martes, 22 de mayo de 2012

Dark Shadows: De sombras hablamos


Sé que es feo hacerse auto referencias. Y más de entrada, sin mediar nada. Pero desde la más absoluta modestia, me gustaría mencionar mi post sobre “Super 8”, en la que hablaba de la nostalgia como fuerte motor inspirador y fuente de proyectos en el cine. Allí, la nostalgia era para con un modelo de hacer cine, el estilo “Amblin”, que se había perdido con el comienzo de los convulsos años '90 del siglo pasado y el descreimiento neo-con que imperaba. También por el triunfo del modelo “Blockbuster” al estilo Don Simpson/Jerry Bruckheimer que, si bien enterraba sus raíces en plenos años '80, floreció en los '90 con cosas como “Con Air”, “La Roca” o “Dos policías rebeldes”

En el caso que hoy nos ocupa, la nostalgia es para con un producto concreto, una serie de televisión que tanto Johnny Depp como Tim Burton veía hace ya unos añitos y que recordaban con cariño. Esta serie era, por supuesto, “Dark Shadows”. Y que mejor manera, a su entender, de rendir un sentido homenaje a la misma que volviendo a traerla a colación mediante una recreación de la misma para la gran pantalla, esta vez con gran lujo y faralaes, a diferencia de sus dos versiones fílmicas anteriores. Dicen que, en gran medida, somos lo que comemos. Y supongo que esto se podrá hacer extensivo a los que vemos... Hijos de nuestro tiempo.

Me es imposible hablar de la serie original. Es cierto que he leído bastante sobre la misma y, para hacer el presente post, he intentado informarme lo máximo posible. Pero como no he visto ni un minuto ni puedo comentar nada sobre la misma con conocimiento directo, creo que lo más prudente es permanecer en un discreto mutis. Juzgaré la película como un producto autónomo y autosuficiente. Y aquí es donde me surge la duda de si, en el ansia de homenajear a la serie original, no habrán referenciado cosas a la misma, ya sea en forma de guiños o dando por sabidas (o supuestas) ciertas particularidades del mundo de la familia Collins. No lo sé, pero creo que, por la manera en la que se nos presentan ciertos hechos y personajes, los autores de esta película contaban con que el espectador ya era un poco conocedor. De hecho, la idea de hacer que la mayoría dela trama transcurra en 1972 va en esta línea de pensamiento, sin menospreciar el hecho de que le da cierto interés añadido al producto en tanto y cuando el diseño es demodé.

Tim Burton trabaja con sus compinches de siempre. Por supuesto, Johnny Depp, en la que es su 8ª colaboración, si no me equivoco. Pero también con Colleen Atwood al vestuario, Danny Elfman a la música o Rick Heinrich, el diseñador que es el verdadero artífice del estilo gráfico o estética Burton. Sin olvidarnos de Christopher Lee. En esta ocasión, Burton cuenta con Bruno Debonnel a la fotografía. Un elección bien interesante por cuanto es un experto en conseguir atmósferas fantasmagóricas o fantásticas, como bien demuestra su trabajo en “Largo Domingo de Noviazgo” o “Amèlie”. Delbonnel consigue un interesante contraste entre los 3 o 4 ambientes diseñados por Heimrich que aparecen en la película: Lo exteriores, especialmente el pueblo, con sus bosques y la mansión amenazante, la mansión en sí, las dependencias de la bruja Angelique y el acantilado de la viuda. El primer ambiente es de colores apagados, mortecinos, metálicos (hasta aparece una explosión de color... rosa). El sol, apenas ilumina y lo hace con una luz blanca, poco matizada. El segundo ambiente es sombrío y decadente: Polvoriento, de colores terrosos y oscuros. Las dependencias de Angelique, en cambio, son una explosión de color y diseño moderno. Heinrich ya había utilizado el art decó y el art noeveau el Beetlejuice par diferenciar el mundo de los vivos del de los muertos. En este caso, hasta un cuadro de Tamara de Lempicka pone en las estancias de Angelique. Por último, el acantilado de la viuda es el escenario 100% burtoniano, con su luz matizada, su fotografía quemada y nebulosa y sus árboles retorcidos y sin hojas.

En cuanto a dirección y puesta en escena, poco se puede decir de Burton a estas alturas de la película. Es un director dotado y técnicamente más que correcto, si bien, empieza a presentar un preocupante problema: para tener tanta personalidad como se le supone, la mayoría de sus últimas películas son remakes, revisitaciónes, versiones, adaptaciones... No sé si es algo en lo que hay que empezar a pensar.

Y ahora llegamos a lo que, en mi opinión, es el principal problema de la película: el guión. Quienes me conocéis, sabéis que es mi caballo de batalla y donde yo soy más exigente. Las razones son muchas y largas y podrían ser objeto de un post específico que, tal vez, algún día haga. En este caso, el Guión es de Seth Grahame-Smith, el nuevo niño guapo de Hollywood desde que escribió ese opúsculo llamado “Orgullo, prejuicio y zombies”. Como guionista, no tiene muy largo recorrido, y se le nota. Lo que me preocupa, pues suena como guionista de varios proyectos potencialmente interesantes, como ”Beetlejuice 2”. El caso es que, a la hora de ponerse a guionizar la (más que correcta) historia escrita por él y el más veterano John August (que se está convirtiendo en el guionista de cabecera de Burton), la pifia en bastantes ocasiones. Creo que en ningún momento le acaba por coger el punto a la película. Por ejemplo, esta es una película potencialmente coral. Hay muchos personajes interesantes y con un background aun más interesante. En cambio, acaba siendo un espectáculo de Johnny Depp. Es cierto que la película es un vehículo de lucimiento del actor de las mil caras. Es el productor e instigador del proyecto. Pero desde el guión, habría que haber colocado el personaje en su lugar, encajarlo bien en su contexto para evitar que eclipse al resto de los personajes ni obstaculice la narrativa.Cuando alguno de los personajes que rodean a Depp hacen su función, su acción, no se pueda evitar tener la desagradable sensación de que algo falla. Es que casi ocasiona situaciones de “deus ex machina”, ya sabéis, algo más que prohibido. Por otra parte, el arco dramático de la Nurse es torpe a más no poder y está totalmente abierto, a pesar de ser uno de los arcos motor de la trama y devenir en importante en el desarrollo del personaje principal. La cosa es de una torpeza llamativa. Por otra parte, la mala es muy esquemática y tiene poca chicha y explicación, lo que es malo, ya que si los protagonistas deben de estar bien escritos y definidos, sus némesis todavía más. Si bien es cierto que deben de ser siempre necios y no aprender nada hasta que sea demasiado tarde. Me gustaría poder entrar más en detalle, pero la alerta anti spoiler saltaría...

No sé. Mal. Y es una lástima, porque creo que la película podría haber estado muy muy bien. Es entretenida, fascinante y con una potencialidad bestial, socavada por un trabajo muy chapucero a la hora de escribir. No sé como gente con tanta experiencia como Depp o Burton se pusieron a hacer este guión. Y reitero, el problema es de guión, no de historia, que es diferente.

No me gustaría acabar sin mencionar la excelente banda sonora de Danny Elfman, así como la selección de temas musicales, desde “The Moody Blues” y su “Nights in white satin” hasta los clásicos tocados en “directo”el excelente músico que hace algo más que un cameo, pasando por Marc Bolan y los T-Rex. Tampoco sin mencionar el lujo que es poder volver a ver a Michelle Pfeiffer en la gran pantalla. Y sin retocar con sus patas de gallo y sus años en la cara. Una gozada. Lástima que su personaje tenga tan poco recorrido por culpa del mencionado desequilibrio de los personajes.

Por cierto, la he visto doblada al español. Los cines de provincias es lo que tienen...El doblaje de alguno de los personajes de terrible... Pienso en Chloe Grace Moretz...¡Que horror!

1 comentario:

Ray Senda dijo...

Coincido en que a la película le falta, como se dice en la calle, "un no sé qué" para acabar de ser redonda. No sé si echarle la culpa tanto al guión como a la posible intención de abarcar muchos aspectos y personajes de la serie original que al final acaban quedándose todos cojos. Como bien dices, al no haber visionado el producto original, puede haber factores que para el público español se nos escapen (C*br*nes Collins, clasistas de mierda... creo que me caía mejor la bruja :)

De todas formas, no salí del cine con la sensación de haber sido estafado, que ya es más de lo que habitualmente nos encontramos.