lunes, 23 de julio de 2012

Seguimos con los Superhéroes: Teaser de "The Man of Steel"

La voz en off es Russell Crowe, que interpreta a Jor-El.


sábado, 21 de julio de 2012

El renacer de un héroe: "The Dark Knight Rises"




Esto del Internet tiene varias cosas curiosas. Pero la que más me llama la atención es el fenómeno “Hype”, semejante a lanzar una bola de nieve. En relación con un producto de consumo, consiste en que miles de blogs, comentarios, rumores va haciendo crecer exponencialmente el impacto del mismo, para bien o para mal. Esto vale para una película, un libro o el nuevo I-Phone. Lo lamentable, es que, normalmente, la mayoría de la información que se encuentra en la red, suele ser falsa o, al menos, estar totalmente descontextualizada. Y la cosa empeora por el simple fenómeno del rumor y la inventiva de gente que tiene mucho tiempo libre e imaginación y que siempre va ” in crecendo” retroalimentándose. Por eso, después de años de “Hype”, por fin podemos analizar la última de las películas que Chris Nolan ha dedicado al Cruzado de la Capa, Batman, en la que ya es, y por méritos propios, una de las grandes trilogías de la historia del cine y la mejor, sin dudas, de las dedicadas a los superhéroes. Como siempre, a continuación tendréis mis comentarios, que intentaré que sean objetivos, fundamentados y que no se queden en la epidermis. Y, como siempre, sin spoilers, cosa que no se puede decir del 99% de lo que encontrareis por la red.

La primera pregunta que os debéis de estar haciendo es si esta película es tan buena como la segunda de la trilogía. La respuesta es un categórico NO. Y eso no quiere decir que sea mala en absoluto. Es excelente, lo digo ya. Es solo que la segunda, “El caballero Oscuro” es muy buena. El nivel de simbolismo, la complejidad bien explicada y estructurada y los conceptos que aquella manejaba son extremadamente complicados de alcanzar. Por no hablar de la presencia del excelente Joker de Ledger. Os remito a mi comentario de la misma, hace unos años, que encontraréis en este LINK. Pero podríamos pensar que las virtudes de aquella película se podían deber a un afortunado accidente. Esta tercera película demuestra que no, que se debían a un trabajo bien hecho que, en este caso, no alcanza el nivel de excelencia de la anterior, lo que entra dentro de lo lógico y esperable.



En mi opinión, el principal problema de la película es una cuestión de escala. Y en este caso, no me estoy refiriendo solo a la regla del espectáculo de que debe de ser más espectacular que la anterior (lo es), si no que la apuesta, lo que se pone en juego, debe de ser mucho más grande. Por ejemplo: si el Joker pretendía instaurar el caos pretendiendo demostrar el axioma de Hobbes “Homo homini Lupus”, Bane (Tom Hardy), el malvado de esta película, impone directamente la anarquía más destructiva por convencimiento. Para ello, instaura una supuesta lucha de clases basada en el miedo y una supuesta libertad convertida en libertinaje, que lo único que oculta es...el caos del fin del mundo. Aquel que pronosticaba Ra's Al Ghul (Liam Neeson) en Batman Begins, con lo que el circulo se cierra. Siguiendo esto, si el Joker destruía un hospital y a determinados individuos, como Harvey Dent (Aaron Eckhard) o el propio binómio Batman/Bruce Wayne (Christian Bale) por la dramática confrontación de sus dos mitades, Bane y sus secuaces destruyen y aíslan parte de Gotham City, acabando con la civilización en la ciudad mediante la instauración de un estado semi anárquico basado en grotescas parodias de las instituciones civiles, aquellas que definen a una sociedad.

A este “problema” escalar, se añade el legado de las películas anteriores, el “equipaje“ heredado: la frustración de Batman por no haber logrado ser un símbolo, la gran mentira implantada al final de la anterior película que reventará en cualquier momento. Sin contar con el pasado de los personajes, que volverá a acosarlos y su situación, poco favorable, especialmente, la de un Bruce Wayne acabado. Esto hace que el material a manejar y desarrollar sea mucho y extenso, lo que conlleva que la película sea algo densa, sobre todo al principio, más morosa de lo deseable, amén de algo teatral y expositiva de más. En este aspecto, tal vez hubiera que haber condensado algunos personajes en uno solo o aclarado ciertas tramas que han quedado un poco...oscuras. Es decir, que la historia, el guión está algo peor cerrado que en las anteriores películas. No demasiado, pero lo suficiente como para que no se alcance el nivel de excelencia de la anterior.

El resto de los comentarios que se pueden hacer son solo elogios. Realmente, asistimos a un renacer ,un “Rise”, de casi todos los personajes principales. En esta película toma total sentido aquello Thomas Wayne le decía a Bruce de que caemos para poder levantarnos. Pero también que lo que decía Dent de que la noche es más oscura antes de amanecer, así como muchas de las enseñanzas de Ra's Al Ghul. Con lo que, en realidad, tenemos una serie de conceptos, de arcos, que atraviesan la trilogía y le da unidad y coherencia, además de sentido y profundidad. A esto se le suman varias decisiones artísticas muy valientes, pero ciertamente acertadas por su enorme significación. Citaré una más que evidente y que no es demasiado spoiler: La película se desarrolla prácticamente entera de día: los personajes viajan hacia la luz.

Pero la gran virtud de la película, en realidad, de la trilogía, es que es una gran narración. Emocionante, sorprendente, grave y autoconsciente, cosa buena, a pesar de lo que digan algunos ignorantes. Casi todos los personajes están muy bien trabajados y tienen un gran trasfondo. La historia está bien atada, a pesar de que, como ya he dicho, hay flecos. Es una película de Calidad, en el sentido de que se le da como sinónimo de excelencia. Y sales perfectamente consciente de que es una película de calidad, que te trata como una persona inteligente, no mera masa, un producto. Como es obvio, te la mete doblada varias veces. No debemos de ser cándidos. Pero es el arte de la narrativa. Son pocas las películas de las que saldrás tan contento y agradecido de haberte gastado la talegada que cuesta una entrada.


Parte de la gracia de esta película está en ir descubriéndola poco a poco a medida que la vas viendo. Más que en otras. Así que me perdonaréis si dejo de hablar del argumento o cuestiones narrativas para centrarme en otros aspectos. El primero de ellos es el de los actores. Los ya conocidos hacen un papel excelente, ya conocen los personajes y es como volver a ponerse una chaqueta ya conocida. De los nuevos, debo de resaltar la buena labor de Tom Hardy en su papel del terrible Bane. Su mera presencia impone y transmite peligro, aun cuando no habla. De hecho, es tanto mejor cuando no lo hace. Su poder y violencia se certifica en unas escenas de acción muy bien rodadas, sobre todo,cuando combate a puñetazos con Batman. Muchos comentan que no hace olvidar al Joker de Ledger. Tampoco lo pretende, es otro tipo de personaje, de comportamiento y de violencia. El Joker es, y será siempre, el mayor enemigo de Batman por lo que tiene de némesis, de espejo deformado el mismo. El Bane de esta película le aporta otras tesituras a la historia, la película y plantea problemas distintos a Batman.

En cuanto a Catwoman... Nunca se menciona como tal. Siempre se la llama Selina Kyle. De hecho, su apariencia de gata se lo dan las gafas de visión nocturna, que lleva sobre la cabeza, no unas orejas de gata. Anne Hathaway tiene el difícil papel de intentar hacernos olvidar a la Catwoman de Michelle Pfeiffer y lo logra. Es una actriz más que solvente, de calidad contrastada. A esto se une que, tal como he dicho, se potencia más a Selina Kyle que Catwoman. Si os dais cuenta, he obviado el engendro de Halle Berry. Como si no existiese.



No me gustaría rematar estos comentarios sin citar un par de cosas que creo importantes. Muchos críticos han comentado que no les ha gustado el diseño de sonido de esta película, especialmente, que la (excelente) música de Hans Zimmer era un poco atronadora por momentos. Que incluso enmascaraba diálogos. Es cierto. Pero tiene una explicación técnica que se basa en algo un poco absurdo. Resulta que en los USA se rueda con sonido en directo. No es muy normal hacer retakes, que son doblar los diálogos que no se oyen en la toma. La razón es que los retakes de las estrellas de Hollywood cuestan una pasta, pues hay que pagárselos aparte... Y eso es lo absurdo. Yo creo que debería ir en el contrato que la película quede bien... Aunque muchas veces, si tienen la agenda apretada, ni están disponibles. En fin. El caso es que esta película ha sido rodada en gran parte con cámaras de IMAX y de 70', que son bastante más ruidosas que las normales, a pesar del blindaje sonoro. De hecho, lo son tanto, que para las escenas más íntimas hubo que rodar con 35' por narices solo por esa razón. En postpro, se puede intentar eliminar el sonido de las cámaras, pero no queda igual, así que hay que enmascararlo. Lo que me lleva a volver a plantearme la cuestión de si los críticos saben realmente de qué están hablando. Se supone que son profesionales de lo suyo, que tiene que saber los suficiente de las cuestiones técnicas antes de ponderar con condescendecia desde sus púlpitos.

La última cuestión que quiero decir, es que me parece una putada ir al cine a ver una película y que un tarado te vuele la tapa de los sesos. Quiero acordarme de los muertos y los heridos de Aurora, Delaware, a pasar de que pueda parecer. Y desear que la gente de los USA empiece a entender que un subfusil o una granada de mano no es para defenderse, con lo que no lo cubre la segunda enmienda. Pero no solo debemos de mirar a los USA, que aquí en Europa también tenemos nuestras masacres... DEP

lunes, 16 de julio de 2012

RESCATEMOS ESPAÑA

Yo no suelo hablar de política. Al menos, no en este blog. La política, tal como se entiende ahora, lo contamina todo y lo pudre. Pero es una de las bellas artes y hay que reivindicarla. Por eso, pongo este cuadro:

RESCATEMOS ESPAÑA

viernes, 13 de julio de 2012

Meanwhile, in Mexico...

miércoles, 11 de julio de 2012

The Amazing Spiderman: Dejá-vù hecho cine.

Cuando nos enfrentamos a comentar el reboot de una saga, como es el caso que nos ocupa hoy, lo primero que debemos plantearnos es la necesidad del propio “relanzamiento”. De la puesta a cero. También, nos debemos de plantear la oportunidad del mismo. En el caso de Spiderman, la necesidad de ambas cosas era más bien poca. Poca por lo reciente de la saga anterior, hace 10 años del estreno de la primera película de la trilogía anterior. Y poca por que la citada trilogía no había caído (aun) en desgracia, a pesar de la paupérrima tercera parte, un engendro que nunca tendría que haber visto la luz de un proyector. 

Todo el mundo está de acuerdo en que, en su enfrentamiento contra Venom y el Hombre de Arena, nuestro arácnido superhéroe había tocado fondo y que aquello había que reflotarlo de alguna manera. (Ver mi comentario de esa película en este enlace, aunque esté muy feo autocitarse) Pero también, tenemos que admitir que no se habían llegado a los niveles de degradación de la saga de Batman. Cuando Batman Clooney saca una Bat-visa para hacer un pago, yo creo que el nivel de inteligencia de la Humanidad bajó unas décimas.... Gracias a Dios, Nolan nos lo ha compensado. El caso es que, 5 años después de ese engendro de infausto recuerdo, tenemos a la Sony en la obligación de hacer otra película para evitar perder los derechos del lanzarredes. Y a Marvel deseosa de recuperarlos para poder meter al chaval de las redes en “Los Vengadores 2”, por ejemplo. Así que aquí tenemos nuestro reboot. 

Es evidente, y a nadie se le escapa, que es demasiado pronto. El recuerdo de la anterior saga es aun demasiado fresco. Pero a la Sony le da fráncamente igual, pues a la hora de decidir como abordarlo, escogen empezar de cero en una decisión más que discutible. Es indudable que los autores de esta película han intentado, al igual que hizo exitosamente Nolan con su reboot de Batman, potenciar el lado humano del héroe relatando con mucho detalle su génesis, el origen de su fractura. Esto le confiere al producto gravedad, seriedad y empatía. Pero la serie de películas del Cruzado de la Capa a relanzar, las de Burton y las de Schumacher, pasaban muy por encima del origen del mismo, lo que hacía factible, e incluso deseable, contar ese génesis. Y justificaba dedicar una larga hora de “Batman Begins” a ello. No es ese el caso de Spiderman. Reimi ya nos había contado con todo detalle ese origen. Y hace menos de 10 años. Yo creo que ese es el principal problema de la película, y el origen del resto. Sabiendo que todo el mundo conoce el origen de Spiderman y que esta no es una película con vocación de trascender en el tiempo (los blockbusters no lo suelen ser), tendrían que haberse planteado contarlo de otra manera más económica: una elípsis, contarla en forma de flashbacks, en animación al estilo Tarantino, que Peter se la cuente a Gwen cuando le confiesa que él es Spiderman (Y esto no es ningún spoiler...) Se me ocurren muchas alternativas más ingeniosas para no malgastar UNA hora de película para contar algo que todo el mundo sabe porque se lo han contado hace menos de 10 años. 

Esta hora malgastada de forma innecesaria lastra el resto de la película, pues hace que cosas que requerirían más tiempo queden poco explicadas o desarrolladas. Por desgracia, son las que merecen más la pena. Por ejemplo, la relación de Peter Parker (Andrew Garfield) y Gwen Stacy (Emma Stone), lo mejor de la película, queda coja, apenas abocetada. Es demasiado express: Hay tres o cuatro escenas de “enamoramiento” (por cierto, sobresalientes) y ella ya le invita a comer con sus padres: ¡Yo conozco gente que conoce a los padres de sus respectivos prácticamente al ir a casarse!. Lo mismo pasa con el reconocimiento por parte de la sociedad de que Spiderman es un héroe y no un Punk cualquiera. En una escena es un caco y en la siguiente, la pera limonera. Este cambio de mentalidad es especialmente sangrante en el caso del Capitán Stacy, padre de Gwen y principal perseguidor del lanzarredes hasta ese momento. También afecta al archienemigo de Spidey: El Dr. Kurt Connors AKA Lizzard (Rhys Iffans). Es un personaje la mar de interesante, pero que se vuelve malo de golpe, de un modo un poco absurdo. Y lo peor es que decide vengarse y no encuentra mejor manera de hacerlo que diseñando un plan cutre y algo estúpido, que además, es evidente para el espectador desde el momento en que se le aporta determinada información. Intentan colarnos eso de que tiene doble personalidad, una buena y otra mala, algo así como la dualidad Smeagol/Gollum del personaje de “El Señor de los Anillos”. Pero no está bien llevado... el director no es capaz de compensar con ingenio la falta de tiempo para el desarrollo del personaje. 

 Pero no todo son cosas malas en esta película. Es bastante más adulta, en el buen sentido de la palabra, que la saga anterior, a pesar de haber reducido la edad de los protagonistas a 17-18 años, intentando atrapar, dicen las malas lenguas, a los seguidores de “Crepúsculo”. La gente es que es muy mala (Estoy siendo irónico) Ya le gustaría a los Vampiros brillantes tener la clase que tiene Garfield y, sobre todo, una excelente (como siempre, Stone). Ambos son sus personajes. Sus escenas juntos son excelentes y se ve la química y complicidad que existe. Son lo mejor de la película. En general, el trabajo actoral es, con diferencia, lo mejor de la película. Lástima que estén tan desaprovechados, máxime sabiendo que intentan potenciar la parte humana frente a la superheroica de la pirueta, las piñas y las leches. Es decir, el lado íntimo frente al espectacular, ese en el que el trabajo actoral se antoja esencial. Como consecuencia, la cosa se queda a medio camino: La parte íntima es muy buena y tiene su peso, aunque daba para infinitamente más, y la espectacular está muy bien hecha y lograda, si bien no supone ningún avance, más allá del tecnológico, de lo ya visto. Porque a nivel técnico esta muy bien, salvo alguna escena donde canta algo el ordenador... Spiderman se muestra más rápido, ágil y grácil y las posturas están muy logradas y las escenas de acción son muy dinámicas. 

En realidad, si lo pensamos bien, vemos que tenemos dos películas, una más íntima y personal, con excelentes resultado, donde se potencia la parte humana que prácticamente monopoliza la 1ª hora. Y otra donde se potencia la espectacularidad. Pero ambas quedan cojas por cuanto la parte íntima se centra en algo ya conocido y bien desarrollado:el origen dejando apenas desarrollar las numerosas buenas ideas que atesora, que son muchas y buenas, de las relaciones de los personajes y su desarrollo. La parte de acción también queda afectada, pues, además de no aportar nada nuevo, carece de la espectacularidad requerida. La lucha final, por ejemplo, me ha parecido bastante floja, por corta y por poco sorpresiva, si bien, su final es la mar de interesante, aunque poco y mal desarrollado y aprovechado. Lástima. Del Toro, por ejemplo, ha hecho maravillas con circunstancias como esas.


Leyendo este post, me he dado cuenta de que doy una idea muy negativa de la película. No es mi intención. Es que me da un poco de rabia que no aprovechen las potencialidades que es evidente que tienen, que no jueguen sus bazas. Es entretenida y tiene grandes cosas y hallazgos. Si la hubieran hecho dentro de 6-7 años, a lo mejor era más clemente con el hecho de que te vuelva a contar todo el origen, desperdiciando unos minutos preciosos, que se podrían haber dedicado, por ejemplo, a que Emma Stone saliera más. ¡Que pedazo de actriz!. Lo que más lamento es que su personaje desaparezca al final y tenga poco peso específico en la parte de acción.

 He dejado para el final un par de comentarios más culturetas o snob sobre la historia, no tanto sobre la película en sí. El primero es lo que se llama “el doble lazo”, un error muy típico del género superheroico. Consiste en forzar la probabilidad estocástica de sucesión de un evento hasta el nivel del determinismo. Rizar el rizo, vamos: El capitán que persigue a Spiderman es el padre de su novia, que es ayudante del malo, que fue compañero de trabajo del padre de Peter. ¿Entendéis lo que digo?. Este es un mal que proviene de los cómics originales si bien, en estos, los lazos se desarrollan a lo largo de cientos de páginas, no en dos horas. 

El segundo comentario es que la saga de Batman de Nolan parece que se ha convertido en la horma en la que se han de medir todas las películas de superhéroes. La saga de Nolan, a falta de ver su 3ª parte, es un prodigio de estructura y narrativa. Y eso es lo que se debería copiar, el control de la información, como va construyendo la trama poco a poco, sin brusquedad hasta que todo encaja como un guante evitando (o escondiendo) los trucos de guionista. Quedarse a nivel estético o de intenciones es demasiado superficial y pueril, pues ni Superman, ni Spiderman ni Ironman son Batman y comparten las sombras de su alma ni el escenario de Gotham City ni combaten a gentuza como el Joker.