miércoles, 11 de julio de 2012

The Amazing Spiderman: Dejá-vù hecho cine.

Cuando nos enfrentamos a comentar el reboot de una saga, como es el caso que nos ocupa hoy, lo primero que debemos plantearnos es la necesidad del propio “relanzamiento”. De la puesta a cero. También, nos debemos de plantear la oportunidad del mismo. En el caso de Spiderman, la necesidad de ambas cosas era más bien poca. Poca por lo reciente de la saga anterior, hace 10 años del estreno de la primera película de la trilogía anterior. Y poca por que la citada trilogía no había caído (aun) en desgracia, a pesar de la paupérrima tercera parte, un engendro que nunca tendría que haber visto la luz de un proyector. 

Todo el mundo está de acuerdo en que, en su enfrentamiento contra Venom y el Hombre de Arena, nuestro arácnido superhéroe había tocado fondo y que aquello había que reflotarlo de alguna manera. (Ver mi comentario de esa película en este enlace, aunque esté muy feo autocitarse) Pero también, tenemos que admitir que no se habían llegado a los niveles de degradación de la saga de Batman. Cuando Batman Clooney saca una Bat-visa para hacer un pago, yo creo que el nivel de inteligencia de la Humanidad bajó unas décimas.... Gracias a Dios, Nolan nos lo ha compensado. El caso es que, 5 años después de ese engendro de infausto recuerdo, tenemos a la Sony en la obligación de hacer otra película para evitar perder los derechos del lanzarredes. Y a Marvel deseosa de recuperarlos para poder meter al chaval de las redes en “Los Vengadores 2”, por ejemplo. Así que aquí tenemos nuestro reboot. 

Es evidente, y a nadie se le escapa, que es demasiado pronto. El recuerdo de la anterior saga es aun demasiado fresco. Pero a la Sony le da fráncamente igual, pues a la hora de decidir como abordarlo, escogen empezar de cero en una decisión más que discutible. Es indudable que los autores de esta película han intentado, al igual que hizo exitosamente Nolan con su reboot de Batman, potenciar el lado humano del héroe relatando con mucho detalle su génesis, el origen de su fractura. Esto le confiere al producto gravedad, seriedad y empatía. Pero la serie de películas del Cruzado de la Capa a relanzar, las de Burton y las de Schumacher, pasaban muy por encima del origen del mismo, lo que hacía factible, e incluso deseable, contar ese génesis. Y justificaba dedicar una larga hora de “Batman Begins” a ello. No es ese el caso de Spiderman. Reimi ya nos había contado con todo detalle ese origen. Y hace menos de 10 años. Yo creo que ese es el principal problema de la película, y el origen del resto. Sabiendo que todo el mundo conoce el origen de Spiderman y que esta no es una película con vocación de trascender en el tiempo (los blockbusters no lo suelen ser), tendrían que haberse planteado contarlo de otra manera más económica: una elípsis, contarla en forma de flashbacks, en animación al estilo Tarantino, que Peter se la cuente a Gwen cuando le confiesa que él es Spiderman (Y esto no es ningún spoiler...) Se me ocurren muchas alternativas más ingeniosas para no malgastar UNA hora de película para contar algo que todo el mundo sabe porque se lo han contado hace menos de 10 años. 

Esta hora malgastada de forma innecesaria lastra el resto de la película, pues hace que cosas que requerirían más tiempo queden poco explicadas o desarrolladas. Por desgracia, son las que merecen más la pena. Por ejemplo, la relación de Peter Parker (Andrew Garfield) y Gwen Stacy (Emma Stone), lo mejor de la película, queda coja, apenas abocetada. Es demasiado express: Hay tres o cuatro escenas de “enamoramiento” (por cierto, sobresalientes) y ella ya le invita a comer con sus padres: ¡Yo conozco gente que conoce a los padres de sus respectivos prácticamente al ir a casarse!. Lo mismo pasa con el reconocimiento por parte de la sociedad de que Spiderman es un héroe y no un Punk cualquiera. En una escena es un caco y en la siguiente, la pera limonera. Este cambio de mentalidad es especialmente sangrante en el caso del Capitán Stacy, padre de Gwen y principal perseguidor del lanzarredes hasta ese momento. También afecta al archienemigo de Spidey: El Dr. Kurt Connors AKA Lizzard (Rhys Iffans). Es un personaje la mar de interesante, pero que se vuelve malo de golpe, de un modo un poco absurdo. Y lo peor es que decide vengarse y no encuentra mejor manera de hacerlo que diseñando un plan cutre y algo estúpido, que además, es evidente para el espectador desde el momento en que se le aporta determinada información. Intentan colarnos eso de que tiene doble personalidad, una buena y otra mala, algo así como la dualidad Smeagol/Gollum del personaje de “El Señor de los Anillos”. Pero no está bien llevado... el director no es capaz de compensar con ingenio la falta de tiempo para el desarrollo del personaje. 

 Pero no todo son cosas malas en esta película. Es bastante más adulta, en el buen sentido de la palabra, que la saga anterior, a pesar de haber reducido la edad de los protagonistas a 17-18 años, intentando atrapar, dicen las malas lenguas, a los seguidores de “Crepúsculo”. La gente es que es muy mala (Estoy siendo irónico) Ya le gustaría a los Vampiros brillantes tener la clase que tiene Garfield y, sobre todo, una excelente (como siempre, Stone). Ambos son sus personajes. Sus escenas juntos son excelentes y se ve la química y complicidad que existe. Son lo mejor de la película. En general, el trabajo actoral es, con diferencia, lo mejor de la película. Lástima que estén tan desaprovechados, máxime sabiendo que intentan potenciar la parte humana frente a la superheroica de la pirueta, las piñas y las leches. Es decir, el lado íntimo frente al espectacular, ese en el que el trabajo actoral se antoja esencial. Como consecuencia, la cosa se queda a medio camino: La parte íntima es muy buena y tiene su peso, aunque daba para infinitamente más, y la espectacular está muy bien hecha y lograda, si bien no supone ningún avance, más allá del tecnológico, de lo ya visto. Porque a nivel técnico esta muy bien, salvo alguna escena donde canta algo el ordenador... Spiderman se muestra más rápido, ágil y grácil y las posturas están muy logradas y las escenas de acción son muy dinámicas. 

En realidad, si lo pensamos bien, vemos que tenemos dos películas, una más íntima y personal, con excelentes resultado, donde se potencia la parte humana que prácticamente monopoliza la 1ª hora. Y otra donde se potencia la espectacularidad. Pero ambas quedan cojas por cuanto la parte íntima se centra en algo ya conocido y bien desarrollado:el origen dejando apenas desarrollar las numerosas buenas ideas que atesora, que son muchas y buenas, de las relaciones de los personajes y su desarrollo. La parte de acción también queda afectada, pues, además de no aportar nada nuevo, carece de la espectacularidad requerida. La lucha final, por ejemplo, me ha parecido bastante floja, por corta y por poco sorpresiva, si bien, su final es la mar de interesante, aunque poco y mal desarrollado y aprovechado. Lástima. Del Toro, por ejemplo, ha hecho maravillas con circunstancias como esas.


Leyendo este post, me he dado cuenta de que doy una idea muy negativa de la película. No es mi intención. Es que me da un poco de rabia que no aprovechen las potencialidades que es evidente que tienen, que no jueguen sus bazas. Es entretenida y tiene grandes cosas y hallazgos. Si la hubieran hecho dentro de 6-7 años, a lo mejor era más clemente con el hecho de que te vuelva a contar todo el origen, desperdiciando unos minutos preciosos, que se podrían haber dedicado, por ejemplo, a que Emma Stone saliera más. ¡Que pedazo de actriz!. Lo que más lamento es que su personaje desaparezca al final y tenga poco peso específico en la parte de acción.

 He dejado para el final un par de comentarios más culturetas o snob sobre la historia, no tanto sobre la película en sí. El primero es lo que se llama “el doble lazo”, un error muy típico del género superheroico. Consiste en forzar la probabilidad estocástica de sucesión de un evento hasta el nivel del determinismo. Rizar el rizo, vamos: El capitán que persigue a Spiderman es el padre de su novia, que es ayudante del malo, que fue compañero de trabajo del padre de Peter. ¿Entendéis lo que digo?. Este es un mal que proviene de los cómics originales si bien, en estos, los lazos se desarrollan a lo largo de cientos de páginas, no en dos horas. 

El segundo comentario es que la saga de Batman de Nolan parece que se ha convertido en la horma en la que se han de medir todas las películas de superhéroes. La saga de Nolan, a falta de ver su 3ª parte, es un prodigio de estructura y narrativa. Y eso es lo que se debería copiar, el control de la información, como va construyendo la trama poco a poco, sin brusquedad hasta que todo encaja como un guante evitando (o escondiendo) los trucos de guionista. Quedarse a nivel estético o de intenciones es demasiado superficial y pueril, pues ni Superman, ni Spiderman ni Ironman son Batman y comparten las sombras de su alma ni el escenario de Gotham City ni combaten a gentuza como el Joker.

2 comentarios:

Ryo Saeba dijo...

"...combaten a gentuza como el Jocker", ¿es un villano nuevo?, tal vez es quién hacía los desaparecidos manuales de Joc y ahora se ha dado a la delincuencia.

Dark Arkane dijo...

Se me ha "colao" una "c" en eso del Joker. Corregido.
Como sois.... ^_^