domingo, 3 de junio de 2012

MIB-3: Las terceras partes sí que pueden ser buenas.


Ya he escrito en varias ocasiones en este blog que una de las cosas que más me gusta con respecto al cine es equivocarme y que la realidad acabe por imponerse frente a mis prejuicios. También he dicho que me encanta cuando este me sorprende gratamente, cuando espero poco y me da más de lo que esperaba, digamos. Esto me ha pasado con la película que me dispongo a comentar hoy: la tercera parte de los Hombres de Negro.

Como casi todo el mundo, yo soy de los que reniega de las secuelas a proyectos que han tenido éxito. El concepto de secuela no me gusta nada, prefiriendo el de segunda parte. Esto es, frente a la secuela; continuación que en el fondo es un refrito de la primera (y se supone que exitosa) parte, solo que con menos gracia, ingenio y, normalmente, más dinero; una segunda parte es, o la continuación de la historia de la primera u otra historia con los mismos personajes, algo que es muy lícito y ha sucedido hasta en la literatura clásica. Mirad si no “El Quijote”. En el caso que nos ocupa, podemos decir que la segunda parte de “Los Hombres de Negro” era una secuela. Sin embargo, esta tercera parte es una continuación, ya que coge lo mejor de las dos primeras partes y vuelve al germen emocional del proyecto primigenio para hacer una película divertida, sorprendente, dentro de lo ya conocido, y amena. No es fácil hacer una película, que es una tercera parte, con estas características.

Y es que se han dado cuenta de que el fuerte de la primera película era la relación entre J (Will Smith) y K (Tommy Lee Jones) y como el primero de ellos iba descubriendo ese delirante mundo paralelo lleno de extraterrestres ocultos a simple vista. La sorpresa de J era también nuestra sorpresa. Esto vuelve a suceder en esta tercera película merced a un viaje en el tiempo a 1969, a los días que preceden al lanzamiento desde Cabo Cañaveral del Apollo XI, que llevará a los hombres a la Luna. La escusa para esto es la fuga de un penal de Máxima Seguridad de Boris “El Animal”, quien viaja a la fecha señalada para evitar que los hombres de negro en general y K en particular den al traste con sus planes de conquista de nuestro planeta. J deberá viajar al pasado para evitar que Boris se salga con la suya.

Así que tenemos a J, un pez fuera del agua en el Psicodélico (y racista) Nueva York de los '60, enfrentándose a los alienígenas, que ya de aquella se ocultaban a plena vista. La sorpresa de J vuelve a ser nuestra sorpresa. Por otra parte, tenemos a un joven K (Josh Brolin) que es mucho más novato que J y desconoce su papel en la salvación del planeta, con lo que volvemos a retomar la relación fraternal, de colegas, que tanto éxito había tenido en la primera parte. Y con éxito, en este caso, no estoy hablando de dinero, si no que de éxito artístico y/o narrativo. Pero ojo, y aquí está lo bueno: no es una reedición de lo ya visto, es la misma idea con un desarrollo lo suficientemente novedoso como para ser reconocible y poco más.

Desde un punto de vista formal, poco hay que contar. Los americanos saben como hacer estas cosas y resultar efectivos. Me han hecho especial gracia los marcianos claramente demodé, sesenteros que salen en las escenas de esa época. Así como el buen pulso que tiene Barry Sonnenfeld, un director que, a la chita callada, nos ha dado varias comedias que han devenido en esenciales de los últimos años como La Familia Addams y su continuación y las dos películas sobre las andaduras del mafiosillo Chilli Palmer (John Travolta) por Los Ángeles( Como Conquistar Hollywood y Get Shorty).

También me gustaría destacar el papel de los actores, en especial, un sobresaliente Josh Brolin, que imita a la perfección a Tommy Lee Jones sin caer en la impostura y sin dejar de hacer de K su propia creación. Era el que lo tenía más complicado y, sin embargo, sale más que airoso de la situación. También me gustaría comentar lo mucho que ha matizado Smith su actuación, sin dejar de ser un clown y con qué facilidad se come la pantalla la Gran Dama Emma Thompson cada vez que sale con un simple alzamiento de cejas. Y lo sabios que fueron los guionista haciendo que su personaje en versión joven (Alice Eve) fuera bastante secundario.
Porque en el fondo, todo en la película, salvo la relación de J y K, es bastante secundario en esta película. Dicen que las películas de colegas son historias de amor heterosexuales entre dos hombres. Si estamos hablando de un amor fraternal o amistoso, estoy totalmente de acuerdo. No entiendo la manía de meter el sexo en todo. El caso es que estaríamos ante una hermosa película de amor. Y de una gran amistad. Este es el gran tema de la película. Y tiene un bonito desarrollo. Y acertado.

Pero lo que a mí me impresionó de la película es que es tremendísimamente tramposa y lo bien que nos engañan. En mi opinión, cuando te engañan de una manera tan elegante y es tan difícil de ver la tomadura de pelo, estamos más cerca del ilusionismo, la magia, que de otra cosa. Y no puedo más que levantarse y quitarme el sombrero frente a los autores: Chapeau. Esta vez lo han conseguido.

En resumen, nos encontramos con una película la mar de divertida, graciosa y mejor de lo que aparenta. Desde luego, es infinitamente mejor de lo que esperaba, especialmente, después de haber odio que había habido problemas con el guión. Oye, que haya siempre problemas con el guión si lo que sale es un producto tan digno como este.

1 comentario:

Ryo Saeba dijo...

Veo que has seguido los consejos para hacer la crítica y te ha quedado mucho mejor. La peli la pintas muy bien, habrá que ver la trilogía entonces.