En
reiteradas ocasiones, en este blog ha salido el tema de la juventud
y/o infancia y lo mucho que nos marca. Como tendemos a sublimar el
pasado y caer en la tentación de idealizarlo, para bien o para mal.
Como se convierte en nuestro equipaje vital y nos conforma. Como
tenemos que aprender a vivir con él. Y a convivir. Como la nostalgia
se convierte en uno de nuestros motores.
Y
eso es lo que subyace en la película que nos ocupa hoy, “The
World's End”, la tercera y última parte de “la trilogía del
Corneto de tres sabores” o “de la sangre y el helado”,
compuesta por “Zombies Party” (Shawn of the Death, 2004) y “Hot
Fuzz” (Idem 2007). A pesar de que las tres películas son
independientes, las une una serie de características, que veremos
con posterioridad, que permite considerarlas como la trilogía que
sus creadores afirman que son.
Gary
King (Simon Pegg)es un hombre desempleado y hedonista, una ruina
humana que decide reunir a sus amigos de la juventud para regresar a
su pueblo natal, Newton Haven, e intentar hacer un recorrido etílico
que dejaron inconcluso veinte años atrás. La hazaña es conocida
como "la milla dorada", y consiste en beber una pinta de
cerveza en cada uno de los doce pubs
locales en una sola noche: The First Post, The Old Familiar, The
Famous Cock, The Cross Hands, The Good Companions, The Trusty
Servant, The Two Headed Dog, The Mermaid, The Beehive, The King's
Head, The Hole in the Wall y The World's End. Aunque al principio se
muestran dubitativo al comienzo, Gary logra convencer a sus amigos,
Peter Page (Eddie Marsan), Oliver Chamberlain (Martin Freeman),
Steven Prince (Paddy Considine) y Andy Knightley (Nick Frost) con
artimañas. Aunque sus amigos tienen vidas y responsabilidades de
adultos, Gary ha cambiado poco desde 1990, por lo que conserva su
personalidad impulsiva y poco fiable, lo que hace que la cosa vaya
de mal en peor hasta que sucede lo inesperado...
En
esta tercera parte de la trilogía “del corneto de tres sabores”
volvemos a encontrarnos con que el motor de la acción es la amistad
masculina intensa. Esa que, en cine, se ha venido a llamar
“Bromance”, una relación de amistad profunda entre dos o más
hombres desprovista de toda connotación homosexual o sentimental
nacida de las experiencias convividas y sufridas y de la que es
ajenas las mujeres, a excepción de alguna hermana de buen ver.
También nos encontramos de nuevo con cierto síndrome de Peter Pan.
Pero ésta nace por falta de madurez, si no por que los personajes,
que aun no han alcanzado los 40, son plenamente conscientes de que su
mejor momento, el gran cúlmen de su existencia, ya ha pasado. Ahora
solo queda mantenerse, con suerte, o afrontar un lento declinar. Y
asumir que lo que son, no se asemeja en nada a sus aspiraciones
juveniles. Es decir, es una interesante manera de afrontar lo que la
escuela romántica alemana llama “Dolor romántico del mundo” o
“Weltschmerz”, si bien con una orientación a la comedia que hace
digerible lo que, en el fondo, es un drama personal de bastante
enjundia.
Y
todo esto en unas circunstancias apocalípticas (una invasión
Zombie, una guerra urbana...) globales, pero desde un punto de vista
doméstico. Muy doméstico en el caso de “Zombies Party”. Los
protagonistas, perdidos en el maremagnum y sabiéndose simples
peleles, deciden plantar cara a la las circunstancias y defender su
status quo, sus derechos y, en una curiosa cabrioleta, su libre
albedrío. Y su derecho a ser imperfectos. Y, porqué no, a ser
infelices.
Todo
esto lo encontramos en la película. Pero, en mi opinión, también
encontramos alguna de estos temas o características en otros de los
productos de estos autores, más allá de la trilogía citada. En
“Paul”(Idem, 2011) por ejemplo (Guión de Simon Pegg y Nick
Frost), O “Scott Pilgrim Vs. The World”(2010), con guión de
Edgar Wright. Pero también en ciertos pasajes de “Las aventuras de
Tintin: El Secreto del Unicornio” (2011). Si bien, en este último
caso, vienen heredado de la obra de Hergé, los guionistas de la
primera película animada de Spielberg, Edgar Wright, Steve Moffatt y
Joe Cornish han tratado estos temas en otras de sus obras. Y digo
esto porque me parecen grandes temas y es un poco reduccionista la
manera en que todos, incluidos los autores, están tratando la
cuestión, limitándolo a una simple trilogía.
La
película en sí es realmente entretenida. Tenemos que reconocer que
los ingleses tienen una voz personal a la hora de hacer ficción, ya
sea en cine como en Tv. Y Edgar Wright está entre sus principales
portavoces. Son productos humildes, sin vocación de grandilocuencia,
pero muy imaginativos. Tienen algo domestico, en este caso, creo que
buscado adrede, muy agradable. Por otra parte, más allá de que las
constantes de la trilogía se mantengan, eso no quiere decir en
absoluto que la película carezca de entidad personal y/o reitere en
cosas ya vistas. La gracia de los autores está en afrontar tres
veces temas semejantes desde diferentes puntos de vista y resultar
novedosos en todos los casos. Podemos decir que es una
descripción-apocalíptica- de los varones británicos de entre 30 y
45 años.
El
concepto que subyace es semejante al de “Abierto hasta el amanecer”
(From Dusk till Dawn, 1996). Pero en la película del Gringo
Rodríguez, la llegada a “La Teta Enroscada” marcaba un punto y
aparte, los hechos incitadores de “The World's End” no cambian
tanto el sentido del conjunto, gracias a cuestiones argumentales que
devienen en esenciales para la consecución del tercer acto.
Pero
es mucho más fácil hacer una película buena cuando tienes al
elenco de excelentes y probados actores con los que cuenta esta
película. Así como la cantera de Dr. Who, que ha marcado bastante
más de lo que nos parece la Sci-Fi británica.
Creo
que poco más es lo que debo de añadir y/o comentar. Yo la
recomiendo. Es buena para una tarde de lluvia o una noche a primera
hora.
Pero
no me puedo despedir sin comentar que Wright está ahora mismo
embarcado en la realización de “Ant-man”, parte de la segunda o
tercera fase del macro proyecto Marvel. Para el que no lo sepa,
Ant-man, alter ego de Hank Pym es uno de los fundadores de Los
Vengadores y creador de Ultrón. Hago notar que el subtítulo de “Los
Vengadores 2” es “La era de Ultrón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario