domingo, 3 de febrero de 2008

Cloverfield


Ya he visto “Cloverfield”(me niego a llamarla”Monstruoso”) y tengo que decir que me ha gustado mucho. Por ahí he leído criticas muy aceradas contra la película. La verdad es que creo que nacen todas del exceso de expectativas. Es evidente que por si algo pasará a la historia de esta película, será por el marketing viral que lleva seis meses haciendo ruido por Internet. Esto hace que la gente vaya a ver tu producto, cierto, pero tiene el “pero” de que la imaginación de varios miles de personas retroalimentándose a lo largo del ancho mundo durante meses no puede ser comparada a la de unos pobres guionistas que, además, deben de contar su historia con unos medios limitados (limitadísimos, costó menos que “Alatriste” y menos de lo que va a costar la siguiente de Amenabar) Yo, intentando evitar ese fenómeno, me alejé adrede de todo ese ruido mediático. Tenía ganas de que me sorprendiera, como era la intención de los productores. Y lo hizo.
Y lo hizo porque me ha dado justo lo que esperaba, que no era poco, y encima, me ha ofrecido cosas que no esperaba.
No quiero contar demasiado. Quiero que también resultéis sorprendidos. Merece la pena llegar virgen al cine. Ya sabéis de que va: un chico graba la fiesta de despedida de un amigo para que se lleve la cinta a Japón y así se acuerde de todos los que deja en New York. Es entonces cuando estalla la tragedia y él decide seguir grabando para que quede constancia de la misma: para documentarla y, probablemente, colgarla en YouTube.
Ante todo, decir que se trata de una historia de amor en medio de la tragedia: un enorme monstruo ataca Manhattan. Lo sorprendente es el modo en que esta historia de amor es contada; mediante imágenes remanentes de lo que había grabado antes. Por eso, conocemos cosas que luego, en la grabación de la noche, justifican cuiertos comportamientos. Este echo potencia lo que, para mí, es lo mejor de la película: la terrible subjetividad de lo que te están contando. Dicen que van a hacer “Cloverfield 2”. Lo mejor es que esta puede perfectamente ser la narración de la misma noche desde, por ejemplo, el punto de vista del ejército. Contándote lo mismo, la película sería diametralmente distinta. Y lo narrado también. Como consecuencia de esta subjetividad, la información que recibes es escasa y sesgada: los protagonistas son simples ciudadanos en medio del Apocalipsis. En ningún momento tienen ni idea de lo que sucede y es evidente que están sobrepasados por los hechos. Como tú. Unos hechos muy espectaculares en algunos momentos, como los ataques del ejército o la famosa escena de la cabeza de la Sra. Libertad.
Por supuesto, guarda ciertas sorpresas, que no quiero revelar. Pero sí he de comentar que lo que me encantó es el realismo de los personajes, demostrado en diálogos absurdos. Todo el mundo, en esas circunstancias diría tonterías así y se comportaría como un bobo, sobrepasado y alucinado.
Por otra parte, muchos de los supuestos errores que encuentra la gente, para mí son aciertos. Un ejemplo. El más inocuo. El monstruo tarda casi 20 minutos en atacar. Mientras, solo vemos flashbacks y la fiesta. A parte de que son bastante entretenidos, esos minutos hacen que la fractura que la aparición del monstruo provoca, sea más evidente y dramática, más intensa.
Por supuesto, esta película, como todas, exige un cierto ejercicio de suspenso de la credibilidad: la cámara no se rompe, no se acaba la batería y siempre graba cosas interesantes. Vale. Pero esto es un juego con sus reglas, las aceptas o no. Los autores jamás rompen dichas reglas; en este sentido, juegan limpio. Lo que no hacen otros muchos productos con más caché o fama.
La pega que le pondría yo es la siguiente: la última escena o sobra o le falta otra después. Así, sola, cojea. Pero es el único pero así serio que le puedo poner a esta película; un simple divertimento que me ha dado bastante más que lo que le pedía.
Recomendación: Quedaros a ver los créditos. La canción que suena (Roar!-Cloverfield Theme) de Michael Giaccino (flamante descubrimiento de la Pixar) es buenísima, desde ya un clásico de las bandas sonoras.
Por último; el monstruo no es Cthulhu. Pero podría serlo, ya que guarda muchísimas similitudes con él. Lo que sí es cierto es que el relato es Lovecraftiano al 200%.Me encanta!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Spoilerman se te ha olvidado mencionar el pero más grande que tiene la peli y que es su duración, ¡¡dura 1h 12min.!! Menos mal que sorprende por sus escenas porque sino...
La peli merece la pena verla, y el bicho no se parece en nada a Cthulhu.