Ya
he escrito en varias ocasiones en este blog que una de las cosas que
más me gusta con respecto al cine es equivocarme y que la realidad
acabe por imponerse frente a mis prejuicios. También he dicho que me
encanta cuando este me sorprende gratamente, cuando espero poco y me
da más de lo que esperaba, digamos. Esto me ha pasado con la
película que me dispongo a comentar hoy: la tercera parte de los
Hombres de Negro.
Como
casi todo el mundo, yo soy de los que reniega de las secuelas a
proyectos que han tenido éxito. El concepto de secuela no me gusta
nada, prefiriendo el de segunda parte. Esto es, frente a la secuela;
continuación que en el fondo es un refrito de la primera (y se
supone que exitosa) parte, solo que con menos gracia, ingenio y,
normalmente, más dinero; una segunda parte es, o la continuación de
la historia de la primera u otra historia con los mismos personajes,
algo que es muy lícito y ha sucedido hasta en la literatura clásica.
Mirad si no “El Quijote”. En el caso que nos ocupa, podemos decir
que la segunda parte de “Los Hombres de Negro” era una secuela.
Sin embargo, esta tercera parte es una continuación, ya que coge lo
mejor de las dos primeras partes y vuelve al germen emocional del
proyecto primigenio para hacer una película divertida, sorprendente,
dentro de lo ya conocido, y amena. No es fácil hacer una película,
que es una tercera parte, con estas características.
Y
es que se han dado cuenta de que el fuerte de la primera película
era la relación entre J (Will Smith) y K (Tommy Lee Jones) y como el
primero de ellos iba descubriendo ese delirante mundo paralelo lleno
de extraterrestres ocultos a simple vista. La sorpresa de J era
también nuestra sorpresa. Esto vuelve a suceder en esta tercera
película merced a un viaje en el tiempo a 1969, a los días que
preceden al lanzamiento desde Cabo Cañaveral del Apollo XI, que
llevará a los hombres a la Luna. La escusa para esto es la fuga de
un penal de Máxima Seguridad de Boris “El Animal”, quien viaja a
la fecha señalada para evitar que los hombres de negro en general y
K en particular den al traste con sus planes de conquista de nuestro
planeta. J deberá viajar al pasado para evitar que Boris se salga
con la suya.
Así
que tenemos a J, un pez fuera del agua en el Psicodélico (y racista)
Nueva York de los '60, enfrentándose a los alienígenas, que ya de
aquella se ocultaban a plena vista. La sorpresa de J vuelve a ser
nuestra sorpresa. Por otra parte, tenemos a un joven K (Josh Brolin)
que es mucho más novato que J y desconoce su papel en la salvación
del planeta, con lo que volvemos a retomar la relación fraternal, de
colegas, que tanto éxito había tenido en la primera parte. Y con
éxito, en este caso, no estoy hablando de dinero, si no que de éxito
artístico y/o narrativo. Pero ojo, y aquí está lo bueno: no es una
reedición de lo ya visto, es la misma idea con un desarrollo lo
suficientemente novedoso como para ser reconocible y poco más.
Desde
un punto de vista formal, poco hay que contar. Los americanos saben
como hacer estas cosas y resultar efectivos. Me han hecho especial
gracia los marcianos claramente demodé, sesenteros que salen
en las escenas de esa época. Así como el buen pulso que tiene Barry
Sonnenfeld, un director que, a la chita callada, nos ha dado varias
comedias que han devenido en esenciales de los últimos años como La
Familia Addams y su continuación y las dos películas sobre las
andaduras del mafiosillo Chilli Palmer (John Travolta) por Los
Ángeles( Como Conquistar Hollywood y Get Shorty).
También
me gustaría destacar el papel de los actores, en especial, un
sobresaliente Josh Brolin, que imita a la perfección a Tommy Lee
Jones sin caer en la impostura y sin dejar de hacer de K su propia
creación. Era el que lo tenía más complicado y, sin embargo, sale
más que airoso de la situación. También me gustaría comentar lo
mucho que ha matizado Smith su actuación, sin dejar de ser un clown
y con qué facilidad se come la pantalla la Gran Dama Emma Thompson
cada vez que sale con un simple alzamiento de cejas. Y lo sabios que
fueron los guionista haciendo que su personaje en versión joven
(Alice Eve) fuera bastante secundario.
Porque
en el fondo, todo en la película, salvo la relación de J y K, es
bastante secundario en esta película. Dicen que las películas de
colegas son historias de amor heterosexuales entre dos hombres. Si
estamos hablando de un amor fraternal o amistoso, estoy totalmente de
acuerdo. No entiendo la manía de meter el sexo en todo. El caso es
que estaríamos ante una hermosa película de amor. Y de una gran
amistad. Este es el gran tema de la película. Y tiene un bonito
desarrollo. Y acertado.
Pero
lo que a mí me impresionó de la película es que es
tremendísimamente tramposa y lo bien que nos engañan. En mi
opinión, cuando te engañan de una manera tan elegante y es tan
difícil de ver la tomadura de pelo, estamos más cerca del
ilusionismo, la magia, que de otra cosa. Y no puedo más que
levantarse y quitarme el sombrero frente a los autores: Chapeau. Esta
vez lo han conseguido.
En
resumen, nos encontramos con una película la mar de divertida,
graciosa y mejor de lo que aparenta. Desde luego, es infinitamente
mejor de lo que esperaba, especialmente, después de haber odio que
había habido problemas con el guión. Oye, que haya siempre
problemas con el guión si lo que sale es un producto tan digno como
este.
1 comentario:
Veo que has seguido los consejos para hacer la crítica y te ha quedado mucho mejor. La peli la pintas muy bien, habrá que ver la trilogía entonces.
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