sábado, 20 de junio de 2009

Terminator salvation: Un nuevo comienzo


Hoy en día está encumbradísimo, es un dios del celuloide debido a una película excesiva en todos los aspectos sobre un barco que se hundió en 1912 por chocar contra un iceberg, pero en 1984, James Cameron no era nadie. Acababa de dirigir la continuación de “Piranha” de Joe Dante y contaba trabajos de dirección no acreditados en alguna película más serie b. Pero una noche, se le ocurrió la idea de un robot cuasi indestructible que venía del futuro para matar a una camarera por el simple pecado de que será la madre de aquel que acabaría con las máquinas en un lejano futuro. Estamos, por supuesto, hablando de Terminator, una película sin mucho presupuesto, pero con mucha imaginación y desparpajo y que marcó, con “Acorralado”, el comienzo del llamado cine de acción de los 80 que arrasó en taquillas. Pero seamos sinceros, hoy en día, este género se ve desgastado y demodé, salvándose solo algunas películas, entre las que se encuentran esta.

En su momento sorprendió por su negritud, era toda de noche, su pesimismo y nihilismo. Además, la hierática interpretación de ese austriaco de nombre impronunciable que era Schwarzenegger caló en la imaginación de los espectadores, aun influenciados por multitud de subproductos de los ’70, en un momento donde los ordenadores y las máquinas con algo de “inteligencia” empezaban a hacerse algo frecuente. Pero en mi opinión, también triunfó por el carisma de ese personaje que ha quedado algo velado en la saga: Kyle Reese. El abnegado soldado que hace un viaje sin retorno, en la hora del cuasi-triunfo para salvar a la humanidad y, de paso, conocer a la madre del mítico John Connor: el salvador de la humanidad, convirtiéndose, sin saberlo, en su padre.

La película tuvo un gran éxito, pero aun así se tardaron 8 años en hacer la secuela, esta vez con profusión de dinero y algo menos de trabajo a nivel de guión, pues, en el fondo era un redux de la primera película con mucho más dinero y algo menos de mala leche y fatalismo. Pero toda la imaginación se había reservado para los efectos especiales y la puesta en escena. Aun hoy en día, después de lo que hemos visto y el tiempo que ha pasado, sigue resultando una película muy espectacular y mucho más que digna. Un espectáculo de lujo con un final abierto, si bien, medianamente optimista. Hoy podemos decir sin rubor (de aquella no tanto, por el género al que pertenece) que es una película buena. Y ya iban dos en la saga.

Pero el idilio no podía tardar. Diez años después, mediante una curiosa pirueta argumental, los productores se sacaron de la manga una tercera parte, en la que ya no estaba involucrado Cameron. La película, desde el punto de vista técnico es impecable, aunque sorprende bastante menos que la anterior, lo que ya es un handicap. Esto se debe a que es una vuelta a lo mismo: el esquema de la película se repite por tercera vez. Y con escaso éxito, pues era todo un “eso ya lo hemos visto”. Además, los personajes resultaban poco carismáticos y la empatía que podías sentir hacia ellos era más bien poca. Un producto menor con varios absurdos a nivel de guión bastante gordos que lastran a la saga entera, como veremos a continuación. Lo mejor eran los 10 minutos finales, que tienen bastante mala leche y, en su momento, hace unos siete años, fueron francamente sorpresivos, pues ganaba el malo, Skynet.

Y con estas, llegamos a Terminator 4, que es lo que nos interesa ahora.

La película empieza con unas escenas en una cárcel que parece que no tienen nada que ver con la saga, si bien, hemos oído claramente los metálicos sonidos de la reconocible banda sonora…pero instantes después asistimos a unos diez minutos de ataque de los humanos a una base de Skynet francamente sobresalientes y destructivos. Es Terminator. Pero es otro Terminator.

La historia de la película es caótica y, si lo piensas bien, un poco absurda desde su comienzo. Muchas de sus inconsistencias e incoherencias provienen de la tercera parte, ya que los loopings temporales allí impuestos complican mucho el desarrollo de una historia coherente. Por otra parte, es evidente que es la primera de una saga, ya que dejan demasiados cabos abiertos. Entre ellos el papel, en el fondo, secundario de John Connor (Christian Bale) frente al de Marcus Wright (Sam Worthington) y el secundadísimo de Kate Brewster (Bryce Dallas Howard), que se suponen los protagonistas. Estos dos personajes van a tener que desarrollarse mucho en las siguientes películas, pues aquí no parecen los grandísimos líderes que nos han dicho que son. Y nos lo hemos creído. Bueno. Según la cronología oficial, aun faltan unos 15 años hasta el final de la guerra. De hecho, aun no han aparecido muchos de los Terminator y armas que hemos visto en flashfowards en las otras películas.

A nivel cinematográfico, esta película es sobresaliente. La planificación de las escenas es muy buena, las escenas de acción de ven y se disfrutan. Esto me gusta mucho, ya que se está volviendo difícil ver que es exactamente lo que sucede en pantalla si no es en “bullet time”. Además, hay un par de planos secuencia francamente buenos, dignos del mejor cine de acción, lo que dice mucho de McG, un director que ha crecido mucho desde aquella tremenda chorrada que eran las películas de los “Ángeles de Charlie”. Me gustaría destacar el color metálico de la fotografía en toda la película, con la excepción de las que se desarrollaban en el core de Skynet. Con posterioridad, me he enterado que la kodak fabricó una película especial para dar con ese tono metálico. Este es el tipo de cosas que me gusta: la ciencia al servicio de la visión de un director.

No me quiero alargar mucho, entre otras cosas, porque para hacer un comentario adecuado, tendría que ponerme a hacer spoilers como un loco y ya he quedado en que lo iba a evitar en la medida de lo posible (no siempre lo logro ^_^)

Decir que me parece una película buena, si bien no pasa de ahí debido a un guión demasiado sencillo en cosas en las que no debía de serlo y demasiado complejo en cosas que no debía de serlo. La verdad es que se han hecho la picha un lío con los saltos temporales…Además, encuentro que además de lo ya citado del poco desarrollo de la mayoría de los personajes, tampoco se nos informa demasiado de qué es exactamente que ocurre en el mundo en ese momento. Solo vemos un pequeño fragmento. Tal vez es que piensen desarrollarlo todo un poco más en un futuro. Aunque yo no apostaría. Pero lo que me mata bien muerto, como a las cucarachas de cucal, son las incoherencias con la saga y los absurdos. Un ejemplo: al final de la tercera parte queda clarísimo que Skynet está deslocalizado. Entonces ¿Por qué vuelven a insistir en destruir “el cerebro de Skynet”?. Cosas así, hay varias.

Lo que me alegró es la presencia de Kyle Reese de nuevo, ya he dicho que es un personaje que me cae bien, aunque también es cierto que sobre él recae el mayor error de la película…Uno muy gordo. Este es otro de los personajes que se tendrán que desarrollar en un futuro.

Pues nada, a esperar a la siguiente.

1 comentario:

Ray Senda dijo...

Pues temo que esta vez discrepo en gran medida contigo, así que lo reduciré al estilo del "programa de cine de Ángel Martín":
Ésta película es una mierda. Y hasta aquí el programa de cine.