lunes, 12 de diciembre de 2011

Tres películas diferentes



Hoy vamos a comentar someramente tres películas de las que considero interesante mencionar alguna cosilla. Reitero que no son estudios pormenorizados. Si alguien está interesado en comentarios más detallados, solo tiene que pedirlos.

CHUNGKING EXPRESS:



Empezamos por la película que  hizo conocido en occidente a Wong Kar Wai gracias al apadrinamiento de Quentin Tarantino. En este punto, se me hace indispensable decir que la publicidad y los medios dicen que el director de Knoxville se inspiró en esta película para el diseño de Pulp Fiction. Nada más lejos de la realidad, aunque solo sea por la imposibilidad temporal: las dos películas se estrenaron el mismo año, con pocos meses de diferencia.
Chungking Express nos cuenta dos peculiares historias de amor  que suceden en torno a un  puesto de comida rápida y en la que están implicados dos policías municipales. La primera de las historias es la del agente 223 que, tras ser abandonado por su novia, y después de darse un plazo de un mes, decide buscarse otra. La casualidad hace que conozca a una misteriosa mujer que lleva una peluca rubia y nunca se quita las gafas y se enamore de ella por “contacto”. El problema es que la mujer se dedica al contrabando de drogas mediante la preparación de mulas y sus últimas mulas la han dejado en la estacada, siendo perseguida por los narcotraficantes para los que trabajaba...
La segunda historia, más amable y larga en el tiempo, es la del agente 663. Su novia, azafata, también lo ha dejado, a pesar de sus esfuerzos por satisfacerla. Se ha enamorado de otro. Debido a la incompatibilidad de horarios, la azafata deja su copia de las llaves del piso del policía en el Chunking express, el puesto de comida rápido, sabiendo que él pasa todos los días por allí. El problema radica en que la chica que atiende el puesto está locamente enamorada de 663 y se resiste a darle la carta. Además, al descubrir las llaves, establece un plan para conocer mejor al agente y así poder conquistarlo.
Esté es, a muy grueso modo, el argumento de la película. Y digo a muy grueso modo porque, como todo el cine asiático, hay muchos niveles de lectura, mucha sutilidad y mucha poesía en el film. Pero no os debéis de asustar, la película es muy dinámica, muy entretenida y entendible. Kar Wai aun no había hecho “In the mood of love”, película a partir de la cual, la poesía y el manierismo toman, hasta cierto punto, el control de su filmografía (Véase 2046, Eros y, en mucha menor medida “My Blueberry Nights”).
Es un filme agradable, bien rodado, si bien peculiar en su estructura y en la simbología que maneja. Por ejemplo, el contacto físico entre los personajes tiene una función de relevo. La cámara sigue a uno hasta que le pesa en testigo a otro mediante un toque, ya sea casual como intencionado.
Destacar la labor de fotografía de Christopher Doyle, una especie de anacoreta que solo sale de su aislamiento cuando el film toca su fibra sensible, y las actuaciones de Tony Leung Chiu Wai (El agente 663) y de Faye Wong. A partir de esta película Tony Leung se ha convertido en uno de los actores chinos más reconocidos internacionalmente, si bien, se ha resistido a tener una filmografía fuera de su país de origen. También llama la atención que esta sea la primera película de Faye Wong, ya que actúa muy bien. Además, interpreta un papel bastante arriesgado para el estatus de mega estrella de la música que ya de aquella tenía. Para los freaks, decir que es la cantante de la canción “Eyes on me” del Videojuego Final Fantasy VIII” Y siguiendo con los comentarios relacionados con videojuegos, el Agente 223 está encarnado por Takeshi Kaneshiro, Samanosuke en la saga de  Onimusha.
Es una película bastante recomendable si queréis ver algo diferente a lo acostumbrado pero sin ser demasiado de “arte y ensayo”, en este caso, en el mal sentido de la palabra.

JULIE Y JULIA



Abordamos ahora un film agradable sobre la cocina. Lo peculiar de la historia es que, siendo una comedia de corte romántico, podríamos decir, el objeto de la misma no es una relación chico chica. La película subvierte este concepto para hacer una historia de amor por la cocina y superación personal. Y además, por partida doble, como veremos a continuación con el resumen del argumento:
Julie Powers es una brillante joven cuyas expectativas vitales se han visto frustradas por un trabajo en la oficina de atención a los afectados del 11S que no solo no le llena, si no que le deprime por lo que tiene de contacto con la desgracia ajena. Además, se acaba de mudar de casa con su marido y el nuevo emplazamiento le disgusta. Solo encuentra satisfacción en la cocina, haciendo las recetas del libro de Julia Childs. Así que su marido, que se dedica a esto de la informática, le desafía ha hacer todas las recetas del libro en 365 días e ir relatando las vicisitudes en un blog. Julie ya tiene un objetivo vital. A su vez, la película nos va narrando, paralelamente, la trayectoria vital y vitalista de la propia Julia Childs desde que empieza a interesar en la cocina hasta que logra que le publiquen su libro.
Ante todo, hay que decir que es una historia amable, sin esquinas, un pastel de nata bien cocinado. Ya digo que el principal interés de la película es la subversión, nada radical, de las reglas de la comedia romántica para hacer algo diferente, pero sin perder ni un ápice de su naturaleza de producto de consumo fácil. Y no lo digo como algo malo. Es de consumo fácil, pero de calidad.
Debo de destacar la buena labor de los actores, en especial una Meryl Streep en un papel pasadísimo y excesivo que le viene como anillo al dedo. Por lo visto, la Julia Childs real era tan excesiva que hasta fue digna de ser imitada por Dan Aykroyd en el Saturday Night Live en un celebrado y gore sketch.
Película agradable y bien hecha. Un buen producto que intenta dar algo nuevo sin alejarse demasiado de lo ya trillado, sin arriesgar demasiado. Un buen producto, digno y que no toma al espectador por tonto.

TRISTAM SHANDY ( A COCK AND BULL STORY)



Esta es, probablemente, una de las películas más complicadas de comentar de todas las que he colgado en el blog. Es complicado hasta contar de que va, pero podemos decir que trata de la imposible adaptación al cine de la peculiar novela de Laurence Sterne “Vida y opiniones de Tristam Shandy, Caballero”. Así, tenemos trozos de la adaptación de la novela mezclados con escenas del backstage del rodaje, con problemas de ego de los actores y con escenas surrealistas. Solo un tarado hace una película así y la llama “Historia de una polla y un toro” en un arriesgado juego de palabras, ya que Cock es gallo, pero también polla en slang. Así que, si bien  la traducción es algo castiza, se ajustada bien a la realidad. Y es que realmente, esa parte de la anatomía masculina tiene gran importancia. Además “Cock and Bull Story” también puede ser traducido como “Patraña”... Es decir, la película es curiosa ya desde el título.
Realmente, no sé que decir de la misma. Es absurda, deslavazada, tiene poca continuidad y coherencia y, en muchos momentos, está cerca del Dogma. Pero es la mar de entretenida y graciosa. Los personajes hablan, opinan, pelean por las cosas más absurdas y la realidad se mezcla con la ficción y la ficción con la ficción fílmica en una triple pirueta que de puro ejercicio bizarro sale bien. Además es cortita y no se hace pesada en ningún momento.
En su interior, guarda alguna de las escenas más surrealistas que se han visto en el cine convencional (es decir, el que no es surrealista por vocación), como la del nacimiento de Tristam con la cabeza colgando de la madre parturienta o las escenas del útero.
Debo destacar las conversaciones absurdas entre Steve Coogan y Rob Brydon, en especial, la última, durante los títulos de crédito. Son tan surrealistas, absurdas y sin sentido que han dado lugar a una especie de Spin-off en forma de serie de televisión llamada “The Trip”, donde ambos hacen un tour por los mejores restaurantes del Reino Unido al estilo “On the Road”. Pero es que al final, la comida y los restaurantes, todos reales, importan menos que los actores y lo que dicen y hacen. Un poco como en la película.


En definitiva, hoy os he hablado de tres películas que encuentro diferentes y recomendables. La primera, por ser exótica y diferentes por cuanto que viene de Asia y no por ello es complicada de ver o se hace aburrida. La segunda, muchísimo más convencional, por que subvierte de algún modo y de manera suave las normas de la comedia romántica. Y la tercera por ser una divertidísima marcianada sin pies ni cabeza.

1 comentario:

Ray Senda dijo...

Tengo que decir que he visto la segunda hace ya bastante tiempo y coincido con la valoración: entretenida y para todos los públicos con un toque diferente y poco convencional dentro del género.

A ver qué tal las otras :)