embajadas, asaltaban hoteles en India (Los españoles nos quedamos con el chascarrillo de la Espe en calcetines, como si fuera un chiste) o Centros comerciales. En cambio, los de Hebdo luchaban con sus armas, la pluma, en contra de la intolerancia. Ellos eran valientes. Nosotros no. Y un hashtag no va a cambiar el mundo. Debemos de implicarnos.