martes, 1 de noviembre de 2011

Las aventuras de Tintin: La evolución del cine



Cuando, hace ya un par de años, hice mis comentarios a la película de Avatar, dije que su gran contribución había sido el desarrollo de poderosas herramientas que darían la oportunidad a un autor más habilidoso como cineasta y narrador que James Cameron de poder hacer una película realmente novedosa. Y, por fin ha llegado la película que ha confirmado que esa afirmación, hecha hace demasiado tiempo, no era gratuita. Porque digámoslo ya y sin ambages, la nueva película de Spielberg es una gozada para los sentidos y en casi todos los sentidos, amén de devolvernos ese espíritu aventurero que desde principios de los ’90 del siglo pasado, se había perdido en el cine.
Todo el que esté un poco al loro del mundillo del cine y sus veleidades sabía que desde comienzos de los años ’80, Spielberg andaba detrás del reportero del flequillo. Y que Hergé veía con buenos ojos que su personaje fuera llevado a la gran pantalla por el director de Indiana Jones. Pero, por las más diversas circunstancias, este proyecto ha tardado casi 30 años en hacerse realidad.

La película se basa, principalmente, en el álbum de 1945 “El secreto del Unicornio”, si bien tiene cosas sacadas de “El cangrejo de las pinzas de oro (1943), “El tesoro de Rackham el Rojo”, también del ’45 y detalles de otros. La fidelidad de la película al relato es bastante relativa. Los cómics del reportero no se caracterizaban por su complejidad argumental precisamente. Esto es uno de
los fuertes de la obra grafica, ya que facilita su lectura e identificación a todo el mundo, sea cual sea su nacionalidad, si bien, resulta insuficiente en la traslación a la gran pantalla. Por eso, sin perder de vista la simplicidad argumental y cierta linealidad, los guionistas han dotado al argumento del film de cierto calado, profundidad. El resultado, sin dejar de ser naive, es sobresaliente. Y es que el guión y su visualización es lo primero que se debe de destacar de esta película. Apostaría a que si leeréis críticas de la misma, habrá gente que atacará precisamente este punto: su guión, calificándolo de pueril, poco profundo, lineal, infiel a la fuente... Ni puñetero caso. El guión de esta película es engañosamente sencillo. Si te tomas el esfuerzo de estudiarlo y meditar sobre él con calma, verás que es una pieza de orfebrería con diversos niveles de significación perfectamente controlados e entrelazados. Superpuestos. Un guión donde los diálogos, muchos heredados del cómic, son afilados, exactos y precisos, donde lo que pasa y como pasa dice muchísimas cosas y crea un mundo extremadamente rico. Es realmente complicado que una historia tan compleja por la cantidad de componentes que tiene, parezca tan sencilla. Lo único que se le puede achacar es que, sobre todo hacia el final, sea algo atropellado y abigarrado. Desde aquí quiero reivindicar la buena labor de Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish. Por separado, ya habían demostrado ser unos guionistas excepcionales. Juntos, son maravillosos.

Pero el gran éxito de la película es recrear el mundo de Tintín en CGI con Motion Capture. Cuando yo me enteré que esta película iba a ser de este modo, me angustié un poco. No pude evitar acordarme de “Polar Express” y los ojos de besugo de sus personajes. Abrigaba la esperanza de que, al estar envuelto Peter Jackson, la cosa tendría un mínimo de calidad. Pero no me imaginaba cuanto iba a mejorar la cosa. Y más después de lo visto en la Comic con de este varano… Salvo en momentos puntuales, la técnica se ha mostrado excelente y ha aportado la posibilidad de crear un mundo fotorrealista, pero lo suficientemente irreal o caricaturesco como para que no se pierda la referencia del cómic original y ese aire entre inocente y/o juvenil que tiene. Basta con ver a los personajes. De todos modos, en este aspecto, será el tiempo el que nos dé la medida de lo bien que está hecha. Será el mejor juez.
Yo me quiero quedar en las enormes posibilidades narrativas que esta técnica abre y lo bien que han sido utilizadas, en contraposición con anteriores proyectos, muy conocidos y ya mencionados en esta crónica. Estas posibilidades se notan desde la escritura del guión de la película, su realización así como al montaje. Y se constata, se hace realidad de un modo ejemplar en todo el metraje. Como es obvio, esto se hace más evidente en las escenas más espectaculares, como la de más acción de toda la película, una compleja persecución a varias bandas por un pueblo del Magreb en un solo plano secuencia de varios minutos. Los personajes entran, salen, interactúan entre ellos y con el medio en medio de una acción desenfrenada y sin ni un solo corte evidente (siempre hay trucos). Simplemente alucinante. Y una demostración de la maestría de los que están implicados en la película. Pero, si bien en esa escena es donde esto se hace más evidente, también podemos verlo en otras escenas más sutiles: las transiciones con los flashbacks al siglo XVII o todas las escenas en la casa de Tintin, rodadas con una libertad especial y cinematográficas absolutas. El uso de los espacios y los tiros de cámara es, en estas escenas (como en las del barco) francamente genial y novedoso.

No quisiera dejar de hablar de la parte más técnica de la película sin mencionar que Spielberg ha trabajado con sus habituales en la fotografía, montaje, etc., demostrando que, si bien es una película de animación, no se la ha tomado como tal ni es solo un producto de la computadora, como algunos andan por ahí comentando, insensatos ellos.
En cuanto a las interpretaciones, creo que es un tema que no se debe de tocar demasiado. Aun constituye un serio problema considerar si esta es una simple película de animación o realmente hay interpretación y pueden nominar, de una vez por todas a Andy Serkis al Oscar que hace 10 años que se merece. Por ello, y porque la he visto en versión doblada, creo que este punto es materia interesante para otro post específico.
No quisiera olvidarme de la música del maestro John Williams. Ha sido bastante criticada. Yo no veo la razón. Es cierto que escuchada sin las imágenes, en bruto, a pesar de ser muy pegadiza, no parece muy adecuada para una película de acción. Si bien, dentro de la película, casa y ambienta de un modo magistral, potenciando la impresión algo mundana y naive de las aventuras de Tintin, frente a otros héroes y/o aventureros que son adecuados para grandes fanfarrias e instrumentos de viento. Debemos destacar, así mismo, la estupenda composición para esos títulos de crédito deudores de Saul Bass y la incorporación de Gounod (como no) en la intervención de Bianca Castafiore, el Ruiseñor de Milán.
Resumiendo, es una excelente película para todos los públicos (este punto es importante), muy imaginativa y, sobre todo, rompedora en lo formal. Creo que, más que el regreso de Steven Spielberg, entre otras cosas, porque nunca se había ido, es la constatación de que se mantiene joven como cineasta y aun tiene margen de mejora. Además, confirma una cosa que era evidente, aunque no común: Su modestia. Siendo quien es, se permite aprender de otros y ceder/compartir la autoría con gente ajena, en principio, a su entorno, lo que le permite evolucionar por lo que tiene de desafiante. Ya podían aprender otros.

2 comentarios:

Dark Arkane dijo...

Jorl! El windows 7 me la ha jugado!
Hay muchas erratas que espero poder solucionar en breve.
Sorry!

Dark Arkane dijo...

Erratas corregidas!!!