Tarde, mal y arrastro, procedo a hacer mis comentarios sobre la película de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
Me he tomado mi tiempo porque, la verdad, es que quería ver la cuestión con perspectiva y la cabeza fría. Yo era de los que la estaban esperando desde 1989…19 años son muchos años para esperar nada, sobre todo si no eres Edmond Dantés. Por esta misma circunstancia, yo iba sin muchas expectativas. Esperaba, anhelaba que me las cubriera y me diera un gran espectáculo. Y lo ha logrado solo a medias. Desde luego, no es una película por la que esperar 19 años.
Reconozco que el papel que tenían Lucas, Spielberg y co. por delante no era sencillo; el tiempo y una indisimulada serie de followers e imitadores había dado a la trilogía inicial una pátina de excelencia que solo era justificable hasta cierto punto. Sinceramente, no es la trilogía de “El Padrino”, a pesar de ser una trilogía de una altísima calidad que la hacía merecedora de su fama. Pero es que solo reciclaba material de otras épocas y lo actualizaba. En el fondo, en aquel momento, constituyó una apuesta por un cine demodé. El hecho es que, a su modo, este vistazo hacia atrás impulsó el género hacia delante: Desde 1981 (Raiders of the Lost Ark), el cine de acción bebe de las fuentes de las que, en ese momento, bebieron Lucas y Spielberg. Estas mismas fuentes se utilizaron en “The temple of Doom” (1984), sumándosele abundantes autohomenajes y otras inspiraciones, como el cine de la Hammer, y en “The Last Crusade”(1989), donde el screwball ganaba enteros en esos hilarantes diálogos entre los dos Henry Jones.
En ese momento, la saga se paró. La idea inicial era hacer una serie de películas, con una periodicidad aproximada de 1 cada 4 años. Pero los tres puntales de la saga, Harrison Ford, George Lucas y Steven Spielberg se habían hecho demasiado famosos, demasiado importantes. Y conjuntar sus agendas, tarea titánica. Y más cuando Lucas volvió a visitar aquella Galaxia lejana, muy lejana con la que nos entretuvo a finales de los 70, comienzos de los 80. Pero los imitadores, los seguidores no se pararon. El género de aventuras evolucionó sin Indy. Por eso, me imagino que, a la hora de plantearse hacer una nueva película de Indiana, la primera pregunta que se harían sería si volvían a la idea principal, al producto primigenio o seguían la corriente: imitaban a los imitadores.
La verdad es que, desde mi punto de vista, se quedaron en un termino medio: han vuelto a la saga inicial y se instalaron allí, aunque no han rechazado algún hallazgo de sus supuestos discípulos ni lo que la tecnología les brinda: El uso del ordenador es bastante, a pesar de lo que digan. Pero esto hace a la película doblemente demodé: una película que imita (y homenajea-copia descaradamente) a películas antiguas (esta vez de los años 50) contada con el estilo de una saga de los 80 con ligeros toque más actuales. Ha sido una decisión arriesgada, pero desde mi punto de vista, correcta: son viejos dinosaurios que han sentado cátedra en la historia del cine y se mantienen fieles a ella como una señal de identidad, aunque conscientes de la problemática que esto plantea. Esto les evita caer en la autocomplacencia y el desencanto que podría teñir negativamente a la película.
De hecho, se han mantenido muy fieles a la estructura de la película, el timing y a los chistes privados. Son 4 películas con idéntica estructura y moraleja final. Me cabe la pregunta de que, si el ambiente y los referentes de la película eran distintos, los intereses y problemas de los personajes también, e Indy era 20 años más viejo, no se podría haber “actualizado” algo la película en estos aspectos. Pero,¿sería entonces una película de Indiana Jones?.
La introducción es muy potente: Una carrera de coches en los cincuenta, un homenaje nada disimulado a “American Graffiti”(1973) que acaba en el área 51, toda una velada declaración de principios, donde conocemos a Irina Spalko (Kate Blanchet), tal vez la Némesis más potente que ha tenido Indy en todas sus películas. Acto seguido tenemos las escenas en el almacén, que nos retrotrae a la, en mi opinión, mejor escena de “El Arca Perdida”, la que cierra de un modo fabuloso dicha película profusa en grandes momentos cinematográficos. La introducción se cierra con una de las escenas más icónicas de la saga, la de Indiana observando, desde un alto, como se eleva el hongo hacia el cielo. Aquí es donde se permiten una, leve, discreción de la estructura: lo acontecido en la intro se convierte en vital en el devenir del resto de la película, cosa que no pasaba en las anteriores.
Acto seguido, tras un interludio militar, Indy se convierte de nuevo en el Profesor Henry Walton Jones Jr. y vuelve a la Academia Marshall a dar clase, momento en el que se enmarcará la acción, se nos explicará de que va la cosa y aparecerá Mutt Williams (Shia la Beouf) , el compañero de fatigas de esta película (en una escena que es más que un homenaje a Marlon Brando). Con las persecuciones en la ciudad, se acaba el primer acto y pasamos al Perú, el segundo acto.
Este segundo acto está marcado por la más pura y dura acción. En todas las películas de Indiana, este segundo acto es el más movido (con matizaciones en el Templo maldito). Pero en esta película este acto es puro desenfreno. En mi opinión, la aparición de Marion Ravenwood (Karen Allen) debería de haber aportado más a la trama. En el fondo, tanto ella como sus revelaciones tienen poco peso en la trama, salvo unos chistes y poco más. Citar el evidentísimo homenaje al Tarzan de Weismuller, a “Cuando ruge la marabunta” y el más increíble: a las pelis de Ninjas. Este acto es una pura acumulación de referencias (y autoreferencias) a cada cual más pulp y trash. Es un acto sumamente friki, en el sentido no necesariamente peyorativo que se le da hoy al término.
Y es en el tercer acto donde la cosa falla: nos hemos percatado de que los comunistas están totalmente desaprovechados (Spalko un personaje maravilloso, versátil y jugosísimo apenas luce), la relación Mutt-Marion-Indy (que podría haber dado tantísimo juego) también y que el personaje de Oxley (John Hurt) hace cada más de cemento de una trama que se deshilacha en un Non-sequitur que, por otra parte, era muy característico del cine de los 50…. Además, es donde se acumulan más errores y sin sentidos, como el variable nº de rusos o las extrañas alteraciones en el poder de la calavera de cristal…Y llegamos al punto final, la tumba. Estas escenas son realmente espectaculares, pero no son de serie B: son de serie Z. Me parece un hilarante, desvergonzado y algo sonrojante homenaje al Erich Von Daniken más alucinado (lo que ya es decir) y, por qué no, al Ed Wood más extravagante y desvergonzado. Además, reiteran por ¡4 vez! la moraleja de la saga. Creo que, a estas alturas, Indiana se merecía referentes más elevados, como, por ejemplo, Robert Aldrich de “Ultimátum a la Tierra”. Además esta escena, acaba con Indiana de testigo de la destrucción desde un altozano. Como siempre.
Por suerte, la última y realmente sorpresiva escena hace que la película acabe en un alto, así como la última acción de Indy frente a un sorprendido Mutt: es la manera de decir de Lucas, Spielberg y Ford “To be continued”.
Y por mí, chapeau, porque aunque no es de lejos la película redonda que podríamos esperar, está muy bien; es muy entretenida y eso es lo que cuenta. Es solo un divertimento. Si bien, sin pensar mucho, se me ocurren muchas cosas que se podrían mejorar, empezando por algo más atractivo que lo de las calaveras de cristal…tenían que haberse trabajado más lo de “Eldorado” (Por cierto,¿os habéis fijado que, una vez que llegan allí, no había una gota de oro? Solo un cuarto con unas tinajas, como en las pelis de piratas). Pero lo que más me preocupa es que se me ocurre como se podría mejorar el guión sin mucha dificultad. Guionistas que han trabajado en esta película en algún momento: Chris Columbus, Tom Stopard, Night M. Shyamalan, Frank Darabont, Jeff Nathanson y David Koepp. Veo 6 oscar al mejor guión…Y yo no tengo ninguno.
Lo mejor:
· Volver a ver a Indiana.
· La ambientación
· Algunos diálogos entre Indy y Mutt.
Lo peor:
· Demasiado friki, especialmente al final.
· Un McGuffin nada seductor y que resulta ajeno.
· Un guión donde demasiada gente ha querido meter la zarpa y que pretende contentar a todo el mundo. Aunque hay uno que, visto su trabajo en los últimos 10 años, estoy convencido de que es el culpable último.
Me he tomado mi tiempo porque, la verdad, es que quería ver la cuestión con perspectiva y la cabeza fría. Yo era de los que la estaban esperando desde 1989…19 años son muchos años para esperar nada, sobre todo si no eres Edmond Dantés. Por esta misma circunstancia, yo iba sin muchas expectativas. Esperaba, anhelaba que me las cubriera y me diera un gran espectáculo. Y lo ha logrado solo a medias. Desde luego, no es una película por la que esperar 19 años.
Reconozco que el papel que tenían Lucas, Spielberg y co. por delante no era sencillo; el tiempo y una indisimulada serie de followers e imitadores había dado a la trilogía inicial una pátina de excelencia que solo era justificable hasta cierto punto. Sinceramente, no es la trilogía de “El Padrino”, a pesar de ser una trilogía de una altísima calidad que la hacía merecedora de su fama. Pero es que solo reciclaba material de otras épocas y lo actualizaba. En el fondo, en aquel momento, constituyó una apuesta por un cine demodé. El hecho es que, a su modo, este vistazo hacia atrás impulsó el género hacia delante: Desde 1981 (Raiders of the Lost Ark), el cine de acción bebe de las fuentes de las que, en ese momento, bebieron Lucas y Spielberg. Estas mismas fuentes se utilizaron en “The temple of Doom” (1984), sumándosele abundantes autohomenajes y otras inspiraciones, como el cine de la Hammer, y en “The Last Crusade”(1989), donde el screwball ganaba enteros en esos hilarantes diálogos entre los dos Henry Jones.
En ese momento, la saga se paró. La idea inicial era hacer una serie de películas, con una periodicidad aproximada de 1 cada 4 años. Pero los tres puntales de la saga, Harrison Ford, George Lucas y Steven Spielberg se habían hecho demasiado famosos, demasiado importantes. Y conjuntar sus agendas, tarea titánica. Y más cuando Lucas volvió a visitar aquella Galaxia lejana, muy lejana con la que nos entretuvo a finales de los 70, comienzos de los 80. Pero los imitadores, los seguidores no se pararon. El género de aventuras evolucionó sin Indy. Por eso, me imagino que, a la hora de plantearse hacer una nueva película de Indiana, la primera pregunta que se harían sería si volvían a la idea principal, al producto primigenio o seguían la corriente: imitaban a los imitadores.
La verdad es que, desde mi punto de vista, se quedaron en un termino medio: han vuelto a la saga inicial y se instalaron allí, aunque no han rechazado algún hallazgo de sus supuestos discípulos ni lo que la tecnología les brinda: El uso del ordenador es bastante, a pesar de lo que digan. Pero esto hace a la película doblemente demodé: una película que imita (y homenajea-copia descaradamente) a películas antiguas (esta vez de los años 50) contada con el estilo de una saga de los 80 con ligeros toque más actuales. Ha sido una decisión arriesgada, pero desde mi punto de vista, correcta: son viejos dinosaurios que han sentado cátedra en la historia del cine y se mantienen fieles a ella como una señal de identidad, aunque conscientes de la problemática que esto plantea. Esto les evita caer en la autocomplacencia y el desencanto que podría teñir negativamente a la película.
De hecho, se han mantenido muy fieles a la estructura de la película, el timing y a los chistes privados. Son 4 películas con idéntica estructura y moraleja final. Me cabe la pregunta de que, si el ambiente y los referentes de la película eran distintos, los intereses y problemas de los personajes también, e Indy era 20 años más viejo, no se podría haber “actualizado” algo la película en estos aspectos. Pero,¿sería entonces una película de Indiana Jones?.
La introducción es muy potente: Una carrera de coches en los cincuenta, un homenaje nada disimulado a “American Graffiti”(1973) que acaba en el área 51, toda una velada declaración de principios, donde conocemos a Irina Spalko (Kate Blanchet), tal vez la Némesis más potente que ha tenido Indy en todas sus películas. Acto seguido tenemos las escenas en el almacén, que nos retrotrae a la, en mi opinión, mejor escena de “El Arca Perdida”, la que cierra de un modo fabuloso dicha película profusa en grandes momentos cinematográficos. La introducción se cierra con una de las escenas más icónicas de la saga, la de Indiana observando, desde un alto, como se eleva el hongo hacia el cielo. Aquí es donde se permiten una, leve, discreción de la estructura: lo acontecido en la intro se convierte en vital en el devenir del resto de la película, cosa que no pasaba en las anteriores.
Acto seguido, tras un interludio militar, Indy se convierte de nuevo en el Profesor Henry Walton Jones Jr. y vuelve a la Academia Marshall a dar clase, momento en el que se enmarcará la acción, se nos explicará de que va la cosa y aparecerá Mutt Williams (Shia la Beouf) , el compañero de fatigas de esta película (en una escena que es más que un homenaje a Marlon Brando). Con las persecuciones en la ciudad, se acaba el primer acto y pasamos al Perú, el segundo acto.
Este segundo acto está marcado por la más pura y dura acción. En todas las películas de Indiana, este segundo acto es el más movido (con matizaciones en el Templo maldito). Pero en esta película este acto es puro desenfreno. En mi opinión, la aparición de Marion Ravenwood (Karen Allen) debería de haber aportado más a la trama. En el fondo, tanto ella como sus revelaciones tienen poco peso en la trama, salvo unos chistes y poco más. Citar el evidentísimo homenaje al Tarzan de Weismuller, a “Cuando ruge la marabunta” y el más increíble: a las pelis de Ninjas. Este acto es una pura acumulación de referencias (y autoreferencias) a cada cual más pulp y trash. Es un acto sumamente friki, en el sentido no necesariamente peyorativo que se le da hoy al término.
Y es en el tercer acto donde la cosa falla: nos hemos percatado de que los comunistas están totalmente desaprovechados (Spalko un personaje maravilloso, versátil y jugosísimo apenas luce), la relación Mutt-Marion-Indy (que podría haber dado tantísimo juego) también y que el personaje de Oxley (John Hurt) hace cada más de cemento de una trama que se deshilacha en un Non-sequitur que, por otra parte, era muy característico del cine de los 50…. Además, es donde se acumulan más errores y sin sentidos, como el variable nº de rusos o las extrañas alteraciones en el poder de la calavera de cristal…Y llegamos al punto final, la tumba. Estas escenas son realmente espectaculares, pero no son de serie B: son de serie Z. Me parece un hilarante, desvergonzado y algo sonrojante homenaje al Erich Von Daniken más alucinado (lo que ya es decir) y, por qué no, al Ed Wood más extravagante y desvergonzado. Además, reiteran por ¡4 vez! la moraleja de la saga. Creo que, a estas alturas, Indiana se merecía referentes más elevados, como, por ejemplo, Robert Aldrich de “Ultimátum a la Tierra”. Además esta escena, acaba con Indiana de testigo de la destrucción desde un altozano. Como siempre.
Por suerte, la última y realmente sorpresiva escena hace que la película acabe en un alto, así como la última acción de Indy frente a un sorprendido Mutt: es la manera de decir de Lucas, Spielberg y Ford “To be continued”.
Y por mí, chapeau, porque aunque no es de lejos la película redonda que podríamos esperar, está muy bien; es muy entretenida y eso es lo que cuenta. Es solo un divertimento. Si bien, sin pensar mucho, se me ocurren muchas cosas que se podrían mejorar, empezando por algo más atractivo que lo de las calaveras de cristal…tenían que haberse trabajado más lo de “Eldorado” (Por cierto,¿os habéis fijado que, una vez que llegan allí, no había una gota de oro? Solo un cuarto con unas tinajas, como en las pelis de piratas). Pero lo que más me preocupa es que se me ocurre como se podría mejorar el guión sin mucha dificultad. Guionistas que han trabajado en esta película en algún momento: Chris Columbus, Tom Stopard, Night M. Shyamalan, Frank Darabont, Jeff Nathanson y David Koepp. Veo 6 oscar al mejor guión…Y yo no tengo ninguno.
Lo mejor:
· Volver a ver a Indiana.
· La ambientación
· Algunos diálogos entre Indy y Mutt.
Lo peor:
· Demasiado friki, especialmente al final.
· Un McGuffin nada seductor y que resulta ajeno.
· Un guión donde demasiada gente ha querido meter la zarpa y que pretende contentar a todo el mundo. Aunque hay uno que, visto su trabajo en los últimos 10 años, estoy convencido de que es el culpable último.
1 comentario:
Al final la escribiste, ¿eh?
Coincido en casi todo con tu análisis, aunque tengo que decir que realmente me dejó bastante frío. Vale, sí, una película de acción y aventuras sin más.
No sé si el que ha envejecido he sido yo, o éste tipo de cine.
Ah, y como apuntas, con tanto ordenador como han metido, podrían haberse esmerado un poco con las calaveras que parecen tan de plasticuchi que hasta da bastante pena.
Creo que podrían haber contado mucho más mostrando mucho menos.
Peor es nada, que dicen.
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