lunes, 23 de febrero de 2009

Tengo el corazón roto:"Paso de tí"




Paso de ti

La comedia ha sido uno de los grandes pilares del cine desde el propio origen de este arte hace ya algo más de 100 años. Uno de los países que más la han practicado han sido los Estados Unidos. Frente a la fría e intelectual Europa, que debido a su larguísima tradición dramática, siempre se ha decantado por el drama, los estadounidenses siempre han preferido la “ligereza” de la comedia. Sin embargo, paradójicamente, el mejor periodo de comedias americanas ha procedido de los judíos de centroeuropeos que huían de Adolf Hitler y sus chicos de la Cruz Gamada. Sin embargo, desde finales de los 70 y comienzos de los años 80, la comedia americana, había caído en gran medida en la vulgaridad. Esto era debido, principalmente a la influencia de la televisión en general y del “Saturday Night Show” en particular, que propugnaba un humor más “popular”, frente a la comedia clásica, más sofisticada. Esta sofisticación se podía aun intuir en la llamada “comedia romántica”, que, sin embargo era terriblemente cursi y boba.

Esta tendencia a la vulgaridad de la comedia se agravó con el éxito, a mediados de los años 90, de “American Pie” y “Scary movie”. Las películas citadas aun estaban trabajadas, pero fueron el origen de una sarta de productos de cada vez inferior calidad que, sin embargo, siguen recaudado dólares en masa. Esto se debe a la especial coyuntura en la que la gente ve el cine desde comienzos de los 90: En los centros comerciales donde las familias iban a pasar la tarde del domingo. Es decir, la comedia se había convertido en otro producto de consumo de “usar y tirar”.

Pero esto era solo transitorio, un valle. La irrupción, a medidos de la presente década de, entre otros, el guionista, productor y director Judd Apatow vino a cambiar un poco esta tendencia. Apatow se rodeó de gente muy joven y capaz (solo hombres) que se tomaban a ellos y al espectador como un ser inteligente, que quería algo más que un simple producto, querían que les contaran una historia con la que sentirse identificados. Así que este grupillo se puso a escribir guiones basados en sus experiencias personales. Los productos han sido películas que han iniciado la llamada “Nueva Comedia americana”, cuyo opus principal incluye “Zoolander”,”Virgen a los 40”, Supersalidos”, “Borat”, “Lio Embarazoso”, “Tropical Thunder” y esta “paso de ti”.

Jason Seger es conocido en todo el mundo por su bobalicón, pero sin embargo tierno personaje en la serie televisiva “Como conocí a vuestra madre”. Sin embargo, es un gran guionista. Hace unos años, su novia lo abandonó mientras se estaba tomando una ducha, lo que hizo que el tío cogiera una depresión bastante grande. Pero no hay mal que por bien no venga, así que cogió esta experiencia desagradable (y absurda, por la desnudez) y, como hacen los grandes comediantes, la convirtió en el origen del guión de una comedia de unas cuatro horas. Cuando este guión cayó en manos de Apatow, la historia se perfiló y surgió esta película, cuyo título en inglés es más explicativo que el español:”Forgetting Sarah Marshall”.

Creo que todo el mundo ha tenido en su vida, al menos, un desastre amoroso. El del protagonista de la película, Peter Bretter, interpretado por el propio Seger es de aupa: lleva años con Sarah Marshall (Kristen Bell), la flamante protagonista de la serie de moda para que escribe la música. Pero se había instalado en la comodidad de la relación, así que cuando Sarah lo abandona, su mundo se hunde. Por diversas circunstancias, acaba en un hotel en Hawai donde también se hospeda Sarah con su nuevo novio Aldous Snow (Rusell Brand), un roquero inglés un poco tirado, aunque con un punto de vista preclaro.

Y aquí es donde empiezan a surgir las diferencias con otras comedias. El personaje de Seger es patético y está exagerado (las normas de la comedia obligan), pero los hechos y las circunstancias no lo están tanto, con lo que en todo momento, uno ve la posibilidad de que eso pueda ser real y surge una cierta identificación con todos los personajes. Porque en ningún momento los juzga. Todos los personajes tienen sus luces y sus sombras, la mayoría procedentes de una manifiesta inmadurez. El protagonista, Peter, por ejemplo, había renunciado a sus sueños y a su dignidad porque se sentía cómodo en su (patética e infantil) existencia, como un pequeño Peter Pan, cuidado por esa Wendy que era Sarah. La propia Sarah, es egoísta y egocéntrica, si bien voluntariosa. O Aldous, politoxicómano regenerado pero arrastrado que tiene un punto de vista algo nihilista pero acertado de lo que la vida es, por lo que no se llama a engaño. Y es aquí donde está el éxito de la película: los protagonistas son personas, no arquetipos y se ven envueltos en hechos factibles.

Creo que muchas de las cosas que en su momento dije al hacer la crítica de “Supersalidos”, también de la escuela de Apatow, se puede aplicar aquí. Te ríes mucho pero las veces, maldita la gracia que tiene lo que te están exponiendo. Por lo menos, el final es mucho menos amargo (en general, la película es mucho menos radical) y el paso de la adolescencia a la madurez de los protagonistas (en este caso, en la treintena, más vale tarde que nunca) es menos triste, amargo. Si bien, el diálogo final entre Peter y Sarah es muy duro, por el rencor acumulado, su significación y el reconocimiento de fracaso, propio y colectivo. No hay nada de buen rollo. Es un diálogo de drama en una comedia. Pero es el lógico. “A little jagged pill”, como decía la Morissette. En el cine de Apatow las cosas tienen mucha gracia, pero el paso a la etapa de adulto es siempre traumática y problemática.

Otra cosa que merece la pena comentar es que, al igual que en Supersalidos, a pesar de que expone solo un punto de vista estrictamente masculino, evita en todo momento demonizar o angelizar a las mujeres. Las trata como lo que son, seres duales, como los hombres, tan perdidas como ellos. Esto es patente en Rachel Janssen, el personaje de Mila Kunis, la recepcionista del hotel hawaiano.

Citar por último la gran cantidad de referencias meta cinematográficas de la película, como el sangrante (y largo) chiste sobre Kristen Bell y su participación en “Pulse”, al que la actriz se expone con gran deportividad, lo que demuestra el buen rollo que hay en ese grupo de artistas y que el humor siempre empieza en uno mismo.

Creo que es una película recomendable. Como siempre en la factoría Apatow, ofrece mucho más de lo que parece.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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