Con
este post, inauguro una sección en la que comentaré películas más
antiguas de lo acostumbrado y que creo que tienen cosas interesantes
que decirnos y/o enseñarnos. Seguramente, comente algún clásico o
alguna película más mitificada por el tiempo. Será cuestión de
estudiar si ese film se merece realmente haber pasado a la historia
del cine o, al menos, a nuestro imaginario y también su aportación
a la historia del cien, el arte...etc.
La
principal diferencia que habrá entre los comentarios de estas
películas y los, digamos, usuales, es que en estos no voy a evitar
el spoiler. Consideraré que las películas son lo suficientemente
conocidas como para que todo el mundo la haya visto o sepa bastante
de ellas. Es decir, voy a entrar más al detalle y comentar escenas,
soluciones de guión, secuencias, lo que sea preciso. Esto es algo
que intento evitar por lo usual y que ha hecho que me granjee alguna
crítica de superficial o de no argumentar mis afirmaciones. Pero yo
ya había avisado en mi primer post que mi intención en este blog
iba a ser escapar todo lo posible del Spoiler, lo cual suele ser
frustrante... De todos modos, no os preocupéis, siempre estará en
mi cabeza el Spoilear lo menos posible.
Y
empezamos esta “sección” con una estupenda película de Robert
Bresson de 1956 llamada “Un condenado a muerte se ha escapado” o
“El aire sopla donde quiere”. Tiene dos títulos, a elegir por el
consumidor. En ella, se cuenta como el Teniente Fontaine, de la
Resistencia Francesa, logra escaparse de una cárcel del Régimen de
Vichy, colaboracionista con los Nazis invasores. Fontaine está
acusado a muerte por sabotaje, al haber volado un puente. La película
empieza con Fontaine siendo trasladado en coche hasta la cárcel y
con el primer intento de fuga, lo que hace que ya se gane unas
galletas, y acaba con él en libertad. Fugado y feliz. Y esto no es
un spoiler: el título de la película ya lo dice. Ya en ese primer
intento de fuga en el coche, se nos muestra por primera vez la
peculiaridad que hace que sea muy estudiada en todas las escuelas de
cinematografía del mundo, lo que se ha venido a llamar el “fuera
de campo”.
Este
fuera de campo consiste en un uso particular del binomio
sonido/imagen. Es más, la parte del sonido puede dividirse en sonido
ambiente, la película en sí, y la voz en off de Fontaine que nos
cuenta...lo que le apetece. Me explico mejor: Muchas de las cosas que
acontecen en la película suceden fuera de cámara. Fontaine mira a
algo que sucede fuera de campo que produce un ruido o sonido
determinado que oímos y reacciona a eso. Nosotros, los espectadores,
nos enteramos de qué ha sucedido en la medida en que reconocemos el
sonido, la reacción de Fontaine (u otro personaje) o en cuanto
Fontaine nos cuenta en monocorde voz en off qué es lo que ha pasado.
El problema es que los comentarios de Fontaine son parecidos a los
que se han puesto de moda en los DVD: “Comentarios del director”.
Te cuentan de aquella manera lo que estaba sucediendo en aquel
momento como si estuviera comentando la película a la vez que le ve
contigo. Los comentarios parecen improvisados, cansados y hasta
desganados. Muchas veces, incluso, contradicen directamente a lo que
se oye y ve en pantalla. Por ejemplo, tras la fuga del coche al
principio, se ve y se oye como los Nazis le meten una paliza con unas
barras de hierro como castigo. De hecho, llega ensangrentado y sin
consciencia a su primera celda. Pero él comenta que se estaba
haciendo el muerto, que la paliza no había sido para tanto. En
realidad, no sabes si te está mintiendo, haciéndose el macho o qué.
Poco a poco ves que, efectivamente, la paliza no había sido muy
fuerte. Pero hasta que tú mismo decides que ese dato en particular
era cierto, habías tenido que fiarte de su palabra. Y ves que no
siempre dice la verdad. Este efecto, presente en toda la película,
se va acrecentando a medida que va pasando el metraje. Cada vez se te
da más información por sonido y menos por imagen y los comentarios
de Fontaine son más desganados. Eso hace que la fuga, por ejemplo,
sea muy emocionante, por más que sepas que es exitosa.
Contado
así, pudiera parecer que la película es compleja, aburrida, caótica
o difícil de alguna manera. En absoluto. Ahí está la absoluta
grandeza de la película: Es francamente entretenida y, en momentos,
hasta divertida, pues el tipo es bastante cínico, lacónico y
descarado. Además, plantea un sutil juego con el espectador: como
estás viendo la historia desde el punto de vista de Fontaine y te
cuenta y muestra lo que le apetece, nunca sabes cuanto hay de
realidad en lo contado o cual es la parte real de lo contado. Y esto
lo hace sin demasiado alarde, con una dirección sencilla, hasta algo
plana y muy utilitaria, narrativa, que es lo que requiere la cosa.
Además, a pesar de que juega con el equívoco, escatimando
información al espectador o directamente engañándolo,en ningún
momento hace trampas o juega toma el pelo al espectador.
También
hay que destacar los contrastes. La cárcel, sin dejar de ser una
cárcel, es bastante luminosa, sin demasiado carcelero y con una
rutina y exigencia bastante laxa. Los carceleros están presentes,
pero como ausentes, salen lo justo, y lo hacen despersonalizados, sin
alardes. Esto hace que, siendo una película de fugas, lo parezca
solo hasta cierto punto. Podemos decir que está más cerca del cine
narrativo europeo de la época que a “La gran evasión”. Otro
gran contraste es la ausencia de música, salvo un animado Mozart en
determinados momentos puntuales. Su única función es el subrayado
de esos momentos, por lo que aparenta de ruidoso.
La
fotografía, en blanco y negro, es estupenda, especialmente, la parte
final de la película. En contraste con el resto del metraje, diurno,
la fuga es nocturna y es estupendo ver en pantalla ese alarde de
texturas y contrastes. Dejaré para un futuro la discusión sobre b/n
y color, porque creo que es un tema que merece ser tocado. Solo voy
a decir que el B/N permite cosas que se pierden con el color, así
que no hay que denostarlo por sistema.
Los
actores están todos muy bien. Especialmente, el director FranÇois
Leterrier, que hace aquí de Fontaine. Su cara de pote, desgarbo y
aire arrastrado vienen de perlas al personaje, un buscavidas con
pinta de mindundi. Citar que Leterrier, bastante conocido en el país
vecino, solo ha hecho dos películas como actor y que su hijo Louis
ha sido el que nos ha dejado “Furia de Titanes Versión 2010).
No
me gustaría acabar esta crónica sin mencionar que es una película
que va in crecendo y que su
último tercio es excelente. A pesar de que dije que no me iba a
cortar a la hora de spoilear, decir que he dejado muchas cosas de la
historia sin mencionar. Y, por lo tanto, sin comentar. Ya veis que no
ni he mencionado al guión. Tampoco que me gustaría dejar de
insistir en que es una película peculiar, curiosa pero muy visible y
para nada cruel, sórdida o cualquier adjetivo que se le pueda poner
a una película de genero carcelario. Hay gente que le tiene reparos
a este género.
Es
muy muy recomendable para todo aquel al que le guste un poco el cine.
Debo de decir que es algo complicada de encontrar y que no la hay
doblada. Se perdería el 90% de la gracia del film.
Disfrutadla.
De verdad
1 comentario:
qué bien! admite sugerencias su tenebrosa arkanidad? ahí te va una: Ingmar Bergman ¿El título? el que le venga mejor, mas apetecible, o a mano...
gran acierto desviarse a los clásicos... un saludo!
;0D
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