martes, 16 de enero de 2007

Un Manga:Zetman




Ayer he leido el segundo tomo del manga de Masakazu Katsura “Zetman”.
Es un manga curioso. Cuado leí el 1er tomo no me atreví a emitir un juicio categórico, ya que me parecía que aun no contaba con suficiente información como para tener una opinión convenientemente formada. Ahora, con casi 500 páginas de manga leídas, no puedo decir que tenga mucha más información, la verdad, pero sí que puedo ya empezar a dar mi opinión.
Lo primero que destaca es lo trabajadísimo del dibujo. Si alguien acusa al manga de tener dibujos muy esquemáticos y sencillos, fruto del trabajo a destajo y a toda velocidad exigido por las editoriales niponas, es que no ha leído este manga. Ni otros actuales. El dibujo aquí es una última y evidente evolución del de su serie anterior, I”s, donde ya había dado señales de que su arte se estaba orientando hacia un detallado realismo, sobre todo de los entornos. Aquí, el arte es muy realista, afectando incluso a los personajes principales (ej: el Padre vagabundo del protagonista), lleno de líneas y trabajada labor con las tramas, generando una extraña sensación en el lector, acostumbrado al manga más ligero en el apartado gráfico. Esto tiene sus cosas buenas. Es un placer disfrutar de esas viñetas panorámicas. Me parece un lujo ver como un autor, que empezó teniendo como referentes gráficos a Mitsuro Adachi (Bateadores-Touch) en sus primeras obras, entre las que destacarían “Wingman” y “A present from Lemon” fue haciendo su dibujo más realista obra tras obra, tomando influencias de Toriyama (Dragon Ball),cosa muy evidente el D.N.A 2 y el Shadow Lady de los tres tomos, alcanzando poco a poco un estilo propio que, en mi opinión, ahora mira más hacia occidente, los cómics de su adorado Batman o los Europeos de la escuela francófona, que a Japón. Y es que eso es lo curioso, siendo manga al 100%, ya que utiliza los recursos narrativos y gráficos del Manga, ha adoptado muchas cosas del cómic occidental. Es la 1ª vez que veo esto en un autor nipón, tan celosos de su estilo. Además, en un autor del renombre de Katsura. Normalmente, se daba el paso contrario, todos somos conscientes de cómo el cómic occidental está adoptando soluciones del manga.
Pero esta hipersofisticación del dibujo tiene, en mi opinión, la nota negativa de una pérdida del efecto espejo, que permite una identificación empática del lector con los personajes, cosa que tal vez se compense con la historia.
Debido a esta evolución natural y consecuente del arte y a la temática más adulta de la historia, este manga ya no es un Shonen(para jovencitos), pasando con toda justicia a ser un Seinen (para más adultos). Ahora la cosa ya no va de jovencitos calenturientos enamorados de chicas inaccesibles de prietas y tiernas carnes con tendencia a mostrar chicha, aunque sea en la imaginación del protagonista. Si no que de gente un poco superada por los acontecimientos y vengativos ¿demonios? desatados en la urbe. Tengo que decir que la historia ha avanzado demasiado poco como para saber qué es exactamente lo que nos está contando. Y menos para poder juzgarla. Por ahora puedo decir que, a pesar de encontrar constantes de la obra de Katsura, me llama la atención dos cosas, el tono oscuro y temible de la historia, poco dado a los chistes que adornaban otras de sus obras, y la mala leche y extrema crueldad que muestra en muchos momentos.

Por ejemplo, encontramos a los característicos personajes femeninos optimistas y fuertes del Autor (piénsese en Itsuki Akiba de I”s), que suelen ser el contrapunto luminoso y optimista al carácter oscuro y negativo del protagonista masculino. Pero aquí, la historia es terriblemente cruel con estas chicas. Además, se adivina que el carácter oscuro del protagonista se ha convertido en central en el argumento de la historia. Algo demoníaco alberga ese Jin. También llama la atención lo sombrío de la historia. Katsura, para ser sinceros, nunca fue la alegría de la huerta. En sus más famosas obras se encontraban violaciones, pulsiones sexuales extremas, obsesiones y un largo etc. de comportamientos y actitudes no muy edificantes, regadas con un fatalismo ontológico y un poco de nihilismo. Pero el carácter algo más ligero y festivo de la obra, como que ablandaba la cuestión, la hacía más digerible. Aquí no. Aquí se muestra en toda su crudeza y realidad.

También me veo en la obligación de mencionar que también en este manga hay carne femenina, una de las características que han hecho famoso al autor. Pero lo que en otros mangas era pura (e inocente) calentura adolescente aquí tiene un valor metalingüístico. La desnudez física de Akemi (AKA Sakura) es, sobre todo en este 2º tomo, una señal de total y absoluta indefensión y desnudez del alma. Es la primera vez que sale en una obra de Katsura un desnudo frontal total de una mujer(que no una chica), con detallado vello púbico. Y no tiene nada de erótico. Es algo muy indicativo.

Creo que Katsura es un autor que ha llegado a una gran madurez. A todos los que seguimos su obra nos consta que hace tiempo que estaba más interesado en contar algo como esto que en seguir narrando las correrías de adolescentes enamorados platónicamente y algo salidos. Decir que, tras varios intentos, el Sr. Katsura ha encontrado su atormentado Batman, al que ha situado en un degradado y perverso mundo fatalista, de bonitos edificios entre modernistas y Art-Decó en vez de Góticos.
Veremos como sigue, pero por ahora, la cosa es muy estimulante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para más bibliografía leer Niñotaku, capítulo: soy un personaje masculino de una serie de Katsura y las chicas no me hacen caso (con 5 chicas detrás intentando llevárselo al huerto).