miércoles, 12 de mayo de 2010

Iron Man II: Tony Stark vuelve a ponerse la armadura


Tony Stark ha vuelto al cine. Y lo hace de forma espectacular en la segunda parte de sus aventuras, más lujosas y ruidosas.
Parece existir el consenso de que, en muchos aspectos, en el caso de las películas de superhéroes, las segundas partes están siendo, si cabe, mejores que las primeras. Esto es debido a que ya no tienen que explicar el origen del personaje y parte de su mundo, mística e iconografía ya está perfectamente expuesta, con lo que se pueden limitar a continuar con la narración allí donde la habían dejado. Ha pasado con el Batman de Nolan, Los X-Men o Spiderman. También pasa con este Ironman.
Al comenzar la película, ya sabemos de Tony Stark, que ha reconocido delante de todo el mundo que él es Ironman y sabemos porque lleva un extraño aparato brillante en el medio del pecho. Así mismo, sabemos quien es Virginia “Pepper” Potts y porqué se preocupa tanto por su jefe Tony. Conocemos a James Rhodes “Rhodey” y su relación con Tony. Tenemos perfectamente definido el entorno, la gente y los lugares son reconocibles.
Por eso, esta vez, a diferencia de la primera parte, la película pasa a presentarnos de una manera bastante contundente y eficaz a la Némesis, Iván Vanko, en un mísero piso de Moscú. Me gustaría destacar esta presentación, de una efectividad y crudeza inusual en el cine palomitero (sin que este termine suene despectivo en este caso). Brillante tanto en lo formal, como en lo narrativo, también destaca por contraste con la presentación, acto seguido del protagonista, Ironman al ritmo de “Shoot to thrill” de ACDC, en medio de fuegos artificiales y turgentes bailarinas con poca ropa. No sé si lo habrán hecho a propósito, pero el citado contraste tiene una connotación bastante significativa: el éxito frente al fracaso, el brillo metálico frente a los tatuajes, el lujo frente a lo inmundo, lo banal frente a lo trágico. Y solo llevamos unos pocos minutos de película.
Este apunte no sería más que una curiosidad si no fuera porque, entre todo el ruido y la furia de la película se vuelve a insistir en la idea en, al menos 2 ocasiones más. ¿Un mensaje? Me temo que muy sutil, pero sí…
Después de los desastres que fueron X-men 3 y Hulk, la Marvel (antes de su fusión con Disney) decidió tomar el control de sus productos en el cine. A estas alturas, podemos empezar a decir que lo está haciendo muy bien: Mima a sus productos y ha logrado llevar al cine su política de interconectar sus productos (héroes) a lo largo de varios productos, en este caso, películas. Estas, independientemente son muy válidas, pero en su conjunto crean, por sinergia, un metamundo enriquecedor. Por otra parte, su política de dar los personajes a actores de reconocido prestigio y solvencia, se ha mostrado todo un éxito. Tony Stark es Robert Downey Jr., así como Edward Norton es Hulk. Y la cosa parece que les está yendo bien. En Ironman 2 sale Natasha Romanova (Scarlett Johansson), agente de la SHIELD que no pinta demasiado, así como Nick Fury (de nuevo Samuel L. Jackson), que pinta algo más, aunque no demasiado. El conocedor sabe que serán personajes importantes en otra película y que su aparición es poco más que una presentación de un nuevo arco argumental, que en Ironman no tiene importancia, pero que la tendrá en dicha película.
Me ha gustado el guión. No podemos decir que la historia sea la leche, es predecible, lo que esperábamos, pero no nos toma por idiotas, ya que establece unas reglas y las cumple, aunque estas sean, las veces increíbles. Pero es que, además, nos aporta grandes momentos. Además del sobresaliente y significativo principio, debemos de citar también el interrogatorio de Stark en el congreso o la fuga de la cárcel de Vanko, con un travelling muy convincente y lleno de intención. También me gustaría citar la escena cuando Vanko muestra su armadura-látigo, quemando su mono de carreras. En el debe, en el guión hay un par de cosas directamente absurdas e increíbles, si bien asumibles hasta cierto punto, y una batalla final bastante chuchurría, que queréis que os diga…
No me gusta que se critique a Jon Favreau, el director de la película. Me parece que es bastante mejor que otros que hay por ahí y que están más encumbrados, como Michael Bay. Tiene un gran sentido del ritmo, del montaje y su manera de narrar, le da espectacularidad a la película sin sacrificar el entendimiento: se ve lo que pasa.
Además, cuida de los personajes y los mima: son personajes más allá de lo que ponga en el guión, obra de Justin Therroux. El actor fetiche de David Lynch ha estrenado una nueva carrera de guionista bastante brillante. Este es su segundo guión, después de “Tropic Thunder”. Podemos decir que ambos son, cuando menos, buenos, a pesar de que en el caso del hombre de hierro, Shane Black, guionista de los Arma Letal, haya metido mano como Script doctor.
De efectos especiales y esas cosas ya no entro a hablar. Son buenos, sin llegar a ser excelentes, el ordenador canta un poco en ocasiones, pero, por los datos que tengo, no ha sido una película para nada cara (ninguna de la Marvel lo son, que miran mucho el dólar. Y hacen bien), así que podemos decir que están muy bien.
Entretenida, ruidosa, divertida, banal, superficial y otros muchos apelativos se le pueden aplicar a esta película. A mí me ha gustado. Me lo he pasado pipa viéndola, que es lo que buscaba. Y acaba con “Highway to hell”, ¿se le puede pedir más? Probablemente sí. Pero a mí me llega.
Nota: No os perdáis la escena final después de los títulos de crédito. Ni los numerosos detalles que remiten al mundo Marvel: el escudo del capitán america, los planos de la fortaleza de Nick Fury o los anillos del Mandarín, que será, oficialmente, el malo de l Ironman 3, allá en 2013, después del estreno de, agarraros “Thor”, “Capitán America”,“La viuda Negra” y “Los vengadores”, además de un reboot de Xmen con Matthew Vaugham, director de “Kick-ass”(¿la consideramos película de superhéroes?). Todas estas películas estarán de alguna manera conectadas. Por cierto, ya hay alguna fotillo de Thor por la red. Tienen bastante buena pinta. Y salen Natalie Portman, Anthony Hopkins...jeje!

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