sábado, 25 de junio de 2011

X-Men First Class. La vuelta de los clásicos




Aunque parezca mentira en estos momentos, en los que abundan las películas de superhéroes, la cosa no fue siempre así. No hace demasiado tiempo, el superheróico era un género mortal para las taquillas. La principal razón de ello hay que buscarlaen la mala calidad (terrible, en la mayoría de los casos) de las películas. Esto empezó a cambiar en el 2000 gracias a la apuesta de la Fox por Bryan Singer y los Xmen. Singer, que hasta ese momento no es había caracterizado precisamente por hacer cine popcorn, se tomó la película en serio. Es decir, decidió hacer una película y no una película de Superhéroes. Y la cosa le salió bien. El film fue un éxito y permitió al equipo volver a reunirse para hacer una continuación de similares características que la primera y resultados semejantes, si no ligeramente superiores. Pero en un gran e increíble movimiento empresarial que aun no tiene explicación en nuestros días, la Fox decidió empezar a ceder sus productos estrella en cuestión de superhéroes a directores y guionistas, mediocres. Como mucho. Ahí tenemos la saga de los Cuatro Fantásticos…y la tercera de los Xmen, dirigida por Brett Ratner. En fín.

Por el contrario, la Warner, y la Marvel cuando recuperó a sus personajes, decidieron apostar por una política autoral. Es cierto que controlan un mucho/bastante a estos autores, sobre todo, después del “éxito” de Ang Lee y su Hulk, pero les han dado la suficiente libertad como para sacar productos bastante decentes, en la mayoría de los casos, y excelentes en el caso de las películas de Batman de Christopher Nolan.

Dentro de esta política se enmarca esta película. En este caso, el “autor” es Matthew Vaughn, que ya había estado en la órbita de la franquicia cuando se planteó la posibilidad del Spin off de Lobezno. En aquella ocasión, por razones que uno se puede imaginar, no llegaron a un acuerdo. Pero después de la decepción que supuso Lobezno y el gran éxito que Vaughn obtuvo con “Kick Ass”, las cosas parece que venían más rodadas.

Y entonces llegamos al segundo punto que hace que las nuevas películas de Superhéroes tengan un nivel de calidad algo superior: el cásting. Las productoras insisten en dar los papeles principales a actores y actrices que, si bien no están en primera fila, son de probada fiabilidad y calidad. En este caso, destacan Michael Fassbender, James McAvoy y Jennifer Laurence. Pero también un resucitado Kevin Bacon y January Jones. Estos autores, especialmente los dos primeros, aportan mucho a la película. Fassbender es un monstruo de la escena, como ya demostró en su breve pero intenso papel en “Malditos Bastardos” o en “Centurión”. Compone un Erik Lehnsherr fascinante, que entronca con el que interpretó Sir Ian McKellen en la trilogía original. Por su parte, McAvoy hace humano a Xavier, personaje que desde siempre hemos visto como afable, educado y agradable, pero un poco grave y con un toque algo siniestro. Aquín se muestra más abierto, simpático y hasta gamberro, sin dejar de ser la voz de la razón y la sabiduría de la película.

Una película que tiene una primera hora francamente estupenda, con muchos saltos, tanto en el tiempo como en el espacio, y que encaja con la trilogía original. Bien ambientada, bien narrada y con una más que interesante dialéctica, lo que demuestra la importancia de un buen director que sepa darle vida a lo que está escrito. Que además, está bien escrito. Estos guiones se hacen un poco con plantilla. El truco está que lo que se cuenta sea interesante, entretenido y, en cierta manera, sorprendente, sin que se le vean las costuras. No sé de quien es el mérito, pero en este caso, se consigue bastante bien. También es muy interesante la idea de ambientarb ola trama en la crisis de los misiles cubanos.

El problema podría aparecer en la segunda parte del segundo acto, a partir del “turning point” y en el 3er acto, en donde la película se vuelve más vulgar, más mediocre por rutinaria o ya vista. Si bien es cierto que en todo momento se mantiene en un nivel alto de calidad. Paradójicamente, es en esa parte donde se desarrolla la idea de la crisis de los misiles cubanos que ya he dicho que me parece francamente interesante.

Creo que es una buena película. Está muy bien interpretada, mejor dirigida y con un buen diseño. Te sientes realmente transportado a 1962, que es cuando se desarrolla la historia. Tiene un toque James Bond, hasta en el color y la fotografía, que se agradece bastante. Es muy agradable. De hecho, cuando pierde eso, hacia el final, es cuando la película empieza a resentirse en mi opinión.

Para mí, es un punto muy bueno que no aparezcan los X-Men de siempre, que hayan buscado a muchos de la generación anterior, y los que salen, sean más jóvenes o, en el caso de los “Inmutables”, sigan igual. Me han gustado los cameos. Los he considerando muy bien metidos, justificados y hasta graciosos. No son solo una concesión a la galería.

Los que saben más del mundo de los Xmen han criticado cosas como que en el cómic esto no era así y ese tipo de freakomentarios. Bueno. Es lo de siempre, creo que paso de meterme en esos líos. Debo decir que es cierto que hay muchos personajes que están poco desarrollados. O nada, como el del Español Álex González, que no abre la boca en toda la película. Pero es que hay muchos… si se desarrollaran todos, el film sería interminable. Y probablemente también un royo. Esto no es una serie de tv. También debo de dar la razón a los que dicen que no todas las conductas de los personajes están bien explicadas y/o desarrolladas, como la de Raven/Mística, pero me remito al comentario anterior.

Para mí, desde luego, este es el camino a seguir. El hecho de que esta sea un Blockbuster, con todo lo que ello conlleva, mucho negativo, no quita que se pueda hacer un producto agradable y que no te tome por tonto. Dentro de los blockbusters, esta película es de los buenos. Veremos si podemos decir lo mismo de la 3ª parte de Transformers…

No hay comentarios: